lunes, 13 de diciembre de 2010

CAMINO HACIA EL FUTURO









Por: Enrique Soto Roca (*)




¿QUÉ HACER PARA LOGRAR LA PROSPERIDAD?


“El Perú debe avanzar con gran decisión por el camino de la competitividad” fue una de las principales conclusiones que se tuvo, en la 48 reunión de la Conferencia Anual de Ejecutivos 2010 (CADE), realizada en la ciudad del  Cusco, después de haberse generado  un profundo debate a partir de querer dar respuesta acertada a la pregunta: ¿Qué hacer para lograr la prosperidad?, según comentó Jorge Izusqui, Presidente de IPAE, encargado de cerrar el encuentro.

El tema de la competitividad, se ha convertido en el momento actual- en un mundo globalizado y de mercados abiertos- en la principal preocupación de los países emergentes como el nuestro, que se encuentran en la necesidad de abrir el debate a nivel nacional, para poder garantizar el crecimiento y desarrollo de su economía.
A pesar que la nuestra viene creciendo aceleradamente en los últimos años- con un bajón en el 2009, producto del impacto de la crisis internacional- a raíz de los buenos precios que cotizan los minerales en el mercado mundial, no es sostenible, según señala el gurú de la competitividad Michael Porter, profesor, de la Escuela de  Negocios de la Universidad de Harvard. Razones objetivas no le faltan.


Lo que sucede es que el Perú está creciendo económicamente. Sin considerar la inclusión de la mayor cantidad de sectores productivos y movimientos sociales, que  puedan apuntalar ese avance, garantizando el desarrollo sostenible del país.


Incorporar a la mayor cantidad de ciudadanos en el quehacer económico, significa hacer cambios profundos en el orden estructural del país, iniciando la tarea dándole prioridad a la educación, ya que si no calificamos y preparamos a nuestros recursos humanos para que sean mas competitivos, y eleven su capacidad de productividad, difícilmente vamos avanzar de manera segura. En tal sentido, es necesario, casi urgente, elevar el Presupuesto General de la República, en este rubro, de manera significativa, dando apoyo decidido a la investigación científica y tecnológica. Porque creemos que en estos tiempos, el conocimiento y la inteligencia son factores decisivos del desarrollo de los pueblos, atrás ya quedó el capital, el trabajo y la tierra como factores determinantes. En tal medida, es de singular importancia la capacitación permanente.
Hacer cambios radicales en la estructura de país significa también ponerle atención al crecimiento en su infraestructura. Como es sabido, tenemos un retraso de aproximadamente 20 mil millones de dólares de inversión en este rubro, que no se ha realizado en los últimos 20 años, quedando rezagados de manera comparativa con los países vecinos, en materia de puertos, aeropuertos, carreteras, hospitales, colegios, y grandes complejos industriales. Infraestructura que tenemos que implementar si queremos avanzar seguros por el sendero del desarrollo y la  prosperidad.
Por otro lado, es necesario señalar que para ser mas competitivos en el país tenemos que acabar con la corrupción y el burocratismo, generando mas confianza entre nosotros a través de nuestras instituciones, haciendo que los trámites administrativos sean mas ágiles y simplificados, esto necesariamente tendrá que pasar por un profunda Reforma del Estado, para actualizar el servicio acorde de las necesidades de nuestros tiempos, el cual conllevará a realizar una reingeniería en el personal que labora en la administración pública. Creemos que estos cambios son necesarios para ubicarnos bien en el concierto internacional.
Por otra parte, es necesario remarcar que la bonanza económica que vive nuestro  país es gracias a los buenos precios de los minerales en el mercado internacional, y nosotros siendo un país primario exportador, estamos siendo favorecidos por esa circunstancial oportunidad, situación que debe ser aprovechada con mayor inteligencia, a favor de un crecimiento sostenido en el futuro. Es decir de manera permanente.
Por ello ante la pregunta: ¿Qué hacer para lograr la prosperidad? Creemos a ciencia cierta que es necesario ser competitivos, y ser competitivos significa sacarle el mayor provecho a las oportunidades que se nos presentan, en tal medida consideramos que el Estado, debe mejorar la calidad de vida de la población y llevar a cabo un gran proyecto de diversificación de las exportaciones e incrementar el consumo interno.  Para ello es conveniente el incremento de la recaudación tributaria que en estos momentos se halla en un 14% de PBI. Este debería subir a un 20% del PBI, vía el criterio razonable que mas tributen los que mas ganan. En este sentido es necesaria la aplicación de una tasa a las sobreganancias mineras, el cual se aplica en diversos países de mundo sin mayores comentarios, como EEUU y Canadá, entre otros.
Tenemos que ser consientes que el crecimiento económico que estamos  viviendo no es sólido ni sostenible, ya que el modelo económico neoliberal que guía este proceso no es el mas acertado, tal y como se está aplicando, considerando algunos la necesidad de reestructurarlo, otros de cambiarlo totalmente, no teniéndose claro el modelo alternativo, dentro de una Economía Social de Mercado. Sin embargo, hay necesidad de aplicar un proceso de redistribución más justo y equitativo, permitiendo que el crecimiento se sienta en el bolsillo de los mas humildes, mejorando sus condiciones de vida. Ello permitirá la disminución de los conflictos sociales que en estos últimos años están costando cuantiosas vidas humanas.
Por ello es necesario abrir un nuevo debate en torno hacia donde queremos ir en cuanto a desarrollo económico y social, para poder generar una visión estratégica de nuestra economía y tener una visión consensuada. En tal sentido es necesario ir avanzando en la implementación de una educación de calidad, desarrollo de infraestructura adecuada y desterrar la corrupción, ya que debemos tener muy presente que la bonanza que estamos viviendo puede ser muy pasajera, como las que hemos tenido  en algunos otros momentos de nuestra historia republicana, que así como llegó, en el rato menos pensado desapareció, dejándonos como siempre sumergidos en nuestra pobreza.
Hoy tenemos la gran oportunidad de cambiar el rumbo de nuestra historia, aprovechando al máximo esta oportunidad que se nos ha presentado. Debemos empezar a industrializar el país, no hay en el mundo nación alguna que haya prosperado sin haber desarrollado su industria. Tenemos que incorporarle valor agregado a nuestros productos primario exportadores. Es decir transformarlos a partir del desarrollo de la investigación científica y tecnológica. Solo de esa forma desarrollaremos una economía competitiva, sólida y auto sostenida, que pueda afirmarse en el mercado internacional. Ese es el reto que los peruanos de buen corazón debemos asumir. De nosotros depende el futuro. Es nuestra decisión.
                       (*) Periodista


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