Por: Enrique Soto Roca (*)
Según la última encuesta nacional
de IPSOS, la aprobación de los principales candidatos a la presidencia de la República
en las próximas elecciones cae estrepitosamente, a raíz de los informes
emitidos por la policía brasilera a partir de la operación Lava Jato, esta
empieza a repercutir en la política nacional, siendo los más afectados de
manera inmediata Alan García, Alejandro Toledo y Ollanta Humala.
A partir de este escándalo
regional, ningún político está a salvo de la evaluación negativa popular y del
descrédito generalizado, llevándose la peor parte los que desean alcanzar la
más alta magistratura del estado y lideran las encuestas. En tal sentido, los
cuatro primeros con más opciones a ser presidente de la República, en las
próximas elecciones, han caído en su aprobación entre 4 y 9%. Tal es así que
Keiko Fujimori pasó de 25% a 21%, PPK bajó de 43% a 37%, Alan García cayó de
25% a 21% y Alejandro Toledo, el más golpeado descendió 9%, pasando de 27% a
18%. Esta fotografía del momento nos da la impresión que el ciudadano peruano,
acentúa su descrédito en la clase política, y razones no le falta. Así mismo,
esta instantánea nos permite ver que estos comicios que se avecinan serán muy
reñidos, y el pueblo peruano irá a las urnas con gran desconfianza, ya que en
los últimos 25 años no hay candidato que haya ganado las elecciones y les haya
mentido. Ese es el referente.
Alberto Fujimori, padre de Keiko
en 1990, cuando se enfrentaba a Mario Vargas Llosa, dijo que no aplicaría un
“shock” a la economía peruana, y lo aplicó, haciendo saltar las lágrimas a
millones amas de casa. Toledo anunció en campaña en el 2001 que de llegar a la
presidencia bajaría el IGV de 18% a 16%. Sinembargo no lo hizo, muy por el
contrario, con su ministro de economía PPK, lo subió de 18% a 19%, golpeando a
los pequeños empresarios principalmente. Por su parte, Alan García nos vendió
la idea que su gobierno acabaría con los “services”, acabando con la
tercerización laboral, que maltrata al trabajador, así como revisaría de cabo a
rabo el TLC con EE.UU. Sin embargo, ya
en el poder, no hizo ni lo uno ni lo otro. Igual sucedió con Ollanta Humala en
el 2011, quien ilusionó el pueblo peruano con un proyecto de gobierno,
denominado “La Gran Transformación”, llegando el momento se entregó a gobernar
con las grandes empresas y el gran capital.
Frente a este panorama histórico
de deslealtad y traiciones, ¿cómo no va a ser posible que el pueblo peruano se
muestre escéptico en este proceso electoral, que empiece a acentuar su
descrédito por la clase política? ¿Cómo desean que crean en sus candidatos cuando
históricamente siempre fue engañado y utilizado?
Por ello, cuando PPK, recorre el
país ofreciendo que bajará el IGV de 18% a 15%, y que en su gobierno, no habrá
una sola familia que no tenga servicio de agua potable y alcantarillado, el
pueblo peruano ya no se entusiasma y lo escucha con cautela. Es que éste señor
además de tener doble nacionalidad -peruana y estadounidense- habiendo ofrecido hace cinco años que anularía
la nacionalidad norteamericana, hasta hoy no lo realiza, ha gobernado este país
como ministro de estado en sucesivos gobiernos, y nunca hecho lo que ahora dice
que va a realizar, cuando ya tuvo su oportunidad y no tuvo interés. ¿Cómo
quiere que el pueblo peruano le crea? Lo primero que tiene que hacer es
renunciar a su nacionalidad estadounidense, luego presentarse ante el pueblo
peruano como candidato, para ver si le da su aprobación, para que corra en
estas justas electorales, y pueda aspirar a la presidencia de la República en
el 2016, antes no tiene autoridad moral para dirigirse al ciudadano peruano en
busca del voto.
Por otra parte, la desesperación
que tiene PPK, por llegar al sillón de Pizarro, es tan abundante, que no tiene
reparo ni escrúpulos en conversar con Dios y con el diablo, asiendo subir a
todo el mundo a su custer electoral. Tal
es así que algunas veces se hace llamar de izquierda, y a sus seguidores les
denomina camaradas, habiendo conversado en varias oportunidades con los
camaradas de Patria Roja, para consolidar lazos y hacer alianzas; así mismo, ha
tocado las puertas de otras tiendas de
izquierda, como la agrupación que lidera Susana Villarán, sin dejar de lado a
Ciudadanos por el Cambio promovidos Salomón Lerner. Ahora está enamorando a
todo el elenco que lo acompañó en el gabinete cuando era ministro de Alejandro
Toledo. Viene sumando a Carlos Bruce, Rómulo Pizarro, Rudecindo Vega. Se espera
la llegada de Juan Shepud. Y por la extrema derecha, quiere que se incorpore
Luis Galarreta, ex congresista del PPC, sin dejar de lado sus deseos de
conversar con Lourdes Flores Nano, para ver si hay una alianza con el PPC de
manera oficial. Como podemos darnos cuenta no sabemos hacia dónde apunta Don
Pepekausa. Hacia dónde nos quiere llevar como país, cuál es el modelo de
desarrollo que nos ofrece. Sobre ello no hay nada claro, ya que hasta el
momento no existe un programa de gobierno publicitado. Don PPK quiere ser
presidente y punto, para qué, no lo sabemos. Esta situación es la que genera mucha
desconfianza en los políticos más aún en aquellos que a última hora se aparecen
en el escenario nacional ofreciendo el oro y el moro.
Esta desesperación por llegar, a como
dé lugar, a la más alta magistratura del estado, hace que PPK incorpore a su
agrupación política a cualquier individuo, sin importarle su ideología ni su
procedencia. Lo importante, parce ser sumar, cuantificar no dándose cuenta que
esto va a resultar un sancochado. Y en su extremo execrable una mazamorra. Así
no se hace política. Eso no es lo que el
pueblo peruano desea. Muy diferente al desarrollo estratégico de una política
de alianzas por bloques. Porque en nuestro país, ningún partido que trabaje
aisladamente en el proceso electoral, rumbo al 2016 va a llegar. Ninguno tiene
la fuerza suficiente para lograrlo, ya que todos los partidos existentes se
hallan debilitados, son instituciones endebles. Por ello, Aldo Panfichi,
analista político sostiene que “esto hace
pensar que el siguiente gobierno va a tener las mismas características que el
actual. Es decir, un gobierno poco cohesionado, sumando votos diversos y donde
una vez que se llegue al poder cada uno toma su rumbo”. La República del 16
de agosto 2015.
Por otro lado, consideramos, que
PPK al atacar a Keiko Fujimori, ha empezado a promover su desgaste. El hecho de
haber manifestado que es muy probable que ella tenga pasaporte japonés como lo
tuvo su padre, ha servido para que Keiko le responda vía twiter: “siempre he tenido un solo pasaporte, una
sola nacionalidad y una sola bandera: la peruana. Ni japonesa por mis abuelas
ni gringa por mi esposo”. Asimismo, ha promovido se le vengan encima los
líderes de Fuerza Popular, he impulsado para que el Apra promueva un cierra
filas con el fujimorismo, y logren expulsar a PPK de la segunda vuelta. En tal
sentido, ni corto ni perezoso, Jorge del Castillo, dirigente del Partido
Aprista, ante la denuncia de PPK que señaló que el Apra recurría al juego
sucio, sostuvo que, más bien, PPK no jugaba limpio al sugerir, sin pruebas que
Keiko tenía pasaporte japonés. Lo que hemos hecho nosotros es recordarle sus
contradicciones. Como podemos darnos cuenta la trenza empieza a moverse y dar
coletazos. En este movimiento estratégico, los que van a la cola de las
encuestas, empezando por Toledo, empiezan a mover sus fichas y pueden resultar
aliados significativos al final de la contienda en primera vuelta, en la
segunda ni qué digamos.
Tal es así que el cuarto puesto,
ocupado, según las encuestas, por Alejandro Toledo, que ha caído 9% en treinta
días, pasando de 19% a 18% de aprobación, es una posesión expectante y apetecible
por los candidatos coleros. Queriendo desplazar al líder de la chakana, Daniel Urresti
representante del nacionalismo empieza a incrementar su protagonismo, jalándole
ferozmente el saco y la corbata a Alan García, creyendo que actuando de esa manera
full twitter, podría subir algunos puntitos, vía insultos y a punto de
callejón. Asimismo, César Acuña, presidente de la región La Libertad; Humberto
Lay, pastor evangélico y congresista de la República; así como Mauricio Diez
Canseco no se quedan atrás y presionan movilizándose por todo el país por
ocupar ese estratégico cuarto lugar. El proceso electoral recién empieza a
calentar, y la población ha empezado a buscar información para emitir un voto
responsable. Por su parte, la izquierda empieza a aparecer. Carlos Tapia, es un
gran promotor de éstas huestes, además de ser líder histórico fundador del MIR
(Movimiento de Izquierda Revolucionaria), y su aparición constante y permanente
en los medios de comunicación le da vida a la izquierda peruana. A pesar que
ésta no está todavía unificada para estos comicios y en momentos se pierde la
esperanza de que ello suceda. Sin embargo, en política todo puede suceder, los
dos sectores formalmente en condiciones de participar en las próximas
elecciones alistan preparativos, con una campaña, como siempre austera y
franciscana. Tierra y Libertad liderada por Marco Arana, promueve el Frente Amplio, sueño acariciado por
muchos años por miles de simpatizantes y militantes de izquierda. Hoy tienen la
oportunidad de hacerlo realidad. Están llamando a todos los sectores de esta
tendencia política a unirse, incorporándose en este histórico proyecto. Tal es
así que las elecciones internas para elegir al candidato, ya están siendo
promovidas. Además de ser precandidato Arana se ha sumado una competidora con
muchas posibilidades de ganar, la congresista Verónica Mendoza, líder con mucho
carisma y arraigo social. Hace unas semanas proclamó su pre candidatura,
lanzándose al ruedo. Por otra parte, tenemos a Únete por otra democracia
promovida por Ciudadanos por el Cambio,
liderado por Salomón Lerner, así como el Partido Comunista del Perú Patria
Roja; todos los que acompañaron a Susana Villarán en la gestión municipal de
Lima. Ellos tienen como pre candidato al ex presidente de la región Cajamarca,
Gregorio Santos, que podría darle al movimiento una presencia nacional, pero
desgraciadamente está preso. En tal sentido la izquierda si desea iniciar un
proceso de reorganización y/o refundación, como quieran llamarle, está llamada
a unificarse, de lo contrario, correría el riesgo de desaparecer. Creemos
sinceramente, que es necesaria su presencia en el espectro político nacional,
así no gane, como un ente fiscalizador, que ponga el contrapeso al
neoliberalismo conservador desbordante.
Es necesario, que hombres y
mujeres progresistas y de avanzada se interesen en el quehacer político en
nuestro país. En estos momentos en que la actividad política está venida a menos,
donde campea el caudillismo y la
corrupción. Por ello, el pueblo se está volviendo escéptico ante esta clase
política, la tendencia es a generalizarse. Hagamos con nuestra participación
que el ciudadano peruano recupere esa fe perdida, esa esperanza por ver un país
floreciente y desarrollado. Estamos a un quinquenio de celebrar dos siglos de
independencia. Atrás quedó el colonialismo económico, ahora falta que nos
liberemos del colonialismo político y mental, que mantiene esclavizados a
nuestra población, solamente romperemos esas cadenas invisibles con educación. Hagamos
de nuestro país una nación grande, derrotando el descrédito político del que
goza nuestra actual clase política. Este 2016 emitamos un voto consiente y
responsable, manteniéndonos vigilantes ante nuestras nuevas autoridades.
(*) Periodista. Analista político
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