Por: Enrique Soto (*)
La economía peruana continúa en
un proceso de desaceleración, no
habiendo hasta el momento, de parte del gobierno, disposición para implementar
medidas económicas cíclicas y contracíclicas para salir del entrampamiento que
nos encontramos desde el 2013. Parece que, ya no le interesa la recuperación
económica del país, al fin y al cabo, ellos se marchan en pocos meses,
dejándonos una bomba de tiempo, para que el próximo gobierno que se instale,
esté en la obligación política, económica y técnica de desactivarla.
La situación económica nacional
es delicada, las proyecciones para este año, y para el 2016, son bastantes
desalentadoras, hasta podría decirse pesimistas, en comparación a los más de 10
años de crecimiento continuo que experimentamos. Las proyecciones oficiales, de
finales del año pasado para este 2015, de parte del gobierno, así como del
Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM) y del Centro de
Estudios Económicos para América Latina (CEPAL), parecen haber fracasado. Ya
que entre una y otra proyectaban un crecimiento para este año del Producto
Bruto Interno (PBI) del país de 3.5% y 4.5%, algo que parece, a estas alturas,
inalcanzables.
Esta polémica realidad nacional,
en materia económica, ha servido para que el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP)
de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), pongan los puntos sobre las íes
sosteniendo públicamente, que según sus análisis macroeconómicos, ellos estiman
que el PBI nacional crecería a penas 2.7% en el presente año, y se proyectan
hasta el 2016, anunciando un crecimiento para ese año de solo 3%, y no de 5 y
6% como consideran algunos funcionarios de gobierno, especialistas en materia
económica.
César Peñaranda, director
ejecutivo del IEDEP, sostuvo, en la presentación de las “Perspectivas para el planeamiento 2016” realizada por la CCL que la
economía peruana continúa en un proceso de desaceleración y las proyecciones
para el bienio 2015-2016 estarán supeditadas a la evolución de las expectativas
de las inversiones y al consumo, como también a las exportaciones, así como al
impacto del Fenómeno El Niño, que afectará –según dijo- al sector primario,
construcción y comercio.
Como podemos darnos cuenta la
situación del país es delicada, dejando sin piso el excesivo optimismo que
manifestaba el ministro de Economía Alonso Segura cuando aseguraba que en el
segundo semestre de este año se vería un repunte de la economía, en base al
inicio de las grandes obras de infraestructura, esto se convirtió en un sueño.
Es que ¿quedaron chicas las grandes inversiones, como la línea 2 del Metro de
Lima y el Gasoducto del Sur, entre otras, o es qué estas avanzan a paso de
tortuga? Creemos sinceramente que la situación de enfriamiento económico que
padecemos no fue ni es atendida con acierto por este gobierno nacionalista que
recibió en el 2011 una economía en crecida. No actuó oportunamente, con
agresividad, cuando la situación lo requería. La incapacidad y la soberbia los
llevaron a cometer errores garrafales en materia económica. Hoy no tienen la
voluntad política de acometer con fuerza para revertir este frenazo, porque se
consideran fuera del gobierno, y sin ninguna responsabilidad. Más preocupados
están en defenderse de las denuncias de corrupción, que como una avalancha de
lodo se cierne sobre sus cabezas. Sin embargo, estamos en la obligación de
exigirles, asuman su responsabilidad de gobernantes, y no dejen el barco al
garete.
En tal sentido, el ministerio de
Economía y Finanzas MEF, con el propósito de contener esta avalancha de
desaceleración económica, debe de profundizar la promoción de la inversión
pública y privada, bastión del crecimiento económico, para motivar el consumo
interno, base de una economía de mercado. Hay que tener en cuenta que la
inversión privada está contraída desde el año pasado, se cree que este año siga
igual; sino se implementan medidas motivadoras. Los empresarios no quieren
invertir porque consideran que hay mucha incertidumbre, que promueve la
desconfianza. Este es el bloque de hielo que el gobierno central tiene que
romper empezando a impulsar las inversiones público-privadas, como las
concesiones y las obras por impuesto, mecanismos efectivos de inversión.
Asimismo, creemos necesario darle
mayor impulso a la inversión pública, exigiendo a los gobiernos regionales y
locales que cumplan con sus metas presupuestadas. La inversión pública es
decisiva para avanzar aceleradamente en el retraso histórico que tenemos en
infraestructura, por eso se habla de una brecha de más de 60 mil millones de
dólares en infraestructura. Es urgente promover e implementar grandes obras,
para de esa manera impulsar el desarrollo nacional. Puertos, aeropuertos,
carreteras, colegios, hospitales, es necesario construir y renovar para
acercarnos más a la prosperidad. En tal sentido, tenemos que elevar la
productividad y constituir un país más competitivo.
No debemos esperar el próximo
gobierno para empezar a construir el país desarrollado que deseamos, por lo
que se hace necesario, ahora, implementar medidas y acciones que logren
reactivar la economía y sacarla del enfriamiento en el que se haya. En tal
sentido, creemos también necesario, incrementar significativamente la
Remuneración Mínima Vital (RMV), tal
como lo ha manifestado un candidato, que también ofrece bajar el Impuesto
General a las Ventas (IGV) de 18% a 15%, así como el Impuesto a la Renta (IR) a
las micro y pequeñas empresas (MYPES) a 10% de 30% como es lo que se paga ahora.
Por otro lado, hay que tener en
cuenta, el contexto internacional, que de una u otra manera golpea nuestra
alicaída economía. La desaceleración china, reflejada en la caída de las bolsas
del mundo recientemente, es un punto de gran importancia que hay que tener en
consideración. Esta situación afecta a
todo el mundo. EE.UU., Europa, Japón se vieron golpeados con la caída de la Bolsa
de Shanghai, la mayor de China. Hoy, felizmente empieza a recuperarse. A
nosotros nos puso de vuelta y media, ya que el dólar empezó una crecida que
parecía ingobernable, fue necesario que el Banco Central de Reserva (BCR)
intervenga en el mercado cambiario vendiendo 81 millones de dólares, estas
intervenciones periódicas nos hacen perder Reservas Internacionales netas
(RIN), que han caído en aproximado de 9 mil millones de dólares a raíz de estas
operaciones, por lo que el BCR está analizando otra medida, como incrementar
las tasas de interés, para que el inversos se sienta en adquirir nuevos soles.
Además, hay que tener en consideración que somos un país primario exportador,
en tal sentido de todas maneras la desaceleración china nos afecta, ya que es
uno de los principales compradores de nuestros productos, como nos afecta la caída
de los precios de los commodities. En tal sentido, es necesario promover la
industrialización en nuestro país, poniéndole valor agregado a nuestros
productos primarios, situación que este gobierno no lo tiene en sus planes. Asimismo
es necesario fortalecer nuestra pequeña y microempresa promoviendo su
desarrollo tratando de impulsar el mercado interno, y el consumo nacional.
Hay que tener en cuenta que la
economía mundial no se haya en muy buena condiciones a pesar que los EE.UU. han
empezado a recuperarse de su mega crisis financiera. Sin embargo, Europa,
todavía la ve negras, su recesión es preocupante.
Creemos finalmente, que estamos
en condiciones desde el punto de vista económico, de revertir esta situación de
desaceleración y/o enfriamiento de nuestra economía que padecemos, lo que nos
hace falta es decisión política. Es decir, ver hacia el futuro, a largo plazo,
el país que deseamos construir, levantar una visión estratégica de desarrollo
nacional. Nuestros políticos y
gobernantes actuales se enfrascan en ver la coyuntura, el corto plazo. Que les
de dividendos y rentabilidad política inmediata. Piensan, como ganar las
elecciones. Cómo conseguir la mayor votación posible. Así no se va a construir
un país desarrollado, sin un proyecto histórico, que resuma las necesidades de
toda la ciudadanía, poniendo especial énfasis en educación, para construir el recurso
humano necesario que permita forjar el hombre del futuro. No podemos dejar de
señalar que en los últimos 25 años hemos avanzado considerablemente. Pero
podemos avanzar mucho más. No debemos frenar nuestro desarrollo y prosperidad,
hasta llegar a ser un país desarrollado con ciencia y tecnología.
(*) Periodista.Analista político
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