Por: Enrique Soto
Poniendo en movimiento dos ejes
claves de la actividad económica del país, como son: la inversión y el gasto
público, esta despegará inmediatamente. Se espera que esto suceda, con un
repunte en el segundo semestre del año, según lo anunció el Ministro de
Economía y Finanzas, Alonso Segura, en una exposición realizada a fines del mes
pasado en la Cámara de Comercio de Lima.
Por lo tanto, no debemos
preocuparnos demasiado por el bajísimo crecimiento del primer trimestre –nos
han dicho- ni tener muchas expectativas en el segundo. Toda la apuesta se está
depositando en el próximo semestre que arranca en julio, inicio del último año
del gobierno “nacionalista” del comandante Ollanta Humala.
La proyección es sustentada,
según los tecnócratas del MEF, por la firme recuperación de la pesca y la
minería, ya que según el Marco Macroeconómico Multianual presentado, la
actividad económica cerrará el año entre 3.5% y 4.5% con una estimación puntual
de 4.2%. Reforzando su pronóstico con la mayor captura de la anchoveta que se
habría registrado en abril último. Elena Conterno, presidenta de la Sociedad
Nacional de Pesquería, aseguró que en ese mes se capturó el 54% de la cuota.
Asimismo se cree que la minería vendría mejor debido a la mayor producción de
cobre que registrarían Toromocho y Antamina, así como a la recuperación de su
precio en el mercado internacional.
En lo que se refiere a la
Inversión Pública, el MEF confía que darán dinamismo a la economía alicaída la
ejecución de tres megaproyectos como son: La Línea 2 del Metro, la
modernización de la Refinería de Talara y el Gasoducto del Sur.
Este panorama optimista y
positivo se vería favorecido en el mundo global si la desaceleración de China
no es mayor a la esperada, ya que por el lado de la recuperación de la economía
norteamericana esta no es muy contundente, sólida y sostenida, por lo tanto se
espera un ajuste pronto de las tasas de interés. Esto nos daría tranquilidad en
el control de nuestro tipo de cambio, que por algunas semanas, debido a
procesos especulativos parecía que se nos iba de las manos, por lo que el Banco
Central de Reserva, tuvo que trabajar con mucho rigor para estabilizarlo,
vendiendo gran cantidad del billete verde.
Reforzando esta postura, Julio
Velarde, presidente del BCR ha señalado debe pensarse más en el futuro y menos
en la coyuntura. Y queriendo trasmitir un gran optimismo al empresariado y a la
población que se mantiene escéptica y en ascuas, sostiene que sobre los precios
de los commodities no se puede afirmar abiertamente que el “superciclo”
finalizó, sin desconocer que en los próximos cuatro años las cotizaciones se
mantendrán estables o bajarán ligeramente. Y anuncia que el Perú duplicará su
producción de cobre en los próximos cuatro años.
Por otro lado, para asegurar el
inicio del dinamismo de la economía, que se halla estancada, el MEF en
coordinación con el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), licitará
16 corredores viales desde junio próximo –¿inaugurando el repunte económico del
segundo semestre?- que implicarían una inversión cercana a los 4 mil millones
de nuevos soles.
Sin embargo, como dice el dicho:
Todo lo que brilla no es oro. Y en honor a la verdad podemos decir que el
gobierno de turno y todos sus principales funcionarios han perdido confianza y
credibilidad ante el empresariado honesto y trabajador así como ante la
población. Y hechos políticos y sociales no faltan que sustente esta postura de
mantenerse en guardia. “Ver para creer” parecen decir.
A pesar que esta proyección esgrimida
por el oficialismo podría estar en una orientación correcta y acertada, eso no
es suficiente para que las cosas sucedan. La economía no está al margen de las
decisiones políticas y el desarrollo social. Las tres actividades tienen que ir
de la mano en busca del bien común, que no es otra cosa que el bienestar general.
Y esto no se va visto en cerca de cuatro años de gobierno y la mayoría de los
ciudadanos no cree que se vea este deseo faltándole tan sólo quince meses para
que culmine su mandato.
La desconfianza de la ciudadanía en general es
abrumadora. Y esto se manifiesta en los conflictos sociales que se desatan al
interior del país, siendo uno de los más emblemáticos el de Tía María en
Arequipa, por el salvajismo y barbarie desatada por ambos bandos, que tratan de
salirse con la suya, desoyendo el clamor popular de todos los peruanos, dejando
de lado la verdadera postura civilizada de diálogo que debe prevalecer. El
estado, como institución parece haber perdido el control sobre la jurisdicción.
Algo verdaderamente incomprensible.
Estas situaciones desincentivan el
desarrollo y el crecimiento económico, ahuyentan el turismo, alejando la
inversión privada, contrayendo el consumo. ¿Creen que así vamos a poder recuperarnos como lo viene proyectando
el MEF?
Como podemos darnos cuenta la
situación es más compleja. Y no es solamente cuestión de Producto Bruto Interno
y cifras macroeconómicas en azul. Eso fue en épocas del Liberalismo a ultranza,
donde el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial imponían sus
condiciones radicales para apoyar economías pobres en el mundo, manteniéndolos
en extremos estados de austeridad, ahora esas medidas generan rebelión (léase Grecia),
porque no son las más correctas para avanzar y salir del atolladero, ni EE.UU. lo
aplicó cuando cayó en su última crisis financiera el 2008, cuando se desplomó
su economía, sino que le inyectó ingentes recursos para recuperarla, sin hacer
sufrir a su población.
En nuestro país en más de 10 años
de crecimiento continuo, no ha habido una redistribución justa de la riqueza.
Se calcula que del 100%, el 80% ha ido al bolsillo de un 20%, y el 20% ha caído
en la mesa del 80% que han respaldado la producción. Esto es un reparto injusto,
de allí los estados de inestabilidad social. Un referente de lo señalado, es la
Remuneración Mínima Vital (RMV), la más baja de la región. Esta de manera
inmediata debe ser incrementada significativamente. A pesar que muchos que
representan intereses creados digan que ello puede ser peligroso para el
crecimiento del país, por su abundante informalidad. La verdad es que este mes
el Consejo Nacional del Trabajo se ha reunido para ver y analizar un nuevo
reajuste, se volverán a reunir el próximo mes para señalar el monto. Esto es sumamente importante, porque se podrá poner de
esta manera más recursos en bolsillos de los trabajadores, generándoles una
mayor calidad de vida, para él y los suyos y moviendo de esta manera el consumo
interno, fortaleciéndose nuestras estructuras internas de mercado.
Por lo tanto, si el gobierno de
turno quiere terminar relativamente bien su gestión de 5 años, tiene que
trabajar duro, tratando de recuperar la confianza y la credibilidad perdida,
enfocándose en el quehacer gubernamental sin estar distrayéndose como volver a
participar en el próximo proceso electoral, porque ello le puede empeorar su
maltrecha situación.
Asimismo, preocuparse para que
toda la inversión pública que dicen se va a implementar, se ejecute lo más
rápido posible, y las obras avancen a marcha forzada. Tienen que poner a sus
mejores hombres –si en caso los tiene- en la vanguardia. El tiempo les juega en
contra, pero ojalá soplen vientos a su favor por el bien del país y de los 32
millones de conciudadanos.
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