Por: Enrique Soto (*)
El mercado sigue recesado, con
una empleabilidad severamente golpeada, y una demanda del consumo severamente
contraída. A duras penas se ha logrado controlar la inflación, que aún no puede
tener éxito en la satisfacción de las necesidades básicas, de la población empobrecida,
como alimento, salud, educación y transporte. El incremento de los pasajes, y
la subida de los peajes son claras señales, que la inflación sigue siendo una
amenaza preocupante. Estando aún a mucha distancia, el gobierno, de lograr
alcanzar la meta de inicio del proceso de reactivación y crecimiento de la
economía nacional, de manera sostenida.
A pesar de haberse producido
algunos cambios en el gabinete en algunas carteras, esto no garantiza que la
situación vaya a cambiar. Son simples cambios de hombres, siendo respetables,
por cierto. Mientras no haya claridad en el diseño e implementación de las
políticas públicas, poco, o casi nada, es lo que se puede avanzar. Mientras no
se tenga claro hacia dónde vamos, qué queremos y cómo lo vamos hacer, no será
posible la tan ansiada reactivación económica del país. Ya que tenemos un
gobierno al garete. Sin visión. Sin norte.
LA INVERSIÓN PÚBLICA NO ES
SUFICIENTE
Las medidas gubernamentales tan
publicitadas, a través de un Decreto de Urgencia, aprobando la trasferencia de
más de 290 millones de soles al Ministerio de la Producción (Produce), para que
sean ejecutados en compras a Myperu, para financiar gestión administrativa,
adquisición y distribución de bienes manufacturados, como cuadernos, mochilas,
buzos y polos, producidos por las micro y pequeñas empresas, a solicitud del
Ministerio de Educación. Así como la autorización de 100 millones de soles a
Favor del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, para financiar al pequeño
productor agropecuario. No son suficientes para promover e incrementar el
consumo y la empleabilidad. Se necesita que ingrese al mercado mayor masa
monetaria para contrarrestar el estancamiento económico en que nos hallamos.
Esta situación grave y peligrosa que estamos
padeciendo, parece no ser entendida por nuestras autoridades gubernamentales. También,
creen que capitalizando el íntegro de las utilidades obtenidas el año pasado
(2023) las Cajas Municipalidades de Crédito Popular y las Cajas Municipales de
Ahorro y Crédito, van a solucionar la falta de liquidez en el mercado de
capitales y en el mercado de consumo. Están totalmente equivocados. Son simples
paliativos efímeros, que ni yaya le van hacer a las gigantescas necesidades que
el mercado en su conjunto requiere para paliar la recesión y lograr realmente
una reactivación y crecimiento económico sostenido.
NI EL 3% DE PBI NOS VA A SALVAR
La situación es más grave aún,
que ni las proyecciones realizadas por el Ministerio de Economía Y Finanzas
(MEF), de un crecimiento del PBI para este año 2024 del 3%, va hacer suficiente
para menguar la pobreza, estimular seriamente el empleo, y abordar un
crecimiento económico. Necesitamos por lo menos, para salir del atolladero en
el que nos encontramos, un crecimiento continuo de un 7% anual de PBI, durante
por lo menos cinco años. Todo un quinquenio. Esa es la dura realidad, que
estamos padeciendo y nuestro actuales gobernantes no la ven, o no la quieren
ver; por estar más preocupados en sus negocios personales, familiares y de
grupo, sin interesarles el bien común, ni el futuro de los intereses del país y
la nación.
INVERSIÓN PRIVADA GARANTÍA DE ÉXITO
En tal sentido, no tenemos otra
opción estratégica seria, contundente y segura, en el país, que ponerle la
atención suficiente y necesaria al sector minero, que será la locomotora del quehacer
económico nacional, que remolcará a todos los sectores económicos que luchan
denodadamente por sobrevivir y desarrollarse a través de sus empresas, que
hacen malabares por elevar su eficiencia y así ser más competitivos.
En esa perspectiva, traemos a
colación un estudio de Scotiabank, que asegura que este año 2024 la inversión
minera alcanzará un crecimiento de 6%, sumando una inyección de capital al
sector de 5 mil millones de dólares. Superando la caída que tuvo el año anterior
de 9.9%, por falta de proyectos mineros. Aunque todavía, estaríamos – según el
estudio- por debajo de los niveles
pre-pandemia (Diario Gestión. 20/02 /24).
Se consideran dentro del proceso
de inversión privada minera los proyectos de Ampliación Toromocho Fase II, con
1,355 millones de dólares, por parte de minera Chinalco, y la Reposición Antamina,
con 2 mil millones de dólares, ejecutándose parte de esos recursos en el año
2025. Esto es alentador, ya que se logra ver un interés genuino por parte de
los inversores de seguir apostando por la minería en el país. Siendo otras
potenciales inversiones –según indica Scotiabank- Corani (Bear Creek) y
Chalcobamba Fase I (Las Bambas). Teniéndose en cuenta la continuidad de San Gabriel
(Buenaventura) que actualmente está en construcción.
Asimismo, se advierte de algunos
proyectos que podrían tener luz verde este año: Reposición Raura (Minera
Raura), Romina (Minera Chungar), Ampliación Huancapeti (Minera Lincuna) y
Reposición Antapaccay (Antapaccay).
Este panorama que se proyecta
favorable en el sector minero, piedra angular que garantiza la reactivación
económica en nuestro país, debe seguir siendo promovida e estimulada. Ya el
nuevo ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, ha manifestado su compromiso
de trabajar denodadamente en el destrabe de proyectos empantanados por años:
“El destrabe de proyectos es mi prioridad, para eso me han traído”, ha
sostenido, en su primer día de trabajo.
Asimismo, se ha comprometido al
fortalecimiento de la Ventanilla Única Digital (VUD), con el objetivo
fundamental de agilizar los procesos de permisos, que duraban hasta tres años,
hoy solo se harán en seis meses.
UN ESTADO DEMOCRÁTICO GENERA
CONFIANZA
Finalmente, sostenemos, con
firmeza y serenidad, que la única forma que tenemos de sacudirnos de esta
espantosa parálisis económica nacional en la que nos encontramos, es solo y
únicamente promoviendo la inversión privada, atrayendo grandes capitales
nacionales e internacionales, dándoles confianza y garantía jurídica, a los
inversores, dentro de un Estado de Derecho Constitucional Democrático. Respetuoso
de las normas, los reglamentos y la ley que rigen la conducta de nuestro
pueblo. Solo así, vamos a poder acabar con la recesión que nos agobia, generando
empleo, promoviendo el consumo y brindando bienestar general a toda nuestra
nación. Garantizando salud y educación para todos. Es decir, preocupándonos por
el Bien Común, con Justicia Social, paradigmas de un Estado Moderno.
(*)Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario