Por: Enrique Soto
El pueblo peruano
asiste con estupor, a presenciar una nueva mega corrupción en el país, que
enloda la dignidad de la nación en su conjunto, cuando creíamos que este tipo
de atrocidades, en dimensiones gigantescas, como la puesta al descubierto con
el caso Odebrecht, habían sido superadas, al finalizar el siglo XX, con la
caída del gobierno mas corrupto que tuvimos en el Perú, a lo largo de toda su
historia republicana, manejada y conducida por una dictadura mafiosa, denominada
Fujimontesinismo, estando aún prófugos de la justicia, algunos de sus
representantes emblemáticos como Rosa y Juana Fujimori y Víctor Aritomi, tíos
de Keiko Fujimori, quien lidera el Fujimorismo y controla actualmente el
Congreso de la República, con mano férrea y autoritaria, que le da el poder de
tener una mayoría absoluta de 73 parlamentarios.
¡Agarren a Toledo!
La coyuntura política
se pone fea. Empieza a saltar la pus por doquier. La clase política –en medio
de los sucesos escandalosos- se halla tremendamente atemorizada, escondiendo el
rabo entre las piernas, pensando que en cualquier momento puede salpicarle el
virus de la infección contagiosa, ya que el ex presidente Alejandro Toledo -un
pez gordo- ha sido condenado, por el Poder Judicial, a 18 meses de prisión
preventiva, debido a la acusación documentada que ha presentado el fiscal
Hamilton Castro, encargado de la investigación del caso Odebrecht. En tal
sentido -al hallarse el reo ausente y fuera del país-, el juez Richard Concepción
Carhuancho, ha dictaminado su captura a nivel nacional e internacional, solicitando
a la Interpol, que lo aprese en cualquiera de los 190 países que forman parte
de la red policial. Se le acusa de haber recibido -según declaraciones del
delator Jorge Barata, alto funcionario de la firma corruptora, ante la justicia
brasileña, de haberle entregado 20 millones de dólares, a través de su
testaferro Josef Maiman, para que sea beneficiado con la concesión de la obra
de la Carretera Interoceánica del Sur. A pesar que Toledo niega todo, y reta a Barata
a que demuestre -según él- semejante infamia, que enloda su buen nombre y el de
su familia, considerando el hecho como una venganza del fujimorismo, que tiene
secuestrado a PPK. Declarándose en tan sentido un perseguido político, no
sabiéndose con precisión su paradero en el mundo.
¿Qué hizo PPK en el
gobierno de Toledo?
Teniendo en
consideración, que PPK, actual mandatario del país, fue en el gobierno de
Toledo (2001-2006) ,Presidente de Pro Inversión, Ministro de Economía y
Finanzas y Presidente del Consejo de Ministros, es bastante probable que esta
situación delincuencial lo comprometa de una o de otra manera, como anuncian
algunos informes y/o analistas políticos. Por ello consideramos que Eliane Karp,
esposa de Toledo, cuando PPK le dijo que era un traidor, ella no se quedó
callada y le contestó diciendo: “No me
hagas hablar porque se lo que hiciste la última vez”, a través de su cuenta
de Facebook. Esto fue suficiente para
que PPK, bajara el tono de su voz en los próximos días, negándose ante los
hombres de prensa a hablar sobre el tema, cuando su deber debería ser levantar
mas la voz y ponerse a la cabeza de la lucha contra la corrupción. Sin embargo,
parece que este no es su objetivo, ya que según un informe meticuloso y bien
fundamentado que publica la revista “Hildebrandt en sus Trece”, elaborado por
el periodista Eloy Marchan, se señala en la entrada de la nota lo siguiente: “El actual presidente de la república no
puede ocultar hoy todo lo que hizo para favorecer a la empresa brasileña cuando
fue funcionario en el gobierno de Toledo. Un ejemplo: desoír, sistemáticamente,
las advertencias de la Contraloría respecto del sobrevalorado proyecto de la Interoceánica
del Sur”. Momento, bastante complicado, que pone a PPK, en una situación
apremiante. Es mas, el informe abunda en información de primera mano, obtenido
de los archivos de la Contraloría de ese entonces, a cargo de Genaro Matute. Señala,
que fue “la única institución -refiriéndose
a la Contraloría- que en aquellos años,
puso luz roja al negociazo binacional del asfalto. Hasta hoy sólo se conocía un
documento del 3 de agosto del 2005 en el que se advertía que Odebrecht tenía un
juicio pendiente con el Estado y, por lo tanto no podría firmar ningún nuevo
contrato”. En otro momento, dice: “El
primer oficio, que Genaro Matute, el contralor de aquel entonces, envió a Proinversión
y por consecuencia, al entonces ministro Kuczynski, es de fecha 21 de junio del
2005. En el documento se señala que el costo por kilómetro cuadrado supera
largamente los estándares históricos”. Según este informe de Marchán, después
de varias reuniones que la Contraloría
sostiene con funcionarios del Ministerio de Economía, del Ministerio de
Transporte y Comunicaciones, así como con Proinversion, les advirtió a través
de un nuevo informe que el costo de la obra oscilaba entre 346 y 401 millones
de dólares. Cualquier suma por encima de eso significaría sobrevaluación. Sin
embargo PPK, hizo caso omiso de esa advertencia y firmó un contrato por el
doble: 798 millones de dólares. “Luego le
siguieron las adendas -señala el informe de la revista Hildebrandt en sus
Trece-, buena parte de ellas con el visto
bueno de Kuczynski, que elevaron el precio hasta los 1,500 millones de
dólares”. Como podemos darnos cuenta la situación del Presidente PPK, es
sumamente delicada en torno a esta denuncia de corrupción, que sin lugar a
dudas lo compromete, dejándolo mal parado como gobernante. Por lo que es necesaria
que esta situación sea esclarecida rápidamente, de manera sumaria, para evitar
que el actual gobierno sufra una deflagración, que lo ponga al borde del
estallido social, que se viene cocinando al interior de los núcleos organizados
de la población, que amenazan tomar las calles. Ya se programó para el jueves
16 una marcha del pueblo peruano que se dejará sentir en las calles, ante
tremendo escándalo, que ha socavado las estructuras del Estado.
Tres gobiernos
comprometidos
Por otra parte, la
detención de los funcionarios públicos del gobierno aprista, que se dicen y al día
siguiente se desdicen, no sé por qué razones ultra secretas que el pueblo
peruano quisiera saber, nos hace recordar, a las detenciones que en su momento
sufrieron, funcionarios y compañeros de esta misma tendencia política como Rómulo
León Alegría, quien se jactaba de haber hecho un gran faenón, a costas del
Estado peruano, y Miguel Facundo Chinguel, que promovió y ejecutó –con gran
beneficio para su bolsillo- indultos a narcotraficantes
en el gobierno de Alan García, quedando las investigaciones a medio hacer y no
llegando al fondo del problema, así como no se sancionó como debió ser a León Alegría,
porque el Poder Judicial, consideró que la pruebas presentadas(audios) no eran
validas, por haberse obtenido por medios ilegales. Hoy está libre vivito y
coleando .En tal sentido, ahora que las denuncias de los delatores brasileros, alcanza
a tres gobiernos empezando por el de Toledo y terminando por el de Ollanta, en
el que queda incluido el de Alan García, Heriberto Benítez, abogado de
Alejandro Toledo ha señalado, que a García no se le quiere tocar, y que viene
siendo favorecido por el Poder Judicial y por el gobierno. “Para el no hay prisión preventiva como para su patrocinado, ¿es qué
acaso tiene corona?” -ha señalado. Como podemos ver la cosa esta que arde.
Todos se acusan mutuamente, y nadie quiere asumir responsabilidad. Este
vendaval que amenaza levantarse por los aires a media clase política aún tiene
para rato. A pesar que recién está comenzando, hay buenos golpes que entre
choques de grupos políticos se están asestando, orientados a desestabilizar su
presencia en el quehacer político nacional, con miras a las próximas elecciones
regionales y municipales que se anuncian para el próximo año.
Nueva Constitución
Sin embargo, en
medio de esta vorágine angustiosa de corrupción, hay que reconocer que este mal
no es de ahora, cuando creíamos haber acabado con este flagelo en el año 2000,
cuando el pueblo peruano movilizado en las calles, se trajo abajo la dictadura
corrupta fujimontesinista, acabando supuestamente con la corrupción, esta
vuelve aparecer, con fuerza quince años después, como una maldición. Dándonos
cuenta que el problema no es de hombres, ni de sucesos, sino de sistema.
Vivimos en un sistema político y económico que alienta la corrupción. Es esa
estructura, ese Estado de derecho que tenemos que cambiar radicalmente (desde
la raíz). Esta, creemos, es una oportunidad que se nos presenta, para impulsar
la consecución de este objetivo, por lo que compartimos, la propuesta que ha
planteado Roció Silva Santisteban, como una clamorosa autocritica, en el
sentido que la Izquierda debería convocar a una Gran Marcha Nacional, exigiendo,
“que se vayan todos” y plantear inmediatamente el cambio del marco de este
sistema, convocando a una nueva Asamblea Constituyente, que elabore una Nueva Constitución.
Esa sería una salida oportuna, en medio de una crisis generalizada, que amenaza
desestabilizar el andamiaje democrático recientemente construido, endeble y sin
instituciones sólidas que lo solventen.
Al cierre de este
artículo PPK, lanza un desesperado mensaje a la nación, a través del cual no
dice nada significativo que sea visto políticamente como un combate preparado y
decisivo contra la corrupción. Tal es así que no se habla de una captura
nacional e internacional de Alejandro Toledo, como un prófugo de la justicia,
sino que dicen que han ordenado que el señor Toledo venga al país para que se
aclare toda esta situación en la que se ha visto envuelto. No habla para nada
de su participación en el gobierno de Toledo en el que se ve totalmente
comprometido según informe analizado en este artículo.
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