Por: Enrique Soto (*)
El sector minero, con un aporte
al Producto Bruto Interno (PBI) del país del 14% -el más alto de todos los
sectores-, será la principal actividad económica que nos permitirá reactivar el
crecimiento económico ralentizado, promoviendo el empleo, incentivando el
consumo, para poder acabar con la pobreza y la extrema pobreza que estamos
padeciendo.
Teniendo en consideración este
concepto, el Presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP),
Abraham Chahuán, ha manifestado su preocupación por la falta de luz verde a
grandes proyectos mineros en regiones como Cajamarca y Moquegua, diciendo: “Son
los proyectos donde se habla de US$ 7mil millones y US$ 10 mil millones, los
cuales generan entre 20mil y 30 mil puestos de trabajo en la construcción y
hacen una cadena productiva gigantesca que impacta a proveedores” (diario
Gestión 10/01/24).
Puso énfasis en Moquegua, por la
presencia de Quellaveco, una de los proyectos mineros insignia que tenemos en
el país, por sus altos estándares de producción con responsabilidad social y
defensa del medio ambiente, generando mucho empleo.
En otro momento, manifestó: “El
país tiene minas en todo lado (refiriéndose a nivel nacional de norte a sur y
de este a oeste). Pero falta determinación -dijo-. Nosotros tenemos que
realmente empujar que se tomen esas decisiones”- confirmó.
LA MINERÍA GENERA EMPLEO
Debemos precisar, que, según
información, proveniente del Boletín Estadístico de Minería, del Ministerio de Energía
y Minas (MINEM), difundido en octubre último, se da a conocer las cifras de
empleo directo generado por el sector minero, donde se posesiona a la región
Arequipa como líder de empleabilidad, con 36 mil 914 personas empleadas,
representando un 15.6% del total a nivel nacional. Ubicándose en el segundo
lugar Ancash, y La libertad, en el tercer lugar. Con un 9.1% y 9%
respectivamente. Remarcándose, que en ambas regiones existen proyectos mineros
importantes para desarrollar en el país.
El total de empleos directos,
generado por el sector minero, el año 2023, en todo el territorio nacional, es
de 237 mil puestos de trabajo, sin contar los puestos indirectos generados que
se multiplican por cuatro.
Es importante resaltar, que los
proyectos significativos -en operación- en Arequipa son, Cerro Verde, Caravelí, Orduz,
Mineras del Sur y Buenaventura. Mientras que, en Ancash, tenemos a Antamina,
Dos Eliseo, Nueva California, Huancapeti y Pierina. Sin embargo, hablando de
cartera de proyectos de inversión, tenemos en la región del Misti a Zafranal,
Tía María, Pampa de Pongo y Don Javier, que asciende en total la inversión a la
bonita suma de 6 mil millones 700 mil dólares.
Por su parte, Ancash, cuenta -con
respecto a cartera de proyectos de inversión- con El padrino, Hilarión,
Racaycocha Sur y San Luis, cuya inversión en conjunto asciende a mil millones
570 mil de dólares. (diario Gestión 10/01/ 24).
Siendo oportuna la preocupación expuesta
de Abraham Chahuán, en su condición de presidente del IIMP, quienes el año
pasado organizaron la Convención Minera Internacional, reunida en la ciudad de
Arequipa, donde quedó demostrado en sendos debates de los mas entendidos en la
materia, la inmensa capacidad que tiene el Perú en riqueza minera sin explotar
que poseemos, principalmente en los andes. Tal es así que nuestra minería
explotada es de apenas el 1.40 % del territorio nacional, generando audazmente
el 60% del total de las divisas. Algo sin precedentes.
IMPULSEMOS UN NUEVO ¡BOOM MINERO!
En tal sentido, manifestamos
enfáticamente, corroborando con cifras estadísticas alcanzadas, que estamos
lejos de un desarrollo intenso de la minería en el Perú. Que nos permite traer
a la memoria el boom minero, alcanzado en los años 2012 al 2016. Sin embargo,
el reto que nos alienta está en pie. Las condiciones materiales, geográficas y
territoriales existen para que ese esplendor de abundancia en el quehacer
económico minero vuelva. Todo es cuestión de que todos los que habitamos esta
bendita tierra nos pongamos las pilas. Los mas de 33 millones de hombres y
mujeres que habitamos este maravilloso país nos pongamos a trabajar en esa
dirección, unidos, como un solo equipo, con solo propósito: ¿Cuál es?, de sacar
adelante nuestra nación, y alcanzar el desarrollo económico y social sostenido.
ACABEMOS CON EL CRIMEN ORGANIZADO
Para ello, debemos de luchar de
la mano de nuestras autoridades exigiendo apoyo decidido al sector, como acabar
con las mafias del crimen organizado que actúan impunemente en la industria
minera, teniéndonos en vilo, moviéndose como Pedro en su casa, sin que nadie
haga algo por detenerlos. Tal es así que el año pasado se produjo una matanza
en los socavones de La Mina Poderosa, productora de oro, en Pataz, La Libertad.
Donde 20 personas fueron asesinadas. Esa situación hizo prender las alarmas en
la industria minera a nivel nacional. Ya que es una manifestación severa y
flagrante de la actuación sin control de la minería ilegal y del crimen
organizado, que amenaza encimarnos, algo que de manera definitiva como
Estado-Nación no debemos permitirlo, combatiéndolo con las leyes en la mano y la
Constitución Política que rige los destinos de un Estado Soberano y Democrático,
como el que actualmente -todavía- somos. Y hay que defenderlo.
Según, César Sandoval Pozo, Jefe
de Gabinete de Asesores del MINEM, en artículo publicado en el diario El
Peruano el 07 del 12 del 2023, manifiesta, que “la Unidad de Inteligencia Financiera
(UIF), da cuenta que el 2021 la minería ilegal generó 3 mil millones 531.2
millones de dólares y el 2022 alcanzó una producción de 13.9 TMF (Toneladas Métricas
Finas) de oros, que representa el 14 % del total de la producción declarada
(96.7 TMF). Sin embargo, el volumen de exportación de oro durante el 2022, fue
de 174.8 TMF, observándose una deferencia de 78 TMF superior a la producción
declarada ante el MINEM. Esta producción no declarada constituye una brecha de
US$ 4,500 millones”. Se deduce que este dinero -toda una fortuna- ha ido a las
arcas de las organizaciones del crimen organizado, que promueve la minería
ilegal, además los otros vicios del mercado negro, como la trata de personas.
Radicando allí su poder operativo y mercenario.
“Estamos ante una nueva
estrategia -sostiene César Sandoval, en su artículo “Minería Ilegal y Crimen
Organizado- que no solo es la liberación de zonas productivas y la invasión de
áreas concesionadas a la minería legal y formal que produce, tributa, declara y
facilita la intervención de las autoridades que fiscalizan en cumplimiento de paramentos
laborales y medio ambientales. La nueva estrategia del crimen organizado que
promueve la minería ilegal, ha introducido la extorsión, la amenaza y el cobro
de cupos, pretendiendo reeditar en el Perú una nueva etapa del terror, bajo el
signo del oro extraído ilícitamente”.
DEFENSA DEL ESTADO DEMOCRÁTICO
Esta situación descrita es
sumamente grave para el Estado de Derecho, dentro de una cultura democrática
que rige los destinos del país y nos ha costado mucho implementarla. Socavando
los cimientos endebles de la gobernabilidad. Viéndonos en la imperiosa
necesidad de erradicar esta situación de violencia impuesta en el sector minero,
igual como lo hicimos con el terrorismo en los años 80. Promoviendo operaciones
de inteligencia a gran escala, es decir, a nivel nacional, para así desarticular
las organizaciones criminales que amenazan nuestras instituciones. Eso no
pasará. No lo podemos permitir. Tenemos experiencia de combate que debemos
volver a ponerla en práctica, utilizando la herencia del GEIN, aparato selecto
de la Dirección contra el Terrorismo (DIRCOTE). Esa experiencia única que
tuvimos es nuestro soporte actual para combatir la delincuencia. Estamos
obligados a volver a implementarla. No tenemos otra opción, que el uso de la
inteligencia.
Esta amenaza, decimos es sumamente grave, para el Estado, socava sus instituciones; para la empresa, que vive en zozobra, sumida en la incertidumbre, ahuyentando la inversión privada; para la sociedad, que vive atemorizada. Constituyendo un descalabro. Esta situación, de manera definitiva debe ser erradicada, si queremos realmente que la industria minera asuma su rol protagónico, de ponerse en vanguardia en el crecimiento y la reactivación económica del país, solo de esa forma podremos salir de la gran crisis económica y política en la que nos encontramos.
Periodista (*)
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