martes, 2 de junio de 2015

EL ABRAZO DEL DRAGÓN

Por: Enrique Soto Roca (*)

“China es un gigante dormido, cuando despierte moverá el mundo”, dijo Napoleón Bonaparte (1769-1821), el  gran genio y estratega político y militar hace 200 años aproximadamente y parece haber acertado en su brillante y prometedora profecía.

NO INTERESA EL COLOR DEL GATO… SI CASA RATONES

El gigante asiático empezó a despertar en 1949, cuando su líder y caudillo revolucionario, Mao Tse-Tung, después de haber derrotado a Chang Kai-Shek  y su partido se instaló en Pekín y proclamó la República Popular China y fue nombrado presidente del Consejo de Gobierno por la Asamblea Nacional del Pueblo Chino. Es el inicio del comienzo de un nuevo amanecer para el continente asiático, que estaba sumido por muchos años en extrema pobreza. Mao falleció en 1976, dejando un clima agudo de tensiones y rivalidades al interior del Partido Comunista Chino.

En 1977, después de derrotar política y militarmente a La Banda de los Cuatro- grupo radical de extrema izquierda, que deseaba controlar  el partido, encabezado por la esposa de Mao-, Deng Xiaoping toma el control total del gobierno chino y asume la presidencia. Sus primeras decisiones fueron radicales. China en política económica dio un giro vertiginoso de 360°, abriéndose hacia los mercados capitalistas, para atraer a las empresas transnacionales occidentales. Fue famosa la frase que se repetía por esos días: “Da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones".

CHINA DESPIERTA CON FUROR

Ese mismo año empieza una nueva era, de despertar apasionado en el país asiático. Deng motivó a sus paisanos a ingresar al desafiante mundo de hacerse ricos. "Hacerse rico es glorioso". Arengaba por doquier. Y al mismo tiempo empezaba a implementar profundas reformas. Siendo cuatro las cardinales que sostendrían en el futuro la estructura del Estado y la sociedad China:
  1. Reforma Agraria
  2. Reforma Industrial
  3. Reforma Científico Tecnológico
  4. Reforma Política y Reorganización del Partido Comunista.

EMPIEZA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO

La audaz y decidida liberalización de la economía, como parte de la magia, impulsó su desarrollo y crecimiento, sin renunciar a su ideología y doctrina y teniendo al Partido Comunista como centro del poder, que conduce los destinos de la sociedad China.



A partir de entonces se puede decir que China, despierta totalmente y empieza a dar rienda suelta positivamente a toda su potencialidad y creatividad. La sociedad empezó a cambiar aceleradamente, a través de un crecimiento económico continuo y desbordante. China se ha vuelto una locomotora, con su millón trescientos mil habitantes, que recorre el  mundo a una velocidad inverosímil.

En las últimas tres décadas China no ha parado de crecer. Desde el 2000 al 2011, el país asiático creció 10% anual de manera continua y sostenida. Toda una proeza. A pesar que en los últimos tres  años (2012-2014) también ha sido visto afectada por el proceso de desaceleración que sacude a occidente.  Situándose su crecimiento por el orden del 6% y 7% anual. Habiéndose visto obligada a desarrollar un proceso de desarrollo económico intrínseco, para fortalecer su consumo y su mercado interno, mejorando de esta forma la calidad de vida de su población. 
                                                    
¡QUIERO SUDAMÉRICA!

Sin embargo, esto no hace perder de vista su visión global. Hoy en día, se manifiesta muy interesada en la región de Sudamérica, donde según parece: Brasil, Perú, Chile y Colombia son sus contactos favoritos y de mayor confianza. En esta región –según ha manifestado el presidente chino, Xi Jinping, a comienzo de año- están decididos a invertir en diferentes sectores en los próximos diez años la seductora cifra de 250 mil millones de dólares. Algunos analistas políticos y económicos han interpretado tamaña decisión, como que China pretende comprarse un continente, situación que ha puesto en alerta a EE.UU.

SE VIENE EL FERROCARRIL TRANSOCEÁNICO

Por otra parte, China, a través de la visita reciente que ha realizado su primer ministro Li Keqiang a nuestro país y a Brasil con el propósito de celebrar una alianza estratégica para el desarrollo y crecimiento económico, que permita la construcción de un megaproyecto, implementando la construcción de un ferrocarril transoceánico que parta del puerto de Santos en Sao Pablo, en el Atlántico, y después de atravesar la selva amazónica y los andes peruanos descienda por la región Piura al Pacífico en el Puerto de Bayóvar, para de allí enrumbar al puerto de Tianjin, todos los productos que este gigante necesita. La construcción de este tren transoceánico, será una revolución en el comercio internacional con el Asia. Su longitud de 8 mil km, 5 mil km. Serían tendidos en Brasil y 3 mil serían tendidos en Perú. Su costo ascendería a 10 mil millones de dólares. Los convenios para elaborar los estudios preliminares y determinar la factibilidad del corredor ferroviario, ya fueron suscritos con Perú y Brasil respectivamente. Se espera que el próximo año se dé luz verde a la implementación de la gigantesca obra.

Este y otros acuerdos celebrados con nuestro país de apoyo y cooperación bilateral son de suma importancia y transcendencia para los intereses de nuestra nación. El haber sido elegidos por China como un socio estratégico es algo que nosotros tenemos que ponerlo en valor. Hoy China necesita expandirse y nosotros somos la puerta de entrada al continente americano. Y eso ellos muy bien lo saben. Como también saben que su expansión no va ser nada fácil. EE.UU. los vigila. Pero ya están acostumbrados a la lucha constante y permanente, y piensan en el mediano y largo plazo, ellos no trabajan denodadamente por resultados inmediatos. Su mirada está de aquí a 30 y/o 50 años, ya que su deseo es liderar el mundo y es muy probable que lo consigan.

“JUNTOS TODO LO PODEMOS…”

En esta línea de intereses, el Perú tiene que saber ubicarse y aprovechar al máximo el sentido de oportunidad y de su buena posición geopolítica. Debemos  prepararnos aceleradamente capacitando nuestros recursos humanos para convertirnos en un excelente socio, algo imprescindible para el desarrollo y crecimiento del país asiático. “Juntos todo lo podemos, divididos nada somos”. Ello significa cuidar y consolidar las relaciones. Hay que tener en cuenta que el peso de la república Popular China en la economía peruana es significativo. Actualmente es el primer inversor minero (alrededor de 20 mil millones de dólares en inversiones comprometidas), con un tercio del total de proyectos y el primer socio comercial. Hay que tener también en consideración que en el plano político, nuestro país tiene con China el Tratado de Libre Comercio y la Asociación Estratégica Integral. Todo ello impulsa y consolida nuestra relación que no es de ahora, sino que se ha venido trabajando de años atrás.

PALTAS PERUANAS PARA CHINA

Teniendo en cuenta esas consideraciones, es oportuno promover nuestras exportaciones con esa región que tiene 1,300 millones de consumidores. Un mercado gigantesco, que necesita alimentos en abundancia. En tal sentido, la noticia que da el Ministro de Agricultura, Juan Manuel Benites, que mil toneladas de paltas hass peruanas llegarán a China en julio, es una buena nueva que hay que celebrar, así como su proyección, que en los próximos años los envíos de palta superarán las 15 mil toneladas y su facturación alcanzarán los 50 millones de dólares. Vale el entusiasmo.

Por otro lado, el ministerio de Comercio y Turismo, informó que más de 9 millones de cajas de uva peruana van a China, y nuestro país va camino a ser el segundo abastecedor de uvas en China. Hasta el año 2010, EE.UU. era el principal destino de exportación de la uva peruana, pero luego esta fruta empezó progresivamente a orientarse hacia otros mercados, como el asiático.

Estas referencias son sumamente importantes. Pero más importante es nuestra imagen como país en el mundo, que por cierto no está muy buena. El gobierno del comandante Humala está atravesando una de sus peores crisis, más conocidas como “la crisis de la pareja presidencial”. Sumida en escándalo de corrupción, debido a la forma como están tratando el caso de Martín Belaúnde Lossio, su ex asesor y hombre de confianza. Hoy capturado por el gobierno boliviano, después de haber intentado nuevamente fugarse. Comprometiendo la estabilidad política del país del altiplano, que ha decidido entregar al prófugo de la justicia peruana. Parece que Evo Morales no quiere saber nada con el encargo de la pareja presidencial, y se lo está devolviendo para que sean ellos quienes resuelvan sus asuntos. Mientras tanto el país vive una tensa espera. Vamos a ver qué pasa, porque según comentan los analistas especializados, el detenido tiene mucho que decir, y se llevará de encuentro a muchas personalidades.

Por otra parte, la opinión pública ya no cree nada de lo que las partes digan. Piensan que todos mienten. Esta situación nos daña en el concierto internacional. Así como nos hace daño la inseguridad ciudadana en la que vivimos, en medio de robos, asaltos y muerte continua.  Como también la violencia social que pone en jaque la estabilidad democrática que el estado debe garantizar. Tía María es el caso emblemático, de la necedad de las partes en conflicto de sentarse a dialogar. Y de la incapacidad del gobierno de promover y liderar el diálogo. Esta situación nos quita puntos en una búsqueda de ubicación estratégica que queramos tener en el concierto mundial. Es importante tener una buena reputación en el contexto global. No sólo económica. Sino social, política, democrática y ética. Eso fortalece y nos da brillo.

Finalmente creemos sinceramente que la celebración de una alianza estratégica, en base a la confianza, con la República Popular China es algo de muchísima importancia que nos ha podido suceder, y que debemos preservarlo dialogando con altura, madurez y prudencia, teniendo siempre en consideración nuestros intereses como nación. En política nada se obtiene regalado, todo es producto de negociación. Además tengamos en cuenta que esta alianza estratégica para el desarrollo de ambas naciones debemos de verla como “el abrazo del dragón”.
(*) Periodista. Analista político

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