MINERÍA ILEGAL
Por: Enrique Soto (*)
Constituyendo un grave peligro para
la Seguridad Nacional, más de 200 mil mineros ilegales, aproximadamente,
producen alrededor de 2 millones 200 mil onzas de oro anualmente en el Perú. Es
decir, el 40% de la producción nacional, cuya valoración es de 4 mil millones
de dólares, de un total exportado por el país de 10 mil millones de dólares.
ALARMA EN LA INDUSTRIA MINERA
Esta flagrante realidad ha
causado gran alarma en la Industria Minera, que viene siendo acosada desde hace
varios años por el crimen organizado, que actúa impunemente, fortaleciéndose
cada vez más, sin que las autoridades del Gobierno Central, desarrollen e
implementen un Plan Estratégico acertado, para lograr combatirlo. Teniendo en consideración
que sus medidas promovidas a través de sus Estados de Emergencia han sido un
rotundo fracaso. Poniéndose de manifiesto, la existencia de un gobierno débil,
que no garantiza para nada la custodia del territorio nacional. Permitiendo que
la delincuencia prolifere, y se mueva en el sector, como pez en el agua.
La representación nacional del
Congreso de la República, contribuye a esta situación. Legislando en contra de
los intereses de la nación y a favor del crimen organizado, excluyendo en un
Dictamen aprobado por el parlamento a 59 delitos de la Ley Contra el Crimen
Organizado. Es más, oponiéndose a los allanamientos (exigiendo la presencia de
un abogado y de la persona investigada, antes de la requisa), que permiten
encontrar pruebas que corroboren los delitos investigados por parte del
Ministerio Público. Sabiendo claramente que estos allanamientos, se realizan
con la presencia de un fiscal y con autorización de un juez.
CONGRESO APOYA ILEGALES
Asimismo, fue el Parlamento
Nacional quien abolió el Decreto Legislativo 1607, que permitía a la Policía Nacional
la incautación de explosivos a los mineros ilegales. No contentos con esas
acciones, nuestra “Representación Nacional”, también, -a través de la Ley Soto-Cerrón-
dejó de lado las barreras para que no se permita (en adelante) el cambio de uso
de suelos para así combatir la tala ilegal. Dejando protegida de tal manera a
la minería ilegal, al punto de que las grandes maquinarias empleadas en los
lavaderos (dragas) de oro, no necesitan estar inscritas en Registros Públicos. Convirtiendo
el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO), en un escudo sostenido
para la minería ilegal, permitiéndoles desarrollarse como mineros informales,
habiendo sido este prorrogado hasta el mes de diciembre del presente año.
La presencia del congresista
Eduardo Salhuana -miembro del Partido, Alianza Para el Progreso, fundado por el
gobernador de La Libertad, César Acuña- en la Presidencia de la Mesa Directiva
del Congreso de la República, para el presente año legislativo, enciende las
alarmas del quehacer minero nacional, teniendo en consideración su inminente
relación con la minería informal, en la que se refugia estratégicamente la
minería ilegal.
Hay que tener en cuenta que la minería
ilegal, promovida por el crimen organizado trasnacional está creciendo
considerablemente en el país. Y tiene fuerte influencia en la comunidad y un
poder ya instalado. Habiendo llegado a tener actualmente cierto control del
Estado, que estamos obligados a combatirlo; por lo que sostenemos indubitablemente
que se ha constituido en un peligro inminente para la Seguridad Nacional.
CONTROLAR NUESTRAS FRONTERAS
Se hace necesario y urgente
controlar nuestras fronteras, a través de las cuales se mueven las
organizaciones criminales que promueven la minería ilegal, transportando
principalmente el oro, que debido a su alto precio estimula el delito.
Las zonas críticas son la frontera
con Ecuador y Colombia. Por la zona de Putumayo. El triángulo Perú, Colombia,
Brasil, además de la frontera con Bolivia, se ha convertido en “tierra de
nadie”. Es decir, es una zona liberada, dominada por los productores de oro
ilegal, que llega a niveles de organización violenta, con grupos armados bien
constituidos, como en Pataz.
El 2023, -para tener como
referencia el grave daño que causa la minería ilegal a la economía peruana-
Bolivia exportó 2,200 onzas de oro, siendo solo el 10% producido en el país del
altiplano. El 90%, le llegó de contrabando desde el Perú, con la consiguiente
pérdida de regalías e impuesto a la renta.
ACABAR CON LA MINERÍA ILEGAL
Si en verdad pretendemos
consolidar el sector minero (motor de crecimiento económico sostenible del país)
tenemos que acabar con la minería ilegal y el crimen organizado, que impide
avanzar y desarrollarnos.
Tenemos que lograr controlar las
zonas más calientes como Pataz, en la Región La Libertad, al norte y Madre de
Dios, frontera con Bolivia, que se nos está yendo de las manos con decenas de
líderes indígenas asesinados por las mafias del oro, que promueven el
secuestro, la extorsión, la prostitución y el robo, de manera indiscriminada.
Pataz, suma alrededor 18 muertos,
15 torres de energía derribadas. Continuas paralizaciones de las actividades
mineras formales, generando inmensos sobrecostos operativos y de seguridad. Ya
no es, solamente objetivo de las bandas mafiosas, la mina Poderosa, ahora se
incluye la mina Horizonte y Retamas SA. Todas ellas productoras de oro.
Esto debido a que existen, y
funcionan a disponibilidad, sin ninguna fiscalización alguna, plantas de
procesamiento en varias zonas del país, que procesan el mineral ilegal
“formalizado” mediante el Reinfo. Siendo la convivencia de operaciones mineras
informales con las ilegales, las que facilitan todo tipo de derivaciones
colaterales.
Ya lo ha manifestado categóricamente
la Unidad de Inteligencia Financiera, que es la minería ilegal la que financia
la violencia terrorista promovida por las bandas delincuenciales del crimen
organizado.
Finalmente, creemos que los discursos
ya se agotaron. Si queremos parar esta ola de crímenes e incertidumbre que
asola a toda nuestra nación, ha llegado la hora de actuar. Tenemos que
enfrentar el problema con todo el rigor de la Ley, dentro del Estado de
Derecho; haciéndonos respetar como una sociedad civilizada y democrática.
En tal sentido, es necesario
movilizar a la Policía Nacional -fuerza tutelar de control interno, y garantía
de la Seguridad Ciudadana- con un Plan Estratégico, que contenga un gran
desarrollo de Inteligencia, previa reestructuración institucional inmediata,
purgando a los malos elementos, que están coludidos con la delincuencia.
Teniendo como base una decisión política.
No se puede permitir que esto
siga creciendo, y tome, en los próximos años, el control total del Estado. Eso,
categóricamente, sería una vergüenza nacional, que estamos decididos a no
aceptar.
Periodista (*)
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