jueves, 24 de julio de 2025

DIÁLOGO MINERO UN RETO NACIONAL

 

Por:Enrique Soto Roca (*) 

Mañana viernes 25 de julio, a pocos días de nuestro aniversario patrio, se vuelven a reunir en Palacio de Gobierno -para continuar con el diálogo iniciado hace dos semanas, que se prolongará por espacio de dos meses, según lo pactado, en base a una tregua- el Ejecutivo y los representantes de la Confederación Nacional de Pequeños Mineros y Mineros Artesanales (CONFEMIN-PERÚ), con el propósito de resolver agudas controversias que están generando conflictos sociales y lograr alcanzar un entendimiento sostenible y duradero entre las partes, en beneficio del  país. Sin embargo, según los analistas más entendidos en la materia, consideran, en base a la realidad -por la extrema complejidad del problema- que difícilmente se logre alcanzar un final feliz. Logrando el entendimiento y la comprensión. Manifestando que el sector extractivo peruano necesita actualmente una profunda reforma jurídica, que permita reordenar el mercado, integrando a la pequeña minería y minería artesanal, en una nueva circunstancia, en la que se desenvuelve la Industria Minera.

Hay que tener en consideración que la realidad evidente del quehacer extractivo minero ha cambiado radicalmente en los últimos 30 años, desde los inicios de la década del 90. Siendo imprescindible debatir seriamente lo que viene aconteciendo en la Industria Minera. En ese entonces -hace tres décadas- el Perú tenía, según reporte del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), 2 millones 300 mil hectáreas concesionadas. En la actualidad tenemos aproximadamente 20 millones de hectáreas concesionadas. Siendo administradas por solo 50 grandes empresas, que el estado les adjudicó por un periodo de 30 años; siendo solamente trabajadas entre dos y tres millones, aproximadamente, de las hectáreas otorgadas, en exploración y explotación, estando el resto en total abandono.

Esta situación se debe observar con rigor, debatir sin apasionamientos y corregir con precisión, dentro del estado de derecho, promoviendo una nueva legislación, modificando o dando una nueva Ley General de Minería. Para, de tal manera, lograr incrementar la rentabilidad, y elevar la producción del sector, en favor de aumentar los ingresos fiscales, en beneficio del estado, y, por ende, de la sociedad en su conjunto. En la medida que han aparecido, con un crecimiento abrumador, nuevos actores competitivos en el mercado, que desean trabajar, lo que no se está trabajando.

Prueba de ello, es que ese sector, llamado informal, agremiado en la pequeña minería y minería artesanal, ha crecido vertiginosamente, en estos últimos treinta años, generando una producción de minerales superior a la que produce la gran minería formal, promoviendo una descompensación peligrosa en los ingresos fiscales, que el Estado está obligado a enmendar y corregir, para poder captar ese beneficio económico, a través de impuestos.

El 60% del total la producción de minerales -principalmente oro, plata y cobre- es generado por la pequeña minería y minería artesanal, moviendo alrededor de 12 mil millones de dólares anuales. Teniendo entendido que son más de un millón los pequeños productores mineros que se dedican a esta faena en todo el territorio nacional. Habiéndose incubado, en las ultimas décadas un problema económico y social, que hoy nos explota en la cara, debido a la enorme crecida constante de los precios de los commodities en el mercado mundial, por su gran demanda global, debido a la transición energética.

A pesar que CONFEMIN exige en la mesa de diálogo instalada, tres puntos cardinales, estratégicos y determinantes en defensa de sus intereses, habiendo logrado poner contra las cuerdas a un gobierno débil e incapaz, sin legitimidad social, planteando la reincorporación inmediata de los más de 50 mil mineros excluidos del REINFO, por considerar que ha sido una injusticia, al no habérsele participado un debido proceso; así como la suspensión de la interdicciones a los pequeños mineros con Reinfo agremiados, aduciendo que no se los deja trabajar; y la urgente promulgación, en esta legislatura, de la  Ley Mape. Consideramos, que estas legítimas exigencias, por parte de los mineros, no debe confundirse con bajar la guardia por parte del estado, en la lucha implacable contra la minería ilegal, que promueve el crimen organizado, la violencia, el terror y el vandalismo. Atentando contra la propiedad privada y el medio ambiente. Perpetrando la actividad minera en zonas prohibidas y vulnerables, poniendo en grave peligro los ecosistemas. Eso no lo debemos permitir. Actuando con firmeza para erradicarlos.

Finalmente, consideramos, que la situación que se va a vivir en torno a este singular problema minero, en los próximos meses, -antesala a las elecciones generales- van a ser complicadas. En tal sentido, el gobierno saliente, de la presidenta Dina Boluarte, va a tener que hilar fino, actuando con prudencia y ponderación, para no sufrir un desborde popular, que podría comprometer seriamente su existencia gubernamental. Teniendo en consideración que no tiene respaldo popular. Toda la ciudadanía la rechaza, queriendo ardientemente que se vaya lo más antes posible. El pueblo está harto con su presencia. Por eso en todas las presentaciones públicas termina mal parada, siendo abucheada.

Esto, muy bien lo saben lo dirigentes de CONFEMIN, teniendo una oportunidad a favor para negociar y dialogar con ventaja. Además, tienen un movimiento gremial bien organizado a nivel nacional, que realizan desplazamientos, plantones y movilizaciones estratégicas, que jaquean continuamente al gobierno. Y saben, asimismo, que son una fuerza social electoral, que podría determinar quién va hacer el futuro presidente de la nación en los próximos comicios generales. Con una influencia en más de 3 millones de electores.

Terminamos este análisis, creyendo sinceramente -coincidiendo con algunos analistas especializados- que esta legislatura congresal, que se instala en este mes de julio no va a lograr sacar adelante la Ley Mape. Abocándose, desde nuestro particular punto de vista, a debatir, más bien, una nueva prórroga del REINFO. Dejando el encargo al nuevo gobierno electo, y a las nuevas autoridades que asuman la representación nacional en el Congreso de República, en sus dos cámaras: Diputados y Senadores, que serán instaladas, a partir del 28 de julio del 2026. Ya que la resolución del problema es bastante delicado y comprometedor, habiéndose convertido en una papa caliente, que nadie la va a querer tocar.

(*) Periodista

jueves, 17 de julio de 2025

DIÁLOGO CON LOS PEQUEÑOS MINEROS

 


Por: Enrique Soto Roca (*)

Consideramos de suma importancia y trascendencia la instalación, el pasado lunes 14 de julio, de la mesa de diálogo, denominada mesa de trabajo técnica, con participación del Ejecutivo y la Confederación Nacional de Pequeños Mineros y Mineros Artesanales (CONFEMIN-PERÚ). Quienes inauguran un inicio de conversaciones en Palacio de Gobierno este viernes 18 de julio, por un espacio de tiempo continuo de 60 días. Lográndose, de tal manera, la recuperación de la tranquilidad pública en todo el país. Que venía siendo afectada dramáticamente con bloqueos de carreteras, plantones y movilizaciones que impedían el desplazamiento de vehículos de transporte de carga y de pasajeros, perjudicando gravemente el normal desenvolvimiento de las actividades económicas, en el interior del país, generando cuantiosas pérdidas.

El diálogo -lo sostendremos siempre- es una de las herramientas más contundente y efectiva que tienen los pueblos civilizados y democráticos, para alcanzar consensos unitarios en las diferencias que siempre existen en las comunidades. Con el propósito de alcanzar soluciones acertadas en los conflictos sociales que se presentan. Ayudándonos a promover la paz y la concordia que tanto anhelamos.

El problema que adolece la Pequeña Minería Y Minería Artesanal, con respecto al asunto de su formalización, no es algo reciente. Este tema se arrastra desde hace varias décadas. Y no solamente en el sector minero, sino en distintos sectores, dado que en el Perú más del 70% de la actividad económica es informal. Sin embargo, este problema de informalidad minera nos explotó en la cara, debido a los altos precios, que hoy en día, tienen los minerales, principalmente el oro, el cobre y la plata, por la gran demanda en el mercado internacional, debido a la transición energética global.

Es así como, el Ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, con el propósito de acabar de una vez por todas con el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO), decidió extender por última vez, el plazo de formalización minera hasta el día 31 de diciembre del presente año. Excluyendo, asimismo, a través del Decreto Supremo 012-2025, a 50,565 mineros del registro, por mantenerse suspendidos por más de un año, sin mostrar interés en formalizarse. Esta decisión prendió la chispa que alborotó a los más de 500 mil productores de minerales asociados en la CONFEMIN, poniendo en alerta al Gobierno Nacional. Quienes se declararon en rebeldía, promoviendo un paro nacional indefinido, realizando movilizaciones y bloqueos de carreteras. Esto, sin embargo, ha sido controlado. Evitándose que el conflicto escale, en el mes de la patria. El gobierno ha tenido que ceder -aunque mínimamente- diciendo que los más de 50 mil mineros excluidos del REINFO, tienen un plazo de 15 días hábiles, para volver a reinscribirse, y así poder continuar con su formalización.

Sin embargo, la posición del comando de dirección del CONFEMIN, liderados por su presidente Máximo Franco Bequer, manifiestan que, para la reunión convocada, buscarán la modificación del Decreto Supremo que aparta del proceso de formalización, excluyendo, a más de 50 mil mineros, por considerarla injusta, ya que se ha dado sin cumplir los requisitos mínimos del debido proceso. Aseverando, que dicho dispositivo legal debe suspenderse hasta que se apruebe la Ley Mape. Asimismo, sostienen que deben paralizarse las interdicciones a socavones y campamentos. Que no los dejan trabajar.

Como podemos darnos cuenta la situación está bien caldeada. Bastante difícil de monitorear. Creemos, si no se maneja con diplomacia y bastante prudencia, la situación puede volver a cero, y empezar a escalar. Volviéndose incontenible, perjudicando la economía nacional, donde todos saldremos perdiendo.

En tal sentido, consideramos, que en las conversaciones semanales que se realizarán en Palacio de Gobierno, a lo largo de dos meses, y que empezarán este viernes, según lo acordado, se debe poner en primera instancia, los intereses de la nación, por encima de intereses particulares o de grupo. Con el principal deseo de deliberar que clase de minería queremos desarrollar en el país. Teniendo en consideración que somos un país minero. Cuidando principalmente - ¡que duda cave! - el medio ambiente, apuntando a la descarbonizacion del planeta, con la utilización de energías renovables. Considerando que es un sector estratégico que garantiza el crecimiento de nuestra economía, aportando el 15% del PBI, y contribuyendo con 65% del total de las exportaciones. Trayendo divisas.

Por otra parte, para que las conversaciones vayan por buen camino, es necesario determinar plazos perentorios para la formulación, debate y promulgación de la Ley Mape. Instrumento jurídico que permitirá ordenar el mercado dentro del estado de derecho. Dando un alcance definitivo del combate contra la minería ilegal, que debe ser perseguida y exterminada. Impidiendo con la ley en la mano, que estos delincuentes se camuflen en la minería informal y la utilicen como escudo. Ya que es muy importante saber distinguir entre la minería informal, de la minería ilegal (léase criminal).

(*) Periodista

lunes, 7 de julio de 2025

MINERÍA Y AGRICULTURA, ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS (**)

 


(**) Extracto del Quinto Capítulo del libro en proceso de redacción: «MÁS ALLÁ DEL SOCAVÓN»

Se ha sostenido -sin fundamento sólido y científico razonable, de manera irresponsable-  a lo largo de muchos años, y con mayor énfasis en los últimos tiempos, narrativas -con el propósito de confundir a la población- que el desarrollo del quehacer minero es incompatible con la agricultura; nada más incierto. Sosteniéndose -asimismo- que estas dos actividades económicas son contrapuestas, siendo imposible que puedan sobrevivir juntas en armonía, ayudándose mutuamente, de manera complementaria; es decir, desarrollándose unidas; declarándolas –ipso facto- enemigas irreconciliables una de la otra. ¡Qué tal mentira! ¡Qué ignominia! Algo totalmente absurdo, que contradice las leyes de la naturaleza.