Por: Enrique
Soto Roca (*)
En la actualidad, el precio del
oro está por las nubes. Superando los 4,000 mil dólares la onza troy. A pesar
de haberse registrado una caída de 6% en los últimos días, la cotización del
metal precioso se seguirá manteniendo al alza, mientras persista la amenaza en
los mercados del mundo de la incertidumbre económica global. Provocada por la
guerra comercial arancelaria (entre EEUU y China), promovida por el gobierno
norteamericano de Donald Trump y la consecuente inestabilidad geopolítica
mundial, debido a los enfrentamientos bélicos internacionales. Ya que el metal
precioso, se ha convertido en el principal activo refugio de protección
económica de las naciones -que lo compran en cantidades- ante posibles
desastres bursátiles, que pongan en grave riesgo la estabilidad económica
mundial.
Tal es así, que el metal
brillante, ha logrado subir más del 50%, solo en este año 2025. Habiendo
alcanzado, asimismo, duplicar su cotización en los dos últimos años. Algo que
no se veía desde los años 70, cuando hubo un repunte del valor de su
cotización, tras la suspensión de los acuerdos de Bretton Woods, que puso fin a
la convertibilidad del dólar en oro.
PERÚ: PAÍS LÍDER PRODUCTOR DE ORO
El Perú, es uno de los
principales países productores de oro, en el mercado global, ocupando el
segundo lugar en Latinoamérica, después de México. Y, obteniendo el noveno
puesto a nivel mundial. Con una producción que sobrepasa las 100 toneladas
métricas, en promedio, anualmente. Habiendo aumentado un 6.9% en 2024 -en
comparación con el año anterior-, alcanzando un total de 108 toneladas, según
datos oficiales. Convirtiéndose, el país andino, en un referente importante de
singular trascendencia en el comercio mundial del codiciado metal. Sin embargo,
hay que tener en consideración que la conflictividad social y la minería ilegal
afectan considerablemente el progreso del rendimiento. No lográndose sacar
mayor provecho, de manera debida, a la oportunidad que nos ofrece el mercado
internacional, con el alto precio del commoditie.
“El precio del oro caerá en algún
momento, pero dado el volátil entorno económico que vivimos, su tendencia
alcista calculo que durará al menos cinco años” -sostiene Gregor Gregerson,
fundador de Silver Bullion, proveedor de metales preciosos.
Esto debido a que la mayoría de
Bancos Centrales de las naciones del mundo están aumentando su tenencia,
comprando el metal precioso, según manifiesta el Consejo Mundial del Oro. Tal
es así, que, en los últimos cuatro años, desde el 2022, estas instituciones
bancarias han adquirido en conjunto más de 1000 toneladas de oro al año. Frente
a un promedio de 481 toneladas al año compradas entre el 2010 y 2021. Siendo,
Polonia, India, Azerbaiyán y China los principales países compradores el año
pasado.
Asimismo, consideran los
analistas especializados, que el precio del oro sube vertiginosamente en el
mercado internacional, debido al enfriamiento de la economía norteamericana,
que registra tasas de interés más bajas y un dólar cada vez más débil.
Sumándose a estas variables, su enorme déficit fiscal; además, de los ataques
que viene desencadenando la administración Trump a la independencia de la FED y
al Estado de Derecho, en el país del norte.
ACABAR CON LA MINERÍA ILEGAL
El Perú, por su parte, se ubica
favorablemente en esta nueva coyuntura económica mundial. Sin embargo, hasta el
momento no le saca el debido provecho, reiteramos, a esta gran oportunidad que
se le presenta, en el mercado internacional, siendo uno de los principales
exportadores de oro en el mundo. Habiendo registrado -según información oficial
proporcionada por el MINEM- una producción de 108 toneladas, en el 2024. Sin
embargo, la exportación real del Perú, ese año, fue de aproximadamente 200
toneladas de oro. Siendo, la diferencia vendida al mundo de manera ilegal,
saboteando los impuestos y beneficios que deberían percibir las arcas fiscales
de la nación, atentando contra nuestros ingresos. Igual sucedió en el 2023 -según
se tiene conocimiento-. Se registró una producción oficial de 90 toneladas.
Pero exportamos realmente 170. (La República 05/10/25).
Lo que sucede, es que existe un panorama
grave en el sector minero en el país irresuelto, que golpea nuestra economía,
producto de la minería ilegal, de producción de oro; que en estos momentos
viene liderando el flujo de las economías criminales, moviendo alrededor de 12
mil millones de dólares anualmente. Superando enormemente al narcotráfico y a
la trata de personas. El gigantesco volumen de dinero, que moviliza es equivalente
al 4% del PBI. Habiendo cuadruplicado su volumen desde el 2019, colocando a la
minería ilegal casi al nivel de la producción legal, según estudio realizado
por el Instituto Peruano de Economía (IPE).
URGENTE PROMOVER JOYERÍA Y
ORFEBRERÍA
Asimismo, por otra parte, sostenemos,
que el Perú no le saca el mayor provecho a esta oportunidad que se le presenta
en esta nueva coyuntura, al tener descuidado el sector artesanal de joyería y
orfebrería, que bien pudiera empoderarlo, dándole una atención debida a este
segmento de mercado. Ubicándose, nuestro país, en el 2024, en el puesto 37 como
exportador de joyas de oro en el mundo. Siendo superados por Bolivia, que se
ubica en el puesto 36.
El Perú, tiene una exportación
bastante limitada de joyas de ese metal precioso. Concentrando apenas el 0.15%
del monto FOB mundial. Equivalente a un monto de exportación de 188 millones de
dólares. Siendo la demanda mundial de joyas de oro superior a 122 mil 177
millones de dólares. Por eso, con mucha razón, sostuvo Rocío Mantilla Goyzueta,
Presidenta del Comité de Joyería y Orfebrería de ADEX, en la 37 Edición de
PERUMIN, que «la cadena de valor de la joyería y orfebrería es una oportunidad
para trasformar nuestros metales preciosos en productos acabados que conquisten
el mundo, generando más puestos de trabajo, cultura y orgullo nacional». Luego,
más adelante, agrega: «El Perú cuenta con abundante materia prima, una herencia
cultural milenaria y técnicas ancestrales, las cuales, combinadas con la
innovación y la tecnología, permiten desarrollar diseños únicos con identidad propia».
Sin embargo, nuestros gobernantes no le dan la debida importancia a esta
trascendental actividad económica, incrementando valor agregado a nuestras
materias primas. Transformando nuestras riquezas naturales en productos
acabados.
Como país minero, líder en el
mercado global, insistimos finalmente, no debemos dejar pasar esta gran
oportunidad que se nos presenta en esta coyuntura, con los altos precios de los
commodities, principalmente, con el alto valor del precio del oro en el mercado
mundial, teniendo en consideración que somos uno de los principales países en
el mundo productores del metal precioso.
(*) Periodista

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