lunes, 20 de octubre de 2025

AMÉRICA LATINA ANTE LA INCERTIDUMBRE GLOBAL

 


Por: Enrique Soto Roca (*)

El futuro de la humanidad, actualmente, atraviesa un periodo de grave incertidumbre, que nos obliga de manera urgente, asumir retos y desafíos, para conjurar eminentes amenazas, que ponen en aprietos la gobernanza mundial; desestabilizando a las naciones, creando crisis económicas, financieras, políticas, sociales y de seguridad, que atentan contra el desarrollo, el progreso y el bien común global. En tal sentido, consideramos que nosotros los latinoamericanos, que vivimos en el hemisferio sur del planeta -observando con expectativa amenazante lo que viene sucediendo en el mundo- estamos llamados a cumplir un rol estratégico en el devenir histórico de este gran problema que nos mantiene a todos en ascuas, altamente preocupados. Sabiendo, a ciencia cierta, que nuestra ubicación geopolítica favorable nos permitirá implementar un rol preponderante; así como también, nuestras potenciales existencias de recursos naturales -que tanto se necesitan y están siendo demandados en estos momentos en el mercado internacional, para garantizar la transición energética y la descarbonización del planeta, en una lucha contra la inclemente crisis climática- nos ayudarán sobremanera a cumplir un rol preponderante, de suma importancia para superar estos difíciles momentos históricos globales de gran confusión que estamos padeciendo. Actuando con rigor, disciplina y firmeza ante las adversidades que empiezan a presentarse, conteniéndolas con gran imaginación, creatividad, templanza y resiliencia, ya que en el desarrollo de esas virtudes nosotros los latinoamericanos siempre hemos destacado; haciéndonos de tal manera, respetar en el concierto de la gobernanza global. Creyendo, firmemente, que nos ha llegado el momento decisivo de afirmarnos como un solo conglomerado de naciones, que tenemos profundas raíces de identidad regional, con claros y sólidos objetivos comunes, que los hemos venidos postergando -sin habernos atrevido a implementar- por más de 500 años. Pero ha llegado el momento oportuno de demostrar al mundo que nuestra región latinoamericana es capaz de contribuir acertadamente, de manera positiva, con el desarrollo global; y así poder elevar nuestra calidad de vida en el planeta, alcanzando el bienestar y la prosperidad para toda la humanidad, de manera unánime, con Justicia Social. Dando a cada quien de acuerdo a sus necesidades y exigiendo de cada quien de acuerdo a sus capacidades. Un lema de alto contenido económico y filosófico, que permitirá hacer florecer a los pueblos en un mundo libre.

¡UNIDAD ANTE LA ADVERSIDAD!

En esa visión, de unidad ante la adversidad, debemos avanzar, con consistencia inusitada, como latinoamericanos, para superar la incertidumbre global que nos acecha. Esa debe ser nuestra contribución, en base a nuestras capacidades y nuestros recursos naturales, que ofrecemos al mundo. Exigiendo - ¡qué duda cabe! - respeto y consideración, en nuestra autonomía y soberanía, que muchas veces ha sido vulnerada por las grandes potencias, con prepotencia, alevosía y ventaja. Convencidos, que las negociaciones -con los países desarrollados, más avanzados económica y tecnológicamente- no van a ser fáciles, para permitirnos hacernos prevalecer; somos conscientes de esa realidad, y la asumimos gallardamente. Sin embargo, creemos que los tiempos han cambiado radicalmente; el esclavismo, el colonialismo, el neocolonialismo, la tiranía, el autoritarismo, el despotismo, la dictadura que atentaron contra la autoestima y la integridad física y mental de miles de hombres y mujeres de la región, debe ser ya asunto del pasado, en extinción permanente. La modernidad, que se asoma, a la velocidad de una locomotora, debe impulsar la civilización y la cooperación entre las naciones, aspirando resolver nuestros más álgidos problemas como humanos, tratando de vivir en paz, en armonía; poniendo en práctica el entendimiento, la concordia, a través del diálogo y la alta diplomacia, promovida por los gobiernos responsables y democráticos de los países del mundo. Empezando a construir, de tal manera, una nueva comunidad, de hombres y mujeres, con valores de hermandad, fraternidad y solidaridad. Ese debe ser nuestro rol estratégico de aporte sincero latinoamericano, a esta grave situación de caos, de gran incertidumbre que estamos padeciendo.

Latinoamérica en medio de su diversidad étnica, lingüística, política, ideológica, expresada a través de su diversidad de gobiernos autónomos y soberanos, tiene una muy fuerte unidad de identidad regional, que aún no es consiente, que prevalece por encima de todos sus problemas, que se asienta en un pasado, con raíces profundas de una misma historia. Por eso algunos grandes pensadores visionarios e historiadores que nacieron en estas tierras la han llamado “La Patria Grande” (Ugarte, 1922). Expresando un estado de exaltación y compromiso. Demarcándola territorialmente desde el Río Bravo hasta la Patagonia. Ya que ella se proyecta a consolidar objetivos comunes -sueños ancestrales- que le garantizan estabilidad, crecimiento y desarrollo sostenido.

COORDINAR AGENDA REGIONAL ÚNICA

Siendo necesario emular tamaña grandeza que posee América Latina, para actuar en igualdad de condiciones frente a las grandes potencias, pudiendo de esa forma negociar con altura y respeto. Actuando de manera coordinada, promoviendo una Agenda Regional Única, amplia y conjunta, para hacer prevalecer nuestros intereses regionales primigenios, respetando la independencia y autonomía de cada uno de los países que la constituyen. Evitando enfrentamientos innecesarios entre países hermanos, que debilitarían la unidad, alentando el caos y la anarquía. Tratando de cerrar de tal manera, con audacia y responsabilidad creadora, el frente interno regional. Asumiendo una actitud de solidez y responsabilidad en el concierto de las naciones del mundo. Esa postura, nos permitirá tener una mejor presencia y contribución en el quehacer global, dándonos cuenta que, en los momentos actuales, de grandes convulsiones sociales, económicas y militares en el orbe, nuestra participación en el mercado global será preponderante y trascendental, siendo partícipes de una coyuntura que debemos saber aprovecharla al máximo.

En Latinoamérica tenemos países emergentes que han podido lograr un escalamiento de desarrollo económico significativo, que han alcanzado ingresos considerables, teniendo como termómetro de medición sus referentes macroeconómicos, como México, Brasil, Chile, Argentina, Colombia, Uruguay y Perú principalmente, que han sabido sobreponerse a los desafíos socios-económicos y han logrado salir adelante, en base a su creatividad, esfuerzo e innovación. A pesar de los reveses padecidos, producto de sus conflictos internos.

MÉXICO DUPLICARÁ SU INVERSIÓN EXTRANJERA

En tal sentido, estudiosos del quehacer regional latinoamericano, consideran que México (país que ocupa el segundo lugar como nación, emergente en la región, después de Brasil) por ser vecino inmediato de Estados Unidos, primera potencia mundial aún, consideran que está mejor ubicado geopolíticamente, que los demás países de Latinoamérica , que le permitiría seguir creciendo aceleradamente, con una capacidad increíble para poder atraer capitales; pudiendo duplicar su inversión extranjera directa en los próximos años. Posesionándose como el único país en la región capaz de proveer al territorio norteamericano, constituyéndose en su principal proveedor. Pudiendo convertirse -en las siguientes décadas- en una potencia mundial, sacando provecho oportuno a la guerra comercial que mantiene EEUU y China.

Esto, debido a la reconfiguración global de las cadenas de suministros, impulsado por Washington, con el propósito de disminuir su dependencia de China y de Asia en general. Garantizando el abastecimiento en sectores críticos como la farmacéutica, los semiconductores, la tecnología médica y la electromovilidad. Teniendo ventajas competitivas: Casi el 90% del comercio bilateral con EEUU se realiza libre de aranceles, una condición sui generis que no se replica en otros tratados comerciales firmado con la Casa Blanca. México, tratando de cooperar con EEUU, sin dejar de exigir respeto a su autonomía, soberanía e independencia, ha logrado acentuar la credibilidad del país, tratando que el gobierno mexicano lograra intensificar las suspensiones a empresas importadoras de Asia, especialmente de China y Vietnam, que operan de manera irregular. Sin embargo, todo no es color de rosa, EEUU amenaza constantemente ingresar a territorio mexicano, implementando operativos militares, con el propósito de dar caza a los líderes del narcotráfico, que allí se guarecen, según manifiestan sus servicios de inteligencia como la CIA. Principalmente, a los operadores narcotraficantes del «Cartel de Sinaloa», organización clasificada como terrorista. Desatándose una psicosis de magnitud monumental en la frontera. Asimismo, hay que tener en consideración, como sostiene Pedro Baños, en su libro «Así se domina el Mundo» (Baños, 2017) que, a Washington, no le conviene que México crezca demasiado, salvo que tenga una relativa estabilidad como país. Pero; cuida, sobremanera, que no progrese tanto y llegue a convertirse en un frente competidor.

BRASIL EL COLOSO DEL SUR

Por su parte, Brasil, el gigante de la región latinoamericana, a pesar de su influencia europea portuguesa, tiene un profundo arraigo de identidad con los países de la región. Tal es así, que hay proyectos conjuntos gigantescos para impulsar el desarrollo en Latinoamérica, como es, la construcción de la mega obra del Ferrocarril Bioceánico, (que, partiendo del puerto de Do Santos, en Brasil, llegará hasta el mega puerto de Chancay, en Perú, para luego conectarse en 22 días con el puerto de Shanghái, en China; el terminal marítimo más grande del mundo), uniendo, de tal manera, Latinoamérica con el Asia, a través de la Cuenca del Pacífico. Un evento histórico de gran trascendencia, que revolucionará el comercio internacional, teniendo como plataforma nuestra región. Lográndose llevar y traer mercancías a gran escala, en un movimiento comercial internacional gigantesco; disminuyendo costos operativos, ahorrando tiempo e incrementando rentabilidad a los operadores. Promoviendo el empleo. Asimismo, estaremos creando las bases sólidas, sostenibles de conexión con el Asia, a donde exportaremos -en gran escala en los próximos años nuestra producción- principalmente alimentos, constituyéndose la región latinoamericana, en la despensa del mundo, a través del desarrollo de la agroexportación, que ha empezado a crecer de manera vertiginosa, empleando la tecnología.

Llegaremos al Asia, sin utilizar las vías tradicionales, como el Canal de Panamá o dándonos la vuelta por el Estrecho de Magallanes, perdiendo recursos económicos y tiempo. Abriendo de tal manera un nuevo ciclo, que avanzará a gran velocidad, de intercambio de bienes y servicios, en la historia de la humanidad; que, con el apoyo del avance de la tecnología, a través de la investigación científica, arribaremos a niveles impredecibles de producción y productividad. Convirtiéndose Latinoamérica en una región codiciada, altamente competitiva.

En esa dirección de desarrollo mundial, nuestros recursos naturales críticos, principalmente materias primas minerales, jugarán un rol estratégico en el crecimiento económico global, garantizando nuestra preponderancia en el mercado internacional. Brasil, entiende muy bien esta coyuntura, al estar bien posesionado para beneficiarse de la descarbonizacion mundial, dada su competitividad en sectores estratégicos, como los biocombustibles, la minería y la agricultura, según lo manifiesta, Luis Henrique Guimarães, consejero y expresidente de COSAN (World Economic Forum, 2024). Añadiendo, que las inversiones proceden del sector privado, pero el gobierno brasileño está facilitando las inversiones con recientes normativas sobre la transición energética, el hidrogeno y el mercado del carbono; lo que permite el crecimiento y la creación de puestos de trabajo de alta calidad.

DIÁLOGO Y ALTA DIPLOMACIA

La región latinoamericana, en esta singular coyuntura global de zozobra y gran incertidumbre, sumergidas en una guerra arancelaria sin cuartel, promovida por la administración norteamericana de Donald Trump -con el propósito de proteger su statu quo e imponer a raja tabla su hegemonía dominante en el mundo- tiene la oportunidad de asumir grandes retos y lograr alcanzar el desarrollo, anhelado por tantos años. Superando los reveses que se nos presentan de manera constante en la región. Sabiéndonos manejar con sabiduría y prudencia ante las amenazas desproporcionadas que parecen querer aniquilarnos. Teniendo como principio, evitar al máximo los enfrentamientos militares, que en estos momentos están en boga en diversas partes del mundo, generándose focos tenebrosos de tensión bélica, que están costando miles de vidas y desaparecidos. Creando hambre, miseria y desolación. Estos eventos, en nuestra región deben ser superados, evitando neutralizarlos, cuando pretendan asomarse. Utilizando -volvemos a insistir- el diálogo, expresado profesionalmente en el uso correcto de la alta diplomacia. Buscando el entendimiento civilizado y la comprensión.

EL TRIÁNGULO DEL LITIO

Por otra parte, Chile, Perú, Bolivia y Argentina constituyen una reserva estratégica de dimensiones impredecibles, con gigantescos depósitos de commodities, principalmente, materias primas criticas (MPCs). Productos naturales escasos y de gran demanda en la actualidad. Por lo que, los grandes países industrializados -necesitados de estos recursos- han puesto la mirada en nuestras tierras, en los países del sur global. Radicando allí nuestras expectativas para poder lograr alcanzar el crecimiento económico que tanto necesitamos en un futuro próximo.

En tal sentido, el comercio global, empieza a concentrarse principalmente en la compra y venta de las materias primas críticas, que están constituidas por los minerales estratégicos y las tierras raras. En esa dirección, Latinoamérica toma una ventaja competitiva extraordinaria, que los gobiernos de la región deben saber aprovecharlo. Tenemos reservas de litio y cobalto, esenciales para la fabricación y abastecimiento de las baterías. Necesarias para la industria de la electromovilidad.  Así como, germanio y galio empleado en los microchips. Asimismo, el cobre y el oro, son metales críticos que juegan un papel determinante. Siendo Chile y Perú los principales países, de América del Sur, productores de cobre en el mundo. Teniéndose entendido que la producción de un coche eléctrico demanda cuatro veces más cobre que la producción de un vehículo a combustión. Por lo que la demanda del cobre está superando tremendamente a la oferta, creando un desequilibrio que irá en aumento en los próximos años, en la medida que avance la transición energética en el mundo. Disparándose los precios internacionales de los minerales de manera continua. Por ello el oro y el cobre están continuamente al alza. Eso nos favorece tremendamente.

Perú, por su parte, es el número uno como productor de oro en Sudamérica y el octavo en el mundo. Calculándose sus reservas alrededor de 2,500 toneladas métricas finas (TMF) (Moscoso, 2025). Esto nos permite -como latinoamericanos- tener una posición de ventaja en nuestra participación en el mercado mundial, que tenemos que saber negociar, para fortalecer nuestra economía. Esa es la gran preocupación que tienen los países desarrollados, que necesitan a gran escala el suministro de estos productos imprescindibles para garantizar su producción y seguir manteniendo su economía y poder hegemónico en el mundo. Habiendo considerado la adquisición de estos minerales, como parte de su seguridad nacional, según su escala de valoración estratégica de protección.

Asimismo, teniendo en consideración que la demanda de litio podría aumentar vertiginosamente para el año 2040. Incrementándose aproximadamente en 40 veces la necesidad actual, si el mundo avanza aceleradamente, cambiando rápidamente del uso de los vehículos a gasolina por los eléctricos, volviéndose el insumo altamente codiciado, quienes lo posean tendrían una brillante oportunidad para mejorar ostensiblemente el crecimiento de su economía y lograr un progreso sostenido. Ubicándose en una posición privilegiada, para llevar adelante negociaciones efectivas. Esa oportunidad la puede explotar racionalmente Latinoamérica, a través de sus repúblicas de Argentina, Chile y Bolivia, donde se tiene conocimiento de la existencia de este suministro en depósitos en grandes proporciones, llegando a denominarse en el mercado global como el Triángulo del Litio. Una zona geográfica muy codiciada por la industria tecnológica de los países desarrollados. Bolivia la lidera, constituyéndose como la primera reserva más grande de litio en el mundo, seguido por China.

PERÚ, PROMUEVE LA AGROEXPORTACIÓN

Por otro lado, el Perú, una nación ancestral en el quehacer minero, líder en el mercado mundial de los commodities, con reservas extraordinarias de minerales críticos, que las poseemos en las alturas de nuestra serranía, en La Cordillera de los Andes. Tal es así que Perú, produce 8 de los minerales estratégicos críticos (cobre, hierro, plomo, molibdeno, plata, zinc, indio y grafito), de los 17 que se necesitan para garantizar y hacer realidad la transición energética en el mundo.  Asimismo, el Perú está bien ubicado geopolíticamente, para ser puerta de entrada a Sudamérica en una conexión directa con el Asia. En esa dirección, contamos con un Hud portuario en Chancay, un Mega Proyecto -construido con capitales chinos, que entró en movimiento a finales del   año pasado- y que proyecta mover un millón de contendedores anualmente. Siendo elegido el Perú por China como uno de sus principales socios comerciales.

Por otra parte, Perú está empezando a tener fuerza inusitada con el desarrollo de la agroindustria exportadora. Poniendo especial atención a la ampliación de la frontera agrícola, que aún no se le da la atención debida. En ese camino, se ha promovido en los últimos meses negociaciones de gobierno a gobierno, en el sector agrario y de riego, con el Japón. Lográndose concretar un contrato de concesión para que el país asiático logre sacar adelante el proyecto Majes Siguas I, II y III, en la región sur de Arequipa, de manera integral, permitiendo recuperar de manera inmediata 30 mil hectáreas, útiles para la agricultura, que deberán ser incorporadas al cultivo. Asimismo, se encargará de la construcción moderna en infraestructura hidráulica, expresada en canales de regadío y represas. Así como la generación de energía hidroeléctrica. Y transferencia de tecnología. Esta actitud positiva y de cooperación por parte de país japonés, es parte de una avanzada estratégica, del país nipón, para contrarrestar la penetración en la región, de China. Ya que Japón busca una influencia económica estratégica en América del Sur. Viene para quedarse, y así poder ver otras oportunidades de inversión para enraizarse en América del Sur. Impidiendo el avance del gigante asiático. Situación que a nosotros los latinoamericanos nos interesa sobremanera. Ya que todo lo que beneficie a nuestros pueblos debe ser bienvenido. Siendo pragmáticos, buscando siempre el bienestar general de nuestras naciones de la región.

Por otro lado, los arequipeños vienen trabajando a la velocidad de una locomotora. No solamente impulsando la producción de la industria Minera y la agricultura, sectores que empiezan a desarrollarse arrolladoramente, generando prosperidad en el departamento; sino que ahora han puesto en marcha la consolidación del Mega puerto de Corío, con una proyección del doble de inversión de lo que significa Chancay. Considerando que la fuerza de la infraestructura portuaria marítima es determinante para el desarrollo del comercio mundial. Teniéndose en cuenta que el 90% de las mercancías que se movilizan en el planeta utilizan este medio de comunicación. Y con el propósito de equilibrar fuerzas e influencia en el país inca, se tiene conocimiento que empresas estadounidenses estarían interesadas en llevar a cabo la colosal obra, para compensar el avance chino en Chancay. Como podemos darnos cuenta la competencia por los mercados es intensa. Y, Latinoamérica es parte importante de ese proceso global.

UN AEROPUERTO DE CALIDAD INTERNACIONAL

Perú, como parte de la región Latinoamérica, avanza lento pero seguro, en medio de un sin número de problemas internos -principalmente de índole política y de seguridad, con una crisis de ese orden que arrastra desde hace más de ocho años-. Sin embargo, acaba de inaugurar un moderno Mega Aeropuerto Internacional; uno de los mejores del mundo, que lo catapulta y hace crecer la confianza como país moderno en navegación aérea. Desarrollando buenas relaciones con todas las principales potencias, que son parte de un mundo multipolar. No tiene ningún contratiempo en su relación diplomática, de respeto y alta envestidura, tanto con EEUU, China, Rusia, India, Japón, etc. Generando una cooperación mutua que permita el acercamiento solidario de nuestros pueblos.

En este estudio que estamos desarrollando, es necesario tener en consideración la diferencia de gobiernos e ideologías que existen en algunos países que constituyen la gran familia latinoamericana y caribeña. Como es el caso de Cuba, Venezuela, Colombia, Nicaragua, Chile, Bolivia, México y Brasil. Sosteniendo enfáticamente que somos promotores del quehacer político democrático. Sin embargo, somos respetuosos de la autodeterminación de los pueblos. Actuando con tolerancia diplomática. Reconociendo la capacidad de construir y decidir su destino. Creemos en la Unidad Latinoamericana en base a la diversidad de regímenes y gobiernos que existente en la región. Declarándonos abiertamente en contra del totalitarismo, el fascismo y la tiranía; asumiendo una lucha frontal contra la corrupción. Haciendo prevalecer el Estado de Derecho Internacional, que supone la defensa de los Derechos humanos, no solo en la región, sino en todo el mundo.

Latinoamérica, lo sostenemos con mucho optimismo, vive una coyuntura favorable, en estos momentos, que la trasladará -si lo sabemos manejar con sapiencia- hacia el desarrollo y el progreso. La situación que padecen la mayoría de nuestros países pobres, como los centroamericanos y caribeños, como Cuba. Otros, de mando medio, como algunos sudamericanos, que se esfuerzan por salir del subdesarrollo, puede cambiar radicalmente, en esta nueva coyuntura que nos ofrece el mercado global. Una oportunidad brillante, con los altos precios de los commodities. Aún, en medio de gran incertidumbre y zozobra. «Cuando la noche está más oscura es que se acerca el amanecer», sostiene la sabiduría popular.

SALGAMOS DE LA POBREZA, ALCANCEMOS EL DESARROLLO

Quién puede negar ¡sería un iluso!  que en la región han vivido nuestros pueblos por muchos años en medio de grandes desigualdades económicas, llena de injusticias, que han mantenido a la mayoría en la pobreza. Alejados de la satisfacción de las principales necesidades básicas como seres humanos dignos. Viviendo sin luz eléctrica, sin agua potable ni alcantarillado. Sin atención primaria en la salud. Alejados de la educación básica. En fin, abandonados a su suerte. ¡Sálvese quien pueda! Eso ha generado resentimiento en algunos sectores que convulsionaron y convulsionan socialmente el orden social y la gobernanza. Creando inestabilidad política, económica y social, que empeora la situación que se padece. Hemos vivido tiempos difíciles, a lo largo de nuestra historia: enfrentamientos, pugnas y luchas intestinas que nos llevaron a enfrentarnos entre hermanos. Sin embargo, los tiempos han cambiado radicalmente, como lo hemos manifestado anteriormente. Los pueblos han madurado, y ahora se avizora un nuevo amanecer, donde estamos obligados a vivir en armonía, en concordia, cooperando y siendo solidarios. América latina, ingresa a un nuevo ciclo de recuperación económica, social y política autentica, en función de la ventaja geopolítica y nuestros recursos naturales que tenemos para negociar con el mundo, exigiendo soberanamente lo que nos corresponde.

En los tiempos actuales que estamos viviendo, las naciones, exacerban los nacionalismos, que no es otra cosa que la protección cerrada de sus propios intereses. Algo que podría verse como razonable en una coyuntura de gran incertidumbre que padecemos. Sin embargo, es una actitud que los gobiernos latinoamericanos deben tener bien presente cuando negocien tratados internacionales y contratos económicos con sus pares de otras latitudes. Sin correrle a las grandes inversiones internacionales directas que puedan venir a cualquier país de la región, aceptándolas con sagacidad y prudencia, los gobernantes nativos beberán actuar con mucho tino. Pensando siempre que algo se puede esconder en nuestra contra, pretendiendo hacernos daño. Y, decimos esto, porque vemos como las grandes potencias en su afán de ganar el mercado latinoamericano, con más de 650 millones de consumidores, y pletórico de recursos naturales que pueden ser explotados, pretenden consolidar su presencia en nuestras tierras, queriendo hacer negocios con nosotros. Estando disputándose el espacio geográfico, principalmente, -poniéndole mayor atención en este estudio, a EEUU de Norteamérica y la China-. Dos gigantes, económicos y financieros, que recorren y sacuden el mundo con el propósito de influirlo y controlarlo. Disputándose la hegemonía global.

SOMOS PAÍSES SOBERANOS E INDEPENDIENTES

Por muchos años, la mayoría de los países de América Latina, desde que dejaron de ser colonias de España y Portugal, dependieron política y económicamente de Washington. Considerándonos vulgarmente como su patio trasero, como una forma de afirmar su poder y dominio. Sin embargo, en las últimas décadas, debido al deterioro de su economía, que promovió el crecimiento de su deuda, alcanzando el nivel de su PBI. Así como el déficit de su Balanza Comercial: Mas importaban que exportaban. Esta situación estaba poniendo en aprietos su estabilidad económica y financiera. Quedándole, solamente como soporte, su poderío militar. Esa realidad sui generis hizo que Wasington descuidara la inversión directa en la región. Abandonándola.  Dejando de promover su desarrollo.

Es en ese periodo de tiempo -de letargo y contracción de la economía estadunidense- que se inicia en la década de los 80, empieza el surgimiento del gigante asiático. Es decir, en la últimas cuatro décadas aproximadamente, empieza a crecer China, que como una locomotora -sedienta de mercados- comienza a recorrer el mundo, seduciendo a grandes empresas trasnacionales para que vengan a invertir en el país oriental. Otorgándoles grandes incentivos, como mano de obra barata. Logrando su objetivo de manera abrumadora. Mil 300 millones de chinos se ponen en movimiento y sacuden el mundo.

Por esos años, empieza una nueva era del despertar apasionado en el país asiático. Deng Xiaoping, estadista y líder chino, motivó a sus paisanos a ingresar al desafiante mundo de hacerse ricos: «Hacerse rico es glorioso». Arengaba por doquier. Empezando al mismo tiempo a implementar profundas reformas.

250 MIL MILLONES DE DÓLARES PARA AMÉRICA LATINA

Con el ambicioso propósito de hacer negocios en la región Latinoamericana, hace diez años, aproximadamente, China se trazó el objetivo de invertir 250 mil millones de dólares en esta región del Hemisferio Sur. Y vaya que lo ha conseguido con creces. Logrando sus objetivos. En el Perú, solamente, sus inversiones sobrepasan los 30 mil millones de dólares, convirtiéndose en el principal socio comercial del país andino. Desbancando de este puesto a Estados Unidos. En Brasil, China, viene invirtiendo aproximadamente 90 mil millones de dólares. Siendo este país el primer destino de capitales del gigante asiático en Latinoamérica. En Venezuela, sus inversiones directas ascienden a 60 mil millones de dólares, entre el 2005 y 2023. Apalancando sectores estratégicos como energía e infraestructura. Además, tiene inversiones menores en otros tanto países de nuestra región, como Chile, con quien firmó un Tratado de Libre comercio (TLC) en el año 2006, consolidando su relación formal y diplomática. También, sus inversiones en Ecuador, Colombia y Bolivia, le permiten garantizar una presencia significativa en el quehacer económico y financiero de la región (Soto, 2025, pág. 200).

Se tiene conocimiento, que hasta finales del 2023, la inversión directa acumulada de China en la región Latinoamericana ascendió a 600 mil 800 millones de dólares. Y el comercio bilateral, en 2024, superó los 518,400 millones (Salazar, 2025).

Hay que tener presente que en las tres últimas décadas China no ha parado de crecer. Desde el 2000 al 2011, el país asiático creció 10% de manera continua y sostenida. Toda una proeza. Sin embargo, entre el 2012 y 2014, fue afectada en su crecimiento, debido al proceso de desaceleración económica mundial que padece occidente. Registrando, en ese periodo un crecimiento del orden de 6% y 7% anual. Nada despreciable.

Asimismo, se confirma un impresionante crecimiento económico de China, en las inversiones, el comercio y el financiamiento en Latinoamérica, en los últimos años, superiores a las que provienen de Estados Unidos de Norteamérica. Sacándole una ventaja competitiva enorme, que debilita significativamente su liderazgo de Washington en la región (CEPAL, 2023).

El gigante asiático está concentrado en generar fuerte influencia económica y financiera en Latinoamérica. Para ello promueve agresivamente el comercio internacional, a través de la Cuenca del Pacífico. Siendo parte de las 21 economías más poderosas que constituyen el APEC. Así, como invirtiendo en grandes proyectos de infraestructura, que permitan ganar eficiencia en la conectividad, para facilitar el desarrollo conjunto. Implementado una nueva forma de desarrollar el crecimiento económico de las naciones. Tal es así, que varios países de la región están comprometidos en su Plan Estratégico de crecimiento mundial, puesto de manifiesto en «La Franja y la Ruta». Más conocida como la Nueva Ruta de la Seda.

EEUU. RUGUE COMO UN LEÓN DESESPERADO

Por su parte, Estados Unidos de Norteamérica, trata de reubicarse ante esta nueva realidad geopolítica, tratando de no perder su influencia en la región. Habiendo desatado una guerra comercial en torno a los aranceles; haciéndolo subir a algunos productos, en algunos países, de manera desproporcionada. Castigando severamente a China, principalmente, y de manera última a India (en cuanto al comercio del petróleo) y Brasil (por el problema Bolsonaro). Esta situación, naturalmente, afecta sobremanera, a América Latina. No queriendo reconocer, la administración Trump, que hay nuevos competidores en el mercado global. Existiendo actualmente una multipolaridad, necesitándose de ese modo, en las actuales circunstancias, la cooperación, para poder hacer frente a la desaceleración económica mundial. Y atacar, de manera urgente, los graves problemas que afectan al planeta. Aceptando, las reglas de libre mercado, impuestas por un modelo capitalista democrático, las que están en juego.

Por otra parte, se vuelve sensible y bastante delicado nuestra relación regional con Rusia, en el contexto global. A pesar que las relaciones entre Rusia y América Latina han sido pragmáticas, enfocadas en cooperación militar, energética y política. Sin embargo, el conflicto en Ucrania -que está superando los tres años-, ha generado una mayor presión internacional sobre estos vínculos con los países Latinoamericanos. Intentando mantener una posesión neutral para evitar sanciones occidentales. La influencia de Rusia en la región sigue siendo un factor relevante en la reconfiguración del Nuevo Orden Económico Mundial. En este contexto, la pregunta clave seria si la región debería seguir profundizando sus lazos con Rusia o si el costo diplomático de esta relación podría ser mayor que los beneficios económicos y militares (Boada, 2025).

EL CARIBE EN LA ENCRUCIJADA…

Por otra parte, la tensión militar desatada en el mar caribe -con el desplazamiento de destructores, submarinos, con cabezas nucleares, y más de cuatro mil soldados a bordo, fuertemente armados-  promovida por la administración Trump, tratando de dar caza a narcotraficantes, que según manifiestan, se esconden en Venezuela, siendo parte del Cartel de los Soles, y que tienen como jefe a Nicolás Maduro, considerándolo líder de la organización criminal; constituyéndose una amenaza para la seguridad norteamericana. Esta situación, es vista por los entendidos, como una amenaza flagrante a nuestra región Latinoamericana, que va más allá de mera persecución criminal. Ya que en ese enfrentamiento compromete la estabilidad social, política económica y militar de dos hermanas republicas Sudamericanas, como son Venezuela y Colombia. Al margen de los hombres, hay que defender a los pueblos. Si hay hombres corrompidos, pues no queda otra alternativa que castigarlos, dentro del marco jurídico y aplicando el derecho internacional. Pero, no poniendo en jaque el desarrollo y la estabilidad de toda una región. Somos latinoamericanos, y estamos en todo nuestro derecho de ejercer soberanía y jurisdicción. Una invasión, en la actualidad, a Venezuela o Colombia, por parte del ejército estadounidense sería visto como una agresión a toda la región y por tanto calificado como un acto bochornoso y deleznable. Cometido con alevosía, premeditación y ventaja, que ningún latinoamericano de corazón lo compartiría. Así como tampoco estuvimos de acuerdo cuando el gobierno venezolano amenazaba anexarse la región de la Guyana, considerándola un atropello, que perturbaría la tranquilidad pacifista que promovemos los sudamericanos. Somos demócratas y nos ratificamos en la defensa de la autodeterminación de los pueblos, con soberanía y libertad.

(*) Periodista

sábado, 23 de agosto de 2025

MINERÍA: ¡NO DEJEMOS PASAR ESTA GRAN OPORTUNIDAD!

 

Por: Enrique Soto Roca (*)

Un nuevo boom en la Industria Minera, que podría ser un nuevo superciclo -superior al que tuvimos en la década del 2003 y 2012- estaría a punto de suceder en nuestro país; debido a la crecida abrumadora de los precios de los minerales estratégicos, generada por una gran demanda en el mercado global, que necesita urgente los commodities para garantizar de manera efectiva la transición energética y la electromovilidad, que permitirán la descarbonización del planeta. Disminuyendo ostensiblemente el calentamiento global que amenaza nuestra existencia. Sin embargo -sostenemos con mucha preocupación-, nuestras autoridades gubernamentales, no hacen nada considerable, de manera oportuna, para lograr que esto suceda, corriéndose el grave riesgo, que no se logre materializar esta brillante oportunidad que nos ofrece la coyuntura del mercado internacional, dejándola pasar irresponsablemente; para después sumergirnos en una letanía de lamentación, por nuestra incompetencia e incapacidad. Teniéndose en consideración que la Industria Minera en el Perú es uno de los principales motores de la locomotora que garantiza el arrastre del crecimiento económico en el país.

TENEMOS UN POTENCIAL MINERO ENORME

Debemos tener presente, en un análisis serio, sobre el poder estratégico que tenemos como productores de minerales, líder en el mercado global. El Perú produce 8 de los 17 principales metales críticos que necesita el mundo para la transición energética, como el cobre, oro, plomo, zinc, plata, estaño, hierro y molibdeno. Que los poseemos en reservas considerables en las entrañas de nuestra Cordillera de los Andes.

Como dicen nuestros analistas e investigadores especializados en el quehacer extractivo minero: “El Perú tiene un potencial minero enorme, que debe ser aprovechado poniendo nuevas minas en operación y manteniendo las actuales, calculándose que, en tales circunstancias, generará el Estado un monto aproximado de 500 mil millones de dólares, hasta el año 2050” (Informe Potencial Minero del INGEMMET-11/01/18).

Como podemos darnos cuenta, las proyecciones técnicas de producción de minerales en el país son prometedoras. Augurando un porvenir de crecimiento económico extraordinario, positivo para nuestra nación.

PROMOVER 2 MILLONES DE EMPLEOS

Por otro lado, el Perú cuenta en estos momentos en su Cartera Minera de Inversión, con 67 proyectos, que suman alrededor de 65 mil millones de dólares. Capaces de generar 2 millones de empleos directos e indirectos; que harían crecer el mercado de manera espectacular, promoviendo los ingresos ciudadanos de manera significativa, que permitirían dinamizar el consumo interno considerablemente, elevando la calidad de vida de nuestra población. Sin tener en cuenta que esa inversión referida, podría llegar a los 80 mil millones de dólares, si consideramos la actualización de costos de producción, en las nuevas inversiones. Empezando por la construcción de infraestructura de los yacimientos que entrarían en operación.

El país es una potencia en producción de cobre y oro. Sin embargo, la tenemos frenada, debido a que no nos interesamos en formar suficientes y bien capacitados profesionales en el quehacer minero. Principalmente geólogos, altamente calificados, con conocimientos de alta tecnología moderna, ya que ellos son la vanguardia en la avanzada del sector extractivo, ubicando los depósitos de minerales que serán extraídos; ahora no se encuentran tan fácilmente, como antes que se hallaban a flor de suelo, a menos de cien metros de excavación. Hoy se tiene que hacer perforaciones profundas de más de mil metros, para dar con el tesoro. Recurriendo para ello al auxilio de la tecnología minera moderna, promovida por la Inteligencia Artificial. Es decir, actualmente, la educación, basada en el conocimiento, se ha convertido en imprescindible para avanzar y desarrollar la industria minera, haciéndola competitiva y sostenible.

¡PONER EN PRODUCCIÓN 9 PROYECTOS PARALIZADOS!

Para avanzar en el quehacer minero con aplomo, en el país, es conveniente dinamizar los proyectos. Destrabando muchos de ellos, poniéndolos rápidamente en operación y producción. Teniendo en cuenta que, de los 29 mayores proyectos de cobre paralizados en el mundo, 9 están en el Perú. Siendo algunos de ellos: La Granja, Conga y Michiquillay (Cajamarca); los Chancas (Apurímac); Río Blanco (Piura) y Pampa de Pongo y Tía María (Arequipa). Eso se tiene que superar de manera urgente, para así pretender aprovechar la gran oportunidad que nos está dando el mercado global. Eso significa -dentro de otros obstáculos- disminuir la traba burocrática, que se reflejan en la excesiva tramitología, que se está convirtiendo en una traumatología. Que impide el desarrollo y el progreso de nuestros pueblos.

Trabajemos con ahínco y perseverancia, para que estas iniciativas de inversión privada en el sector minero, sean más operativas bajo un marco competitivo, dentro de una economía eficiente de mercado. Con procesos más agiles y una mayor estabilidad social y política.

HACER CRECER LA INVERSIÓN MINERA

“Hoy el Perú debería estar con una inversión minera de 14,000 millones de dólares. Cercana al 5% del PBI, similar al año 2013, pero en lugar de eso nos mantenemos en 5,000 millones de dólares. Alrededor del 2%”, sostuvo Carlos Gallardo, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE).

Hay que tener presente que tenemos el oro en máximo histórico de 3,300 dólares la onza Troy. Y el cobre y la plata en tendencia creciente, abriéndose una oportunidad única y trascendental para impulsar el crecimiento económico de nuestro país, que estamos obligados a no dejarla pasar sin sacarle el mayor provecho.

EL ORO PODRÍA ALCANZAR LOS 4,000 DÓLARES LA ONZA

Debido a la creciente demanda de los bancos centrales del mundo por hacerse con el oro, como refugio económico, para defenderse de la incertidumbre económica global, los especialistas, anuncian que el precio del metal precioso, a finales del 2026 llegará a 4,000 dólares la onza Troy.

Por su parte, en los últimos cinco años, la India hizo crecer sus bóvedas de oro que estaban en 650 a 900 TMF. Y Polonia, pasó de tener 225 TMF de oro a 515.

Esas actitudes, de protección gubernamental, hacen pensar a los estudiosos de la evolución de los precios del metal amarillo, que para el año 2030, se especula, que llegará a costar la fabulosa cifra de 8,000 dólares la onza Troy. ¡Una barbaridad!

Sin embargo, nosotros los peruanos tenemos una preocupación grande, debido a que, en el 2024, el país produjo 97 TMF de oro, pero exportó 179. Observándose de fondo una brecha de 82 TMF. Afectándonos considerablemente la recaudación fiscal, que la tenemos alicaída, por debajo del 15% del PBI. Estando obligados a corregir esta tendencia, promoviendo, a toda costa, la formalización minera -principalmente en la Pequeña Minería y Minería Artesanal- y combatiendo -con la ley en la mano- la minería ilegal (léase delincuencial). Es una tarea pendiente en esta legislatura del último año de gestión de este gobierno que debe de resolverse; promulgándose la Ley de Minería Artesanal y de Pequeña Escala. Ley MAPE. Que se ha venido postergando de manera continua en los últimos años. Con esta promulgación, se daría por terminado el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO). Cerrándose un ciclo histórico en el quehacer de la Industria minera en el Perú.

(*) Periodista

miércoles, 6 de agosto de 2025

¿QUÉ HACER PARA IMPULSAR LA INDUSTRIA MINERA?

 

Por: Enrique soto Roca (*)

El Perú es un país bendecido; tenemos una potencial Cordillera de los Andes, pletórica de rocas volcánicas y plutónicas, ricas en polimetales. Es dueño, asimismo, de una impresionante estabilidad geológica, que genera admiración en el mercado mundial; siendo reconocidos como uno de los principales líderes de la Industria Minera, teniendo una demanda global asegurada de minerales para las siguientes décadas, que contribuirán a la transición energética y la descarbonizacion del planeta. Sin embargo, esta potencialidad, que nos brinda la madre naturaleza, no la estamos aprovechando como debe ser, optimizando la exploración y explotación de nuestros recursos naturales extractivos; promoviendo la formación de nuevos, expertos y eficientes geólogos. Así como, mejorando los procesos regulatorios, permitiendo que los proyectos avancen sin trabas innecesarias. En un periodo histórico coronado por la gran demanda de minerales y sus altos precios en el mercado internacional. Si no actuamos a tiempo y con la debida premura, solo veremos pasar esta gran oportunidad que nos brinda la coyuntura mundial, para progresar y crecer económicamente, generando el bienestar general a toda nuestra población.

Consideramos una gran responsabilidad, por parte de nuestras autoridades, saber aprovechar este trascendental momento histórico que estamos viviendo, que favorece de manera enorme al sector extractivo de nuestro país; impulsando su desarrollo, expansión y consolidación. Teniendo en consideración que su contribución al erario nacional es estratégica, representando el 40% de las recaudaciones del Impuesto a la Renta empresarial. Asimismo, contribuye con el 15% del Producto Bruto Interno (PBI), constituyendo el 65% del total de nuestras exportaciones anuales. Trayendo divisas. Reconociendo al sector, como la locomotora, que mueve y arrastra a todos los demás sectores económicos -sin pretender disminuir la importancia significativa trascendental de las otras actividades productivas-, generando crecimiento, promoviendo el empleo y estimulando el consumo interno. Garantizando de tal manera, estabilidad económica en el país.

 EXPORTAREMOS 60 MIL MILLONES DE DÓLARES EN MINERALES

Asimismo, se tiene conocimiento, que el Perú exportará este año, 60 mil millones de dólares en minerales. Habiéndose contabilizado ingresos tributarios recaudados por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT), montos, al mes de junio último, de 83,249.6 millones de soles, de los cuales el 13% corresponden a impuestos de actividades de la Industria Minera. (Gestión 23/07/25)

“Los recursos minerales son la columna vertebral de la sociedad moderna. Esta se detiene sin el cobre -sostiene Adam Simon, geólogo y profesor de la universidad norteamericana de Michigan-. Sin embargo, su importancia crucial a menudo se pasa por alto y con frecuencia está ausente de las agendas políticas de las naciones”. Así se explican, los entendidos en la materia, estudiosos e investigadores, la importancia del quehacer minero en el mundo. Considerándola imprescindible para el desarrollo y crecimiento económico global.

INFRAESTRUCTURA PARA EL DESARROLLO MINERO

Teniendo en consideración la importancia y trascendencia de promover el desarrollo y crecimiento de la industria extractiva minera, debemos señalar que una de las acciones a realizar, para generar mayor producción de minerales, de manera sostenida, es la implementación y desarrollo de una adecuada infraestructura, que incluya líneas férreas, carreteras, electrificación, puertos, represas y canales de irrigación. La interconexión, la energía y el agua, son algunos de los factores básicos para sacar adelante a la industria minera. Estando bastante retrasados en este aspecto, nuestro país, por más de tres décadas. Necesitando el Perú una inversión gigantesca que supera los 100 mil millones de dólares. Estando en la necesidad y obligación de hacerlo, de manera urgente, en los próximos años, si queremos desarrollar y salir adelante.

Para lograr avanzar en el desarrollo minero es de suma importancia lograr tener injerencia en la promoción de clústeres económicos. Por ejemplo, la actividad minera debe asociarse, en algún determinado territorio, con la agro-exportación y el turismo. Actividades económicas que, actuando coordinadamente -logrando localizar objetivos comunes- en una misma jurisdicción, mejorarían su quehacer económico, optimizando sus procesos, elevando la productividad y la producción, apoyándose mutuamente, generando líneas maestras de desarrollo conjunto. Tratando de replicarse esas experiencias en otras regiones, del territorio nacional. ¿Qué se espera para implementar esta necesaria articulación? Estando seguros que todos apoyaríamos esta decisión estratégica.

A pesar que la industria minera en el Perú está avanzando y creciendo, aún no se mueve al ritmo de las exigencias del mercado global, teniendo las potencialidades necesarias para lograrlo. ¿Qué pasa? ¿Por qué camina muy lento cuando tiene posibilidades de acelerar el paso? Por tal pesadez, fuimos desplazados, como productores mundiales de cobre del segundo al tercer puesto, por la República Democrática del Congo, hace dos años continuos. Esperamos este año, recuperar el lugar que nos corresponde, e ir más lejos, queriendo que nuestro país sea el primero. Ya que tenemos reservas en abundancia, superiores a las de la competencia. Si nos proponemos de verdad, nosotros podríamos superar en producción a Chile. Ya que estamos ubicados en mejores condiciones geográficas y geológicas, teniendo mayores potencialidades. Estamos obligados a pensar en grande.  Solo es cuestión de ponernos las pilas y afinar nuestra estrategia competitiva. Elevando nuestra producción, siendo más agresivos empresarialmente. Ya que somos un país minero, de manera ancestral, con experiencia y trayectoria de gran alcance, reconocidos mundialmente. Habiendo llegado el momento de sacar y poner de manifiesto todas nuestras capacidades. Siendo eficientes.

67 PROYECTOS POR 64 MIL MILLONES DE DÓLARES

En tal sentido, no nos contentemos con sacar adelante, de manera inmediata, en los próximos tres años, 11 proyectos mineros -como lo anuncia el Ministerio de Energía y Minas (MINEM)- de los 67 proyectos que tenemos actualmente en total en cartera. Ya que es una inversión muy ínfima que no supera los 8,000 millones de dólares, que equivaldría a una inversión anual de menos de 3,000 millones de dólares. Cuando en buenos tiempos la inversión minera privada alcanzaba los 10 mil millones de dólares anuales. A ese monto debemos acercarnos. Debemos ser ambiciosos. Solo así haremos crecer al país. Disminuyendo considerablemente la pobreza, promoviendo el crecimiento de la clase media, que ha sido severamente golpeada en los últimos años.

Debemos proyectarnos optimistamente, de manera realista, hacia el 2030. Con el propósito de ejecutar e implementar el 50% del total de nuestra actual cartera de proyectos mineros, que asciende a 64,100 millones de dólares. Lograr ese objetivo sería un quinquenio extraordinario, que significaría haber creado una plataforma sólida y sostenida, para dar paso a un crecimiento acelerado en los próximos quinquenios, con una proyección estratégica hacia el 2050. Donde la demanda del cobre -para ese entonces- va hacer abismal en el mundo. Calculándose -según especialistas- que se necesitarían 91 millones de toneladas de cobre, para ese momento, para lograr el objetivo de cero emisiones de carbono en el planeta. Un desafío gigantesco, que parece inalcanzable.

(*) Periodista 

jueves, 24 de julio de 2025

DIÁLOGO MINERO UN RETO NACIONAL

 

Por:Enrique Soto Roca (*) 

Mañana viernes 25 de julio, a pocos días de nuestro aniversario patrio, se vuelven a reunir en Palacio de Gobierno -para continuar con el diálogo iniciado hace dos semanas, que se prolongará por espacio de dos meses, según lo pactado, en base a una tregua- el Ejecutivo y los representantes de la Confederación Nacional de Pequeños Mineros y Mineros Artesanales (CONFEMIN-PERÚ), con el propósito de resolver agudas controversias que están generando conflictos sociales y lograr alcanzar un entendimiento sostenible y duradero entre las partes, en beneficio del  país. Sin embargo, según los analistas más entendidos en la materia, consideran, en base a la realidad -por la extrema complejidad del problema- que difícilmente se logre alcanzar un final feliz. Logrando el entendimiento y la comprensión. Manifestando que el sector extractivo peruano necesita actualmente una profunda reforma jurídica, que permita reordenar el mercado, integrando a la pequeña minería y minería artesanal, en una nueva circunstancia, en la que se desenvuelve la Industria Minera.

Hay que tener en consideración que la realidad evidente del quehacer extractivo minero ha cambiado radicalmente en los últimos 30 años, desde los inicios de la década del 90. Siendo imprescindible debatir seriamente lo que viene aconteciendo en la Industria Minera. En ese entonces -hace tres décadas- el Perú tenía, según reporte del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), 2 millones 300 mil hectáreas concesionadas. En la actualidad tenemos aproximadamente 20 millones de hectáreas concesionadas. Siendo administradas por solo 50 grandes empresas, que el estado les adjudicó por un periodo de 30 años; siendo solamente trabajadas entre dos y tres millones, aproximadamente, de las hectáreas otorgadas, en exploración y explotación, estando el resto en total abandono.

Esta situación se debe observar con rigor, debatir sin apasionamientos y corregir con precisión, dentro del estado de derecho, promoviendo una nueva legislación, modificando o dando una nueva Ley General de Minería. Para, de tal manera, lograr incrementar la rentabilidad, y elevar la producción del sector, en favor de aumentar los ingresos fiscales, en beneficio del estado, y, por ende, de la sociedad en su conjunto. En la medida que han aparecido, con un crecimiento abrumador, nuevos actores competitivos en el mercado, que desean trabajar, lo que no se está trabajando.

Prueba de ello, es que ese sector, llamado informal, agremiado en la pequeña minería y minería artesanal, ha crecido vertiginosamente, en estos últimos treinta años, generando una producción de minerales superior a la que produce la gran minería formal, promoviendo una descompensación peligrosa en los ingresos fiscales, que el Estado está obligado a enmendar y corregir, para poder captar ese beneficio económico, a través de impuestos.

El 60% del total la producción de minerales -principalmente oro, plata y cobre- es generado por la pequeña minería y minería artesanal, moviendo alrededor de 12 mil millones de dólares anuales. Teniendo entendido que son más de un millón los pequeños productores mineros que se dedican a esta faena en todo el territorio nacional. Habiéndose incubado, en las ultimas décadas un problema económico y social, que hoy nos explota en la cara, debido a la enorme crecida constante de los precios de los commodities en el mercado mundial, por su gran demanda global, debido a la transición energética.

A pesar que CONFEMIN exige en la mesa de diálogo instalada, tres puntos cardinales, estratégicos y determinantes en defensa de sus intereses, habiendo logrado poner contra las cuerdas a un gobierno débil e incapaz, sin legitimidad social, planteando la reincorporación inmediata de los más de 50 mil mineros excluidos del REINFO, por considerar que ha sido una injusticia, al no habérsele participado un debido proceso; así como la suspensión de la interdicciones a los pequeños mineros con Reinfo agremiados, aduciendo que no se los deja trabajar; y la urgente promulgación, en esta legislatura, de la  Ley Mape. Consideramos, que estas legítimas exigencias, por parte de los mineros, no debe confundirse con bajar la guardia por parte del estado, en la lucha implacable contra la minería ilegal, que promueve el crimen organizado, la violencia, el terror y el vandalismo. Atentando contra la propiedad privada y el medio ambiente. Perpetrando la actividad minera en zonas prohibidas y vulnerables, poniendo en grave peligro los ecosistemas. Eso no lo debemos permitir. Actuando con firmeza para erradicarlos.

Finalmente, consideramos, que la situación que se va a vivir en torno a este singular problema minero, en los próximos meses, -antesala a las elecciones generales- van a ser complicadas. En tal sentido, el gobierno saliente, de la presidenta Dina Boluarte, va a tener que hilar fino, actuando con prudencia y ponderación, para no sufrir un desborde popular, que podría comprometer seriamente su existencia gubernamental. Teniendo en consideración que no tiene respaldo popular. Toda la ciudadanía la rechaza, queriendo ardientemente que se vaya lo más antes posible. El pueblo está harto con su presencia. Por eso en todas las presentaciones públicas termina mal parada, siendo abucheada.

Esto, muy bien lo saben lo dirigentes de CONFEMIN, teniendo una oportunidad a favor para negociar y dialogar con ventaja. Además, tienen un movimiento gremial bien organizado a nivel nacional, que realizan desplazamientos, plantones y movilizaciones estratégicas, que jaquean continuamente al gobierno. Y saben, asimismo, que son una fuerza social electoral, que podría determinar quién va hacer el futuro presidente de la nación en los próximos comicios generales. Con una influencia en más de 3 millones de electores.

Terminamos este análisis, creyendo sinceramente -coincidiendo con algunos analistas especializados- que esta legislatura congresal, que se instala en este mes de julio no va a lograr sacar adelante la Ley Mape. Abocándose, desde nuestro particular punto de vista, a debatir, más bien, una nueva prórroga del REINFO. Dejando el encargo al nuevo gobierno electo, y a las nuevas autoridades que asuman la representación nacional en el Congreso de República, en sus dos cámaras: Diputados y Senadores, que serán instaladas, a partir del 28 de julio del 2026. Ya que la resolución del problema es bastante delicado y comprometedor, habiéndose convertido en una papa caliente, que nadie la va a querer tocar.

(*) Periodista

jueves, 17 de julio de 2025

DIÁLOGO CON LOS PEQUEÑOS MINEROS

 


Por: Enrique Soto Roca (*)

Consideramos de suma importancia y trascendencia la instalación, el pasado lunes 14 de julio, de la mesa de diálogo, denominada mesa de trabajo técnica, con participación del Ejecutivo y la Confederación Nacional de Pequeños Mineros y Mineros Artesanales (CONFEMIN-PERÚ). Quienes inauguran un inicio de conversaciones en Palacio de Gobierno este viernes 18 de julio, por un espacio de tiempo continuo de 60 días. Lográndose, de tal manera, la recuperación de la tranquilidad pública en todo el país. Que venía siendo afectada dramáticamente con bloqueos de carreteras, plantones y movilizaciones que impedían el desplazamiento de vehículos de transporte de carga y de pasajeros, perjudicando gravemente el normal desenvolvimiento de las actividades económicas, en el interior del país, generando cuantiosas pérdidas.

El diálogo -lo sostendremos siempre- es una de las herramientas más contundente y efectiva que tienen los pueblos civilizados y democráticos, para alcanzar consensos unitarios en las diferencias que siempre existen en las comunidades. Con el propósito de alcanzar soluciones acertadas en los conflictos sociales que se presentan. Ayudándonos a promover la paz y la concordia que tanto anhelamos.

El problema que adolece la Pequeña Minería Y Minería Artesanal, con respecto al asunto de su formalización, no es algo reciente. Este tema se arrastra desde hace varias décadas. Y no solamente en el sector minero, sino en distintos sectores, dado que en el Perú más del 70% de la actividad económica es informal. Sin embargo, este problema de informalidad minera nos explotó en la cara, debido a los altos precios, que hoy en día, tienen los minerales, principalmente el oro, el cobre y la plata, por la gran demanda en el mercado internacional, debido a la transición energética global.

Es así como, el Ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, con el propósito de acabar de una vez por todas con el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO), decidió extender por última vez, el plazo de formalización minera hasta el día 31 de diciembre del presente año. Excluyendo, asimismo, a través del Decreto Supremo 012-2025, a 50,565 mineros del registro, por mantenerse suspendidos por más de un año, sin mostrar interés en formalizarse. Esta decisión prendió la chispa que alborotó a los más de 500 mil productores de minerales asociados en la CONFEMIN, poniendo en alerta al Gobierno Nacional. Quienes se declararon en rebeldía, promoviendo un paro nacional indefinido, realizando movilizaciones y bloqueos de carreteras. Esto, sin embargo, ha sido controlado. Evitándose que el conflicto escale, en el mes de la patria. El gobierno ha tenido que ceder -aunque mínimamente- diciendo que los más de 50 mil mineros excluidos del REINFO, tienen un plazo de 15 días hábiles, para volver a reinscribirse, y así poder continuar con su formalización.

Sin embargo, la posición del comando de dirección del CONFEMIN, liderados por su presidente Máximo Franco Bequer, manifiestan que, para la reunión convocada, buscarán la modificación del Decreto Supremo que aparta del proceso de formalización, excluyendo, a más de 50 mil mineros, por considerarla injusta, ya que se ha dado sin cumplir los requisitos mínimos del debido proceso. Aseverando, que dicho dispositivo legal debe suspenderse hasta que se apruebe la Ley Mape. Asimismo, sostienen que deben paralizarse las interdicciones a socavones y campamentos. Que no los dejan trabajar.

Como podemos darnos cuenta la situación está bien caldeada. Bastante difícil de monitorear. Creemos, si no se maneja con diplomacia y bastante prudencia, la situación puede volver a cero, y empezar a escalar. Volviéndose incontenible, perjudicando la economía nacional, donde todos saldremos perdiendo.

En tal sentido, consideramos, que en las conversaciones semanales que se realizarán en Palacio de Gobierno, a lo largo de dos meses, y que empezarán este viernes, según lo acordado, se debe poner en primera instancia, los intereses de la nación, por encima de intereses particulares o de grupo. Con el principal deseo de deliberar que clase de minería queremos desarrollar en el país. Teniendo en consideración que somos un país minero. Cuidando principalmente - ¡que duda cave! - el medio ambiente, apuntando a la descarbonizacion del planeta, con la utilización de energías renovables. Considerando que es un sector estratégico que garantiza el crecimiento de nuestra economía, aportando el 15% del PBI, y contribuyendo con 65% del total de las exportaciones. Trayendo divisas.

Por otra parte, para que las conversaciones vayan por buen camino, es necesario determinar plazos perentorios para la formulación, debate y promulgación de la Ley Mape. Instrumento jurídico que permitirá ordenar el mercado dentro del estado de derecho. Dando un alcance definitivo del combate contra la minería ilegal, que debe ser perseguida y exterminada. Impidiendo con la ley en la mano, que estos delincuentes se camuflen en la minería informal y la utilicen como escudo. Ya que es muy importante saber distinguir entre la minería informal, de la minería ilegal (léase criminal).

(*) Periodista

lunes, 7 de julio de 2025

MINERÍA Y AGRICULTURA, ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS (**)

 


(**) Extracto del Quinto Capítulo del libro en proceso de redacción: «MÁS ALLÁ DEL SOCAVÓN»

Se ha sostenido -sin fundamento sólido y científico razonable, de manera irresponsable-  a lo largo de muchos años, y con mayor énfasis en los últimos tiempos, narrativas -con el propósito de confundir a la población- que el desarrollo del quehacer minero es incompatible con la agricultura; nada más incierto. Sosteniéndose -asimismo- que estas dos actividades económicas son contrapuestas, siendo imposible que puedan sobrevivir juntas en armonía, ayudándose mutuamente, de manera complementaria; es decir, desarrollándose unidas; declarándolas –ipso facto- enemigas irreconciliables una de la otra. ¡Qué tal mentira! ¡Qué ignominia! Algo totalmente absurdo, que contradice las leyes de la naturaleza.





viernes, 27 de junio de 2025

APROVECHAR POTENCIAL GEOLÓGICO MINERO

 


Por: Enrique Soto Roca (*)

El Perú, con su enorme potencial geológico minero -en el momento actual-tiene en sus manos una brillante oportunidad histórica que le ofrece el mercado global; para poder consolidarse como un país importante, de gran trascendencia, productor de minerales. Siendo capaz de desarrollar e implementar en el país, un plan estratégico competitivo que le permita atraer, para el sector extractivo, grandes capitales del mercado financiero internacional. Pudiendo garantizar y contribuir, de tal manera, con la transición energética imprescindible, que se viene promoviendo en el mundo, con el propósito de lograr la descarbonización del planeta.

GIGANTESCOS DEPÓSITOS DE MINERALES

Nuestro país, es una nación clave, para el desarrollo y crecimiento de la industria minera global. ¡Qué duda cabe! Contamos, para ello, en el sur de nuestro territorio, -según información difundida por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (INGEMMET)- con sistemas porfiríticos de cobre y molibdeno. Gigantescos depósitos de minerales, formados hace millones de años, cuando el magma ascendía por grietas profundas de la corteza terrestre. Representando en la actualidad, más del 75% del cobre que se produce en todo el mundo. Algo extraordinario que debe ser aprovechado, de manera eficiente y planificada; para de esa forma lograr reactivar el crecimiento y desarrollo de nuestra minería; ya que en los últimos años se observa un proceso de estancamiento y ralentización, en el quehacer productivo metálico. Debido a la falta de interés -por parte de nuestros gobernantes- de promover e estimular la inversión minera, a través de la exploración y explotación de nuevos proyectos que están a la espera para ser ejecutados.

En tal sentido, la importancia de nuestro país, en el mundo, como productor de minerales, no solo es económico, sino estratégico. Siendo el cobre un mineral crítico esencial; como otros minerales imprescindibles, que vienen siendo demandados por el mercado global para la transición energética; para la fabricación de vehículos eléctricos, utilizado, también, en los aerogeneradores de redes eléctricas inteligentes y en los paneles solares. Tal es así, que se tiene conocimiento que, de los 15 minerales críticos, estratégicos, que necesita el mundo, 8 los produce el Perú, como el níquel, el grafito, el cobalto, zinc, plomo, germanio, antimonio, indio y telurio.

Teniendo entendido que los minerales estratégicos son fundamentales para garantizar la autosuficiencia de un país en sectores claves, reduciendo la dependencia de otros países productores. Permitiendo impulsar la innovación y el desarrollo de nueva tecnología, de allí la necesidad de desarrollar la industria nacional, en nuestro país, incorporando valor agregado a nuestros productos primarios.

PERÚ, PAÍS MINERO

Asimismo, es necesario saber, que las reservas de muchos minerales estratégicos están concentradas en pocos países en el mundo. El Perú, es uno de ellos. Allí es donde radica nuestra importancia estratégica global. Siendo la gestión sostenible de los recursos minerales críticos un desafío clave para los países y la comunidad internacional.

Estos depósitos de minerales que existen en el país, en las profundidades de nuestra cordillera de los andes, no son fáciles de ubicar a simple vista. A pesar que existen en abundancia, en las alturas de nuestra serranía. Actualmente, la industria minera moderna, exige un trabajo riguroso, donde los geólogos -entendidos en la materia- que realizan tareas de exploración, deben combinar la ciencia con la tecnología de vanguardia, que incluye mapas geológicos, geoquímica, inteligencia artificial, modelos 3D, teledetección y análisis estructurales que ayudan a ubicar esos tesoros almacenados subterráneamente.

Teniendo entendido que, nuestro país, cuenta con una cordillera andina rica en rocas volcánicas y plutónicas, una larga tradición minera, estabilidad geológica, infraestructura en expansión y demanda mundial asegurada. Sin embargo, aún no somos capaces de sacarle el mayor provecho a esta oportunidad que nos está dando el mercado global. Siendo indiferentes, al no ponerle la debida atención a la exploración minera, teniendo solamente en producción proyectos antiguos, que nos permiten mantener el mercado, y otros proyectos en espera de iniciar proceso de construcción y explotación. Habiéndose contraído la inversión privada en el sector, que no supera anualmente los 4 mil millones de dólares, en promedio, anualmente, en los últimos años. Habiendo sido en los mejores tiempos de crecimiento continuo de 8 mil y 9 mil millones de dólares la inversión privada anual en el sector extractivo. ¿Qué está pasando en la industria minera en el Perú? ¿Estamos perdiendo la audacia de pensar en grande?

UNA CARTERA DE 64 MIL MILLONES DE DÓLARES

Creemos que es necesario retomar el interés en querer desarrollar la industria minera en el país como debe ser. Sacándole provecho al potencial geológico que tenemos. Teniendo en consideración que debemos apretar el acelerador para sacar adelante a los 67 proyectos mineros que tenemos en cartera, actualmente, por un valor de inversión estimada en 64,100 millones de dólares. Y recuperar el segundo puesto, como productores de cobre en el mundo, que teníamos hace dos años, y nos fue arrebatado por la República Democrática del Congo. Desplazándonos al tercer puesto. Situación que debe ser reivindicada. Tenemos las condiciones suficientes para poder lograrlo.

Por otra parte, consideramos, que podemos reafirmar, nuestro posesionamiento en el mundo, como país líder en minería, si resolvemos rápidamente nuestros lentos procesos regulatorios, que retrasan los permisos y las licencias. Entorpeciendo el avance de la implementación de los proyectos, que pretenden explorar y explotar yacimientos, con trámites ágiles y rápidos. Incentivando, de tal manera, la inversión privada nacional e internacional.

Asimismo, se debe desarrollar un trabajo sostenido para erradicar de manera definitiva a la minería ilegal, que viene haciendo tanto daño al sector extractivo, generando terror y muerte en los socavones; comprometiendo seriamente a los pequeños mineros y mineros artesanales, en proceso de formalización. Por lo que se hace urgente la elaboración y promulgación de la ley de Minería Artesanal y de Pequeña Escala. Ley MAPE. Generándose, de tal manera, una consistencia jurídica de manera integral en el sector. Validándose el Estado de Derecho en el país.

Finalmente, es de suma importancia, darle un trato adecuado, justo y coherente. Con total transparencia, implementando un diálogo permanente, a los conflictos sociales mineros, que se suscitan en las comunidades de influencia minera. Siendo un trabajo complejo y de responsabilidad tripartita. Donde deben participar activamente las empresas mineras, las comunidades y el Estado. Tratando de hallar las soluciones más racionales y acertadas, que permitan una convivencia pacífica. Tratando de que todos sean partícipes de los beneficios, con un reparto justo y equitativo. Teniendo como prioridad la protección del medio ambiente, sin lugar a dudas. Garantizando la integridad del ecosistema.

(*) Periodista