Por: Enrique Soto (*)
A la luz de los acontecimientos
que están sucediendo últimamente en el Parlamento Nacional, se advierte, de
manera preocupante para su destino político, que la Presidenta Dina Boluarte
empieza a quedarse sola. Con una votación abrumadora en contra, el Congreso de
la República, frustró su viaje a Estados Unidos, para poder participar en la
Asamblea de Naciones Unidas. Acto seguido -la Representación Nacional-, empieza
a preparar la interpelación a dos de sus ministros: del Interior, Juan
Santibáñez y Ambiente, Juan Castro, en una evidente y clara manifestación
política de comenzar a restarle el apoyo necesario que le venían dando a su
gobierno, pretendiendo dejarla en la orfandad.
Esto sucede estando a un mes del
inicio de la elaboración del Presupuesto General de la República 2025, y a un
año y medio, aproximadamente, de las elecciones generales. Como en política,
nada sucede de manera casual. Entendemos, estas actitudes, como que algunos parlamentarios
-que antes apoyaban la gestión gubernamental- empiezan ahora a desmarcarse de
la mandataria, reacomodándose en el nuevo escenario que se aproxima, con un
estilo camaleónico, para así poder sacar mayor provecho personal de su
embestidura.
Esto hace suponer que se avizora
próximamente en el quehacer gubernamental un escenario político de ruptura, que
estará promovido por las bancadas atomizadas y mayoritarias que menos
compromisos de lealtad tienen ante la Presidenta Dina y su entorno. Y zafarán
cuerpo, antes que los escándalos de corrupción, malos manejos de gestión y la
incapacidad manifiesta de resolver los problemas cardinales que padecen los peruanos,
les salpique, restándoles significativamente oportunidades en los nuevos
comicios que se avecinan.
Sin embargo, eso no podrán hacer
las bancadas de Fuerza Popular(FP), liderada por Keiko Fujimori, ni Alianza para
el Progreso (APP) conducida por César Acuña, propietarios y mandamás de dichas
organizaciones políticas electorales. Ya que el compromiso pactado con el poder,
es de cogobierno, aunque lo nieguen públicamente. Los hechos categóricamente lo
desmienten. Fueron ellos los principales protagonistas que trataron de lograr, con
sus votos a favor en el pleno, que la mandataria viajara a la reunión de Nueva
York. Sin embargo, no fueron suficientes, ya que son minoría, terminando
perdiendo, al no poder alcanzar la votación necesaria, que se necesitaba para
aprobar su salida del país.
Esto, significa además, que en
una debacle gubernamental, que se anuncia de manera irremediable, por la
actitud improvisada e incapaz como se conduce este gobierno -sin visión ni
norte- estos socios gubernamentales, que han puesto las manos al fuego por este
gobierno, sacando ventaja de manera particular y defendiendo sus oscuros
intereses personales, como son César Acuña y Keiko Fujimori, se llevarán, junto
con sus organizaciones políticas electorales que representan, la peor parte de
los pasivos de esta aventura gubernamental siniestra, que nada hizo, a favor
del pueblo peruano, por erradicar la pobreza de más de 3 millones 200 mil conciudadanos, y superar el desempleo que viene padeciendo el país, promoviendo la inversión privada en
vez de aullentarla.
Creemos que se empieza a
configurar -en el quehacer político nacional- un nuevo, prolongado y final
periodo de crisis gubernamental, entre el Parlamento y el Ejecutivo, que obliga
al gobierno central de Dina Boluarte a tener una postura fuera de control, que
la desubica y la empuja al desgobierno. Haciéndole mucho daño, empeorando
radicalmente su popularidad, a tal punto de que su rechazo sea total por parte
de la población. Obligándola, aunque tardíamente, a lanzar un adelanto de
elecciones -sería lo más racional- antes
que sufra la posibilidad de poder ser vacada por parte del Congreso. Teniendo
en cuenta que la convocatoria a los comicios electorales del año 2026, se
tendrán que hacer en el mes de abril del 2025. Acortándose los tiempos para las
decisiones definitivas.
La situación se pone bastante
preocupante y delicada para el futuro del gobierno. Color de hormiga para la
presidenta Boluarte. Que empieza a perder -por oportunismo- sus aliados decisivos
que la defendían y la sostenían en el Poder. Hasta su principal aliado y socio
que la llevó al gobierno, al hacerla parte de la plancha presidencial de Pedro
Castillo (defenestrado y preso por golpista) a través de su partido Perú Libre,
Vladimir Cerrón -prófugo de la justicia- le da la espalda -enmendándole la
plana a su Ministro del Interior, diciendo a través de X: “Santibáñez ya cumplió
su ciclo y su misión”. Dando a entender que debe irse. A pesar que Dina lo
protege de manera encubierta, desatándose un escándalo -que se ha puesto entre
dicho- por haber presuntamente utilizado uno de los vehículos de uso
presidencial para escapar de la justicia: El famoso “Cofre”.
Como podemos darnos cuenta todo
parece indicar que la noche empieza a caer sobre el gobierno de turno y sus
principales aliados atrincherados en el poder.
Sin que nada avizore una mejoría
en los problemas neurálgicos que sacuden las estructuras endebles del país.
Desde hace más de seis semanas alrededor de 20 regiones del interior del país,
parte de su territorio ardía en llamas, debido a los incendios forestales. Y el
gobierno nada hacía por remediarlos. “No es una emergencia” “No hay por qué
alarmarnos”, decía el Presidente del Consejo de Ministros Gustavo Adrianzén.
Como las llamas crecían y la población presionaba, se vieron obligados, a regañadientes
a declarar las zonas en emergencia. Aceptando la gravedad de los
acontecimientos. Al momento, van registrándose 20 muertos y cientos de heridos.
Sin contar con una capacidad efectiva de combatir el siniestro. Mientras
escribo este artículo, las llamas siguen consumiendo la flora y fauna de
nuestra amazonia. Sin lograr controlar el fuego, ya que solo contamos con
cuatro helicópteros que arrojan agua sobrevolando el incendio.
Este es el grado de incapacidad e
ineficiencia, del improvisado gobierno que tenemos. Que anda más preocupado por
solucionar sus problemas de corrupción en el que está envuelto, que por
resolver las necesidades que aquejan a nuestro país.
Asimismo, ni el Gobierno Central,
ni el Ministro del Interior, Juan Santibáñez, ni la Policía Nacional, saben qué
hacer para combatir, con eficiencia, la delincuencia, promovida por el crimen
organizado.
Este 23 de septiembre, el
transporte público ha realizado un paro regional, debido a que están hartos
ante las continuas extorsiones de que son objeto. Incendian sus unidades, matan
a su conductores y cobradores, y el Estado nada hace por brindarles protección como
debiera ser de acuerdo a Ley, dentro del Estado de Derecho. Estando a merced de
los criminales.
La realidad nacional parece estar
tocando fondo. Ha llegado el momento decisivo de actuar, Realizando e
implementando acciones radicales, que nos permitan superar la incertidumbre que
padecemos.
Tenemos condiciones suficientes y
efectivas para superar todos estos males que nos aquejan. Solo necesitamos decisión
política. Contando con buenos líderes, que tomen las riendas del país, y nos guíen
por la senda de desarrollo y crecimiento económico. Alcanzando, de tal manera
el ansiado progreso y bienestar que tanto necesitamos. Constituyéndose, esta iniciativa,
en una necesidad histórica.
(*) Periodista
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