miércoles, 5 de agosto de 2015

¡QUIERO SER PRESIDENTE!

Por: Enrique Soto Roca (*)

La carrera electoral por alcanzar la más alta magistratura del estado, se ha  intensificado en las últimas semanas en nuestro país. Todos los pre candidatos sueltos en plaza, se mueven como pez en el agua, entre una población desinformada, ofreciendo el oro y el moro. Sin embargo, la desaceleración económica se acentúa, y la delincuencia campea por doquier, y ninguno expone una propuesta seria y contundente para superar estos males que amenazan estrangular a la población peruana. Sus enunciados no pasan de simples críticas.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Perú no liderará el crecimiento económico este año, ya que –según  proyección- su crecimiento apenas alcanzará el 3,6%, superado por Panamá con 6%, seguido de Antigua y Barbuda 5.4%, República Dominicana y Nicaragua (ambos con 4.8%), Bolivia 4.5% y Paraguay 4%. Frente este pronóstico aterrador –cuando éramos estrella celeste del firmamento latinoamericano- que dicen nuestros políticos que aspiran la silla de Pizarro. ¡Esta boca no es mía!


Seamos conscientes, un  proceso electoral para elegir a nuestro nuevo presidente de la república, no es un juego, sino una decisión de enorme responsabilidad, donde se decide el destino histórico de nuestro pueblo. En tal sentido no basta que un ciudadano acaudalado con muchos contactos en las altas esferas del poder, y con un conocimiento y experiencia básico en el quehacer político, visto como praxis y no como ciencia diga: ¡Quiero ser presidente!, esto no garantiza que elijamos a un buen gobernante, a un verdadero estadística, a un líder y conductor de una nación. Y, estas elecciones vuelven a estar plagada de candidatos que solamente tienen el deseo egocéntrico y codicioso de querer ser presidente –algunos nuevamente- a como dé lugar. En ese afán todo vale. El asunto es llegar. En medio de este alboroto de dimes y diretes, de puyas y cuchilladas, viendo que la cosa se pone fea, alguien dijo: “Un momentito hay que organizarnos”. Sabiendo que en ese plan todos podían salir chamuscados, decidieron alrededor de 16 partidos políticos una declaración de principios ante el acuerdo nacional, en el que expresan su confianza que las próximas elecciones se desarrolle en un clima de libertad y transparencia, sin hacer uso de los recursos públicos, sin insultos y con mucho respeto al competidor. Con esta actitud en algo se demarcó la cancha, pero no garantiza –sabiendo cómo actúan nuestros políticos- que el proceso electoral cuando entre a la recta final no se convierta en una campaña campal, encarnizada y demoledora.

Por otra parte, según las encuestas, aunque estas son muy prematuras ya se vislumbra quienes son los candidatos, o pre candidatos mientras no se oficialice, que tendrían mayores opciones de llegar a palacio. Teniendo en cuenta a los tres primeros, encabezados por Keiko Fujimori (30%) y seguido por PPK (14%) y Alan García (10%), serían los favoritos para asumir la presidencia de la república en el 2016.

Con esta proyección política todo parece indicar que el modelo económico neoliberal se fortalece, y no sabemos cómo se encarará el proceso de desaceleración que padecemos, así como no se sabe cómo se va a responder ante una recuperación de la economía norteamerica que haga subir las tasas de interés a nivel internacional. Así como, no se sabe cómo se actuará ante la recesión europea y la desaceleración China, ya que ninguno de los candidatos ha expresado claramente la visión de país que desea construir, y cómo resolver los problemas más cruciales que padecemos, ya que nos encontramos históricamente en un punto de quiebre, dónde lo que hagamos como nación puede catapultarnos a ser un país desarrollado o volver a lo que fuimos hace dos décadas. Ya que el actual gobierno de Ollanta Humala, se va en doce meses sin pena ni gloria, después de haber experimentado un rotundo fracaso. Habiendo generado falsas expectativas, y habiendo estafado a la nación. Este perfil de candidato el pueblo peruano nunca más no quiere, nunca más lo necesita. Forjemos un nuevo horizonte en democracia.

Por ello, es necesario exigir a los candidatos que aspiran a ser presidentes, ¿cuál es su plan de gobierno? ¿cuál es el  modelo de país que desean construir? y ¿cómo lo van hacer?  Es necesario interrogarlos de manera profunda y persistente.

Hay que tener en cuenta que los tres candidatos con mayores posibilidades de llegar a palacio, ya han tenido experiencia de gobierno. Alan García fue dos veces presidente; PPK fue ministro de estado y Keiko Fujimori fue embestida como primera dama. Ninguno puede jactarse de haber realizado una gestión de excelencia. Keiko Fujimori, peor aún ya que fue parte del gobierno más corrupto y violador de derechos humanos que tuvo nuestra historia republicana. García tuvo un primer gobierno desastroso, y hoy está siendo cuestionado por haber indultado a narcotraficantes. PPK como ministro de estado, representó los intereses políticos y económicos del Fondo Monetario Internacional (nuestro principal acreedor) y los intereses de las transnacionales, celebrando suculentos contratos altamente rentables. Por ello, ahora, ya que están primeros en el marcador, hay que exigirles claridad y precisión con respecto a lo que quieren hacer con nuestro país en caso de salir elegidos. Es un pedido, visto como un derecho adquirido en democracia, y de carácter constitucional. Tenemos que ser rigurosos con nuestros postulantes, si queremos llegar al 2021, año del Bicentenario de nuestra independencia como país desarrollado.

Tengamos también en cuenta que el PPC, un partido de extrema derecha. Es decir conservador, está que le hace ojitos a PPK. Cuando a Lourdes Flores Nano, lideresa del PPC, y ex candidata a la presidencia de la república le preguntan: ¿Pedro Pablo Kuczynski podría ser una opción? Ella responde: “Como no. Su partido no deja de ser un proyecto personal, pero un diálogo con él no debe cerrarse”. La República 28 de junio 2015.

Por su parte –siendo una necesidad histórica para ponerle un contrapeso a la contienda electoral- la izquierda ni suena ni truena, parece estar asustada por el vendaval aplastante neoliberal. A pesar que hay ciertos sectores que pugnan por hacer presencia política y forjar la unidad. Tal es  el caso de Verónica Mendoza, que impulsa el Frente Amplio, y parece bien que últimamente haya invitado a sumarse a ese movimiento a Sergio Tejada (disidente nacionalista) Y César Villanueva (ex presidente del Consejo de Ministros). Es necesario y hasta vital  que la izquierda abra y ocupe un espacio importante en el quehacer político nacional. Debe abrir el debate y la polémica sobre el futuro de nuestro país. 
(*) Periodista. Analista político

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