Por: Enrique Soto (*)
Las comunidades campesinas alto
andinas en el Perú, en los últimos años, vienen siendo muy desconfiadas con la
inversión minera. Ya que han sido víctimas a lo largo de la historia, de muchas
injusticias. No habiéndose sabido distribuir equitativamente los beneficios
económicos de esta actividad extractiva, que se desarrolla en sus tierras.
Muchas veces generándose contaminación del medio ambiente, envenenando el agua
de sus ríos y, por ende, afectando la agricultura, la crianza de sus animales y
la salud de la población.
Esto ha dado pie a que algunas
instituciones jurídicas o personas naturales; con criterios ideológicos y
políticos antimineros, que tiene oscuros intereses personales y de grupo, azucen
a los comuneros, apoyando enfrentamientos, promoviendo un clima de zozobra y
conflicto social permanente, interrumpiendo y paralizando el trabajo de
producción minera, generando un clima de violencia. En lugar de convocar al diálogo,
incentivando el entendimiento y la cordura, tratando de hallar una salida
racional que beneficie a todos. Teniendo en consideración que el Perú es un
país minero. Sabiendo, a ciencia cierta, que este sector productivo es la locomotora
del desarrollo económico y social del país, trayendo divisas a la nación.
¿QUÉ HACER?
¿Qué hacer para lograr contrarrestar
a los antimineros, y lograr generar un clima de confianza en las comunidades
alto andinas, en favor de la inversión privada?
Creemos que es necesario -simple
y llanamente- desarrollar en las poblaciones que viven en los andes de nuestro
país, una cultura de diálogo, promoviendo una política de inclusión social. Demostrándoles
claramente -sin generarles grandes respectivas-
que se desea promover con sinceridad el bienestar en sus comunidades.
Incentivando el crecimiento económico y el desarrollo social. Generando la paz
social, evitando los conflictos. Levantando un Plan Estratégico de atención a sus
necesidades más elementales, de manera inmediata, mediata y a largo plazo.
Teniendo en cuenta que los Proyectos Mineros de explotación tienen duración
superior a cinco y diez años. En una convivencia prolongada que puede superar
la década.
CRECEN CONFLICTOS SOCIALES
MINEROS
Por otro lado, es necesario
remarcar que los conflictos sociales mineros han crecido en los últimos años,
de manera considerable -según información de Defensoría del Pueblo-, debido a que
la mayoría de las empresas explotadoras de minerales, en el país, no hacen un
trabajo esmerado de Responsabilidad Social y desarrollo Comunitario con las
poblaciones de influencia minera. Y el Estado, a través, del gobierno de turno,
que conduce los destinos de nuestra nación, parece no tener interés en que este
sector económico avance y se consolide, careciendo de un plan Estratégico de
Desarrollo Nacional, que nos conduzca al crecimiento económico y la
prosperidad.
Creemos, con sinceridad, que es
sumamente importante trabajar con las comunidades para sacar adelante muchos
proyectos, que aún siguen entrapados y paralizados por no tener Licencia Social
para operar. En este sentido, también existe, jurídicamente la Consulta Previa,
que se aplica a las Comunidades Indígenas Originarias, según el Convenio 169 de
Organización Internacional de Trabajo (OIT) y la Ley 29785.
URGE TRABAJAR CON LAS COMUNIDADES
Asimismo, consideramos, que es conveniente que
el Área de Responsabilidad Social Y Desarrollo de Comunidades de las empresas
mineras deben trabajar apasionadamente en este reto. Siendo de mucha
importancia, generar una relación armoniosa con las poblaciones alto andinas
comprometidas con los proyectos de explotación minera.
Las relaciones comunitarias, en
la Industria Minera, son métodos científicos estructurados, que las empresas
utilizan para establecer y mantener relaciones mutuamente beneficiosas con las
comunidades y los entornos sociales. Que marcan el derrotero de buen trabajo
organizado de exploración, explotación y comercialización de minerales en total
armonía social.
Tenemos entendido que un Plan
Estratégico de Relaciones Comunitarias y Responsabilidad Social, efectivo, que
marque la pauta del desarrollo continuo, debe identificar, entender, manejar
los principales aspectos relacionados con las operaciones de la empresa, para
maximizar los Impactos Positivos y mitigar los Impactos Adversos que se puedan
generar en el proceso de desarrollo del Proyecto Minero.
EN DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE
La Responsabilidad Social en Minería tiene que ver de manera significativa con los siguientes aspectos, que es muy necesario tenerlos en consideración, para tener muy buenas relaciones con la población involucrada. Estas son:
- Apoyar nuevas oportunidades e iniciativas productivas que permitan la diversificación de las actividades económicas.
- Apoyar el desarrollo educativo de la comunidad.
- Generar empleo local en las áreas de influencia de los proyectos mineros.
- Apoyar procesos productivos rurales y de formalización minera en áreas en las cuales sea viable.
- Generar infraestructura productiva.
Por otra parte, es trascendente
tener en cuenta en los objetivos estratégicos de las Relaciones Comunitarias,
identificar claramente a los actores sociales que participan en el evento, sin
excluir a nadie. Como determinar, con precisión, sus intereses específicos,
para evitar choque de intereses. También es necesario, definir estrategias,
tácticas y planes coherentes que favorezcan el consentimiento o la llamada
“Licencia Social”.
Es muy conveniente, para lograr
la confianza de la población. Ver y analizar objetivamente y de manera
realista, los impactos adversos que afectarían a sus comunidades y buscarles
solución para mitigarlos; como, por ejemplo, la contaminación del aire, los
suelos, el agua superficial y los acuíferos subterráneos; así como, las
posibles alteraciones al micro clima. Teniendo en cuenta el riego de afectación
de la flora y la fauna local y regional. Mostrando trasparencia y sinceridad
ante el proceso de exploración y explotación minera. Desarrollando un diálogo
claro y directo de las operaciones a realizar por parte dela empresa.
DIÁLOGO PERMANENTE
Hay que tener siempre en
consideración que la implementación de una mala comunicación con la comunidad, trae
consigo inevitablemente conflictos sociales. Por ello, es imprescindible
encargar esta tarea a personas experimentadas, que tengan un perfil de buenos
comunicadores y generen empatía y liderazgo, ejerzan poder y sepan tomar
decisiones.
Finalmente, es muy conveniente,
aclarar que el bienestar, progreso y desarrollo de las comunidades alto
andinas, de influencia con inversión minera, donde se explora, explota y
comercializa minerales, en el país, no debe ser solo y únicamente
responsabilidad de las empresas mineras involucradas; sino también del Estado.
En tal, sentido debe ser parte del trabajo del Área de Responsabilidad Social, promover
buenas relaciones con las autoridades locales, regionales y nacionales, para
ayudar a la comunidad a coordinar, desarrollar, implementar y ejecutar
Proyectos de Inversión Pública, en dichas comunidades, después de haber
realizado un estudio situacional de la realidad en la que viven. Siendo atendido
por parte del Estado con infraestructura y servicios que eleven su calidad de
vida, incrementando su bienestar. Ya que estamos convencidos que avanzaremos
por la senda del progreso, desarrollo y crecimiento económico en el país,
cuando caminemos juntos: Comunidad, Estado y Empresa Privada. Solo de esa
manera, se garantiza salir adelante, sin lugar a dudas. Estando totalmente
convencidos.
(*) Periodista
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