Por: Enrique Soto (*)
Después de casi 30 años de
espera, por fin, la empresa Southern Copper Corporation, decidió iniciar la
construcción del Proyecto Minero Tía María; yacimiento que se localiza en el
desierto de La Joya, al norte del distrito de Cocachacra, provincia de Islay,
en la Región sureña de Arequipa. Siendo visto esta resolución, por los
entendidos en el quehacer minero, como una esperanza para el país, que
gatillará las inversiones internacionales en el sector, dando confianza; en una
coyuntura apoteósica, de buenos precios del metal rojo en el mercado global.
“Están dadas las condiciones
políticas y sociales en la provincia de Islay, la región y a nivel nacional” -ha
manifestado Oscar Gonzales Rocha, presidente ejecutivo del Grupo México,
accionista mayoritario de la empresa Southern Copper. (La República 30/ 06 /
24). Con el propósito de afianzar la decisión empresarial tomada, que da inicio
a la construcción de la mina de cobre, que producirá entre 120,000 y 150,000
toneladas de mineral por año.
Este proyecto, de Tía María,
cuenta con una inversión de US $ 1,400 millones. Siendo este monto parte de la
cartera de inversiones mineras que tenemos en el país de US $54,556 millones; distribuido
en 51 proyectos mineros, que esperan concretarse. Correspondiendo de este
volumen, 20 proyectos a la explotación de cobre, por un monto de inversión de
US $ 25,893 millones, que aún no registran fecha estimada de puesta en marcha; debido
a la lentitud burocrática de un Estado tortuga, que no se preocupa por el
crecimiento económico de la nación, impulsando la industria minera en el país.
El inicio de esta magna obra,
impactará beneficiando significativamente el lento crecimiento de nuestra
economía, de manera inmediata, incorporando, en este segundo semestre del año,
un incremento del 0.1% del PBI. Es decir, aportando un valor añadido a la
riqueza nacional, equivalente a 1,054 millones de soles. Sumándose este aporte
al 3% que se calcula que creceríamos económicamente este año. Proyectándose,
para el año siguiente 2025 –según los entendidos en materia económica- un
aporte al PBI de hasta 0.4%; algo sumamente provechoso para nuestro alicaído
crecimiento económico.
Pensando a largo plazo, se
calcula que el proyecto Tía María, en los próximos 20 años, dejaría al país,
por su explotación de cobre alrededor de 5,460 millones de soles, por canon y
regalías, de los cuales 273 millones anuales serían para la Región Arequipa (y
de ese monto 100 millones de soles serían para Islay). (Gestión 01/07/24).
Por otra parte, se reactivará el
empleo en la zona. Ya que durante el periodo de construcción de la mina se
espera generar 9 mil empleos, entre directos e indirectos. Asimismo, se
proyecta en la fase de explotación, crear alrededor de 5,850 puestos de trabajo
(650 directos y 5,200 indirectos, propio de la cadena de suministros). Además,
se tiene previsto la construcción de la presa Tambo Bajo, que también requerirá
mano de obra.
Es necesario precisar que el
proyecto Tía María no utilizará agua de los ríos de la región del Valle de Tambo.
Esto ha generado gran confusión entre los agricultores de la zona de
influencia. La explotación minera utilizará agua del mar desalinizado. Sin
embargo, es sumamente importante que el Estado peruano, acompañe el proceso de
explotación del mineral con una supervisión rigurosa, que permita controlar al
máximo impactos medio ambientales. Es responsabilidad del Estado salvaguardar
el deterioro territorial, flora y fauna, así como la salud integral de los
pobladores. Por lo que es sumamente importante buscar un equilibrio entre el
desarrollo económico, muy necesario, y la sostenibilidad del medio ambiente,
algo imprescindible.
Para lograr el desarrollo sólido
del proyecto minero puesto en marcha, es necesario tener en cuenta el aporte
realizado por Roque Benavides, presidente de la empresa minera Buenaventura,
quien sostiene que hay necesidad en Tía María, de construir un reservorio de
agua en la parte alta del Valle de Tambo. “Estoy convencido -dice- que Tía
María podría ser un punto de quiebre si es que nos comprometemos a construir un
gran reservorio en la parte alta del valle, que se llama Paltiture. Eso le
daría más agua a todo el valle y particularmente al pueblo de Cocachacra”-sostiene.
Creemos con sinceridad que esta
decisión tomada por la empresa Southern Copper, de iniciar la construcción del
Proyecto cuprífero Tía María, es sumamente importante para todos, ya que
incrementará el crecimiento económico del país -como ha quedado demostrado- y alentará
la venida de nuevas inversiones en un momento crucial para el desarrollo de la
industria minera.
En el pasado deben quedar los
malos momentos históricos vividos en este quehacer minero, de enfrentamientos
violentos, que ha nada bueno nos condujo. Dejando solo desolación y muerte. Reconocemos
los esfuerzos realizados oportunamente por las partes en conflicto, por haber
logrado instalar el diálogo, algo extraordinario para alcanzar el entendimiento
como seres civilizados, conducidos por la razón y la inteligencia.
Debemos seguir por ese mismo
camino para que el proyecto, que nos traerá muchos beneficios, salga adelante y
se consolide. Teniendo en consideración que somos un país minero, y esta es
nuestra oportunidad que tenemos en el mundo para lograr salir adelante.
Aprovechando la coyuntura global de los altos precios de los minerales, como el
oro y el cobre principalmente, que los tenemos en abundancia en la entraña de
nuestras cordilleras. Somos en Latinoamérica el país de mayor producción de
oro. Y segundos en el mundo de productores de cobre, después de Chile, que
estamos a punto de pisarle los talones.
Si nos ponemos las pilas, este
año podemos llegar a producir 4 millones de toneladas de cobre, y no sólo 3
millones que es la aspiración del ministro de Energía y Minas Rómulo Mucho.
Tenemos que pensar en grande, y no es una simple ilusión. Nuestro país es una
gran fuente de riqueza minera, puesta en los ojos de muchos inversionistas
internacionales. Hoy, más que nunca, en la historia de la humanidad, se busca
con apremio el oro y el cobre.
El oro, buscan las naciones del
orbe, con ansiedad para salvaguardarse de una crisis económica y financiera,
que podrían presentarse. Convirtiéndose en un mineral de refugio, que lo salvaguarde
de una posible devaluación intempestiva del dólar, como moneda suprema rectora
del quehacer económico mundial. Por eso, es que su precio sube aceleradamente
en los últimos años. Hace 20 años, la onza troy de oro costaba 350 dólares. Hoy
se aproxima a los 2,600 dólares. ¡Una locura!
Asimismo, el cobre, el nuevo oro
rojo, es un metal que ha empezado apreciarse económicamente, de manera
considerable en el mundo. La libra de cobre, que antes estaba a US $ 0.50, hoy
se aproxima a loa 5 dólares. Y esto debido a la gran demanda del mercado
internacional, que ve incrementar la producción y el consumo de autos eléctricos,
cuya fabricación consume cinco veces más cobre que un auto a combustión. Dentro
de cinco años, la demanda en el mundo será atroz, generándose un déficit
extraordinario de cobre en el planeta de 7 millones de toneladas
aproximadamente, según los cálculos realizados por especialistas.
Como podemos darnos cuenta esta
es una oportunidad brillante, que nos da el ciclo económico mundial, el cual debemos
saber aprovecharlo. Desarrollando nuestra industria minera al máximo.
Potenciándola. Somos un país minero, qué duda cabe, soporte principal estratégico
de nuestra economía. Del sector minería depende nuestro crecimiento exponencial
que necesitamos para avanzar.
Ha llegado el momento de actuar
de manera coherente y racional con las exigencias del mercado global, del cual
somos parte. Sacando provecho a nuestros recursos. Logrando alcanzar de tal
manera el bienestar y la prosperidad económica. De nosotros depende que
alcancemos el éxito.
Periodista (*)
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