Por: Enrique Soto (*)
A pesar que falta un año y cuatro
meses para que el presidente Ollanta Humala culmine su periodo en el cargo y
transfiera el gobierno y poder a una nueva administración, que los peruanos
elegiremos el próximo año, ya comenzó una carrera frenética y despiadada- donde
todo vale- por parte de los políticos y no políticos, creando un ambiente que
parece una feria electoral, donde todo se compra y todo se vende por llegar a
Palacio.
La lucha por el poder amenaza ser
descomunal y apasionada. Todos los aspirantes quieren asegurarse desde un
inicio el triunfo, por lo que han empezado a moverse con gran vehemencia,
disparándoles con bazuca a sus más cercanos competidores.
¿CAE LA MINISTRA JARA?
En medio de este movimiento abrumador
el gobierno nacionalista saliente se vislumbra agotado, cansado, sin ganas de
pelear y confrontarse, envuelto en escándalos de corrupción y de espiar a la oposición utilizando a la
Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), estando, por esto último, la
presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara al borde de ser censurada por el
Congreso de la República, a pesar de haber realizado esfuerzos gigantescos por
calmar las aguas convocando a un “Diálogo Nacional”, reestructurando su
gabinete, dando de baja al ministro Urresti por “faltoso”, tal como lo pedía el
Apra y el fujimorismo y cerrando la DINI, decretando su reestructuración y
desaforando a su plana mayor. Todas estas acciones por estabilizar la administración gubernamental
parecen insuficientes debido a la nueva coyuntura política electoral que ya
empezó a proliferarse.
Sin embargo, todas estas
escaramuzas no apuntan a derribar al gobierno, ya que si cae todos perdemos, y
eso lo sabe muy bien la clase política y los aspirantes a la casa de Pizarro.
En tal sentido, por allí no va el asunto. Sino, en cómo ganar mayor protagonismo y hegemonizar
la correlación de fuerzas que existen en la población, presentándose como el
más apto para gobernar, aprovechando al máximo las debilidades y las torpezas
que este gobierno ha cometido, poniendo al descubierto sus incapacidades.
EL MODELO
NEOLIBERAL CONTINÚA
En esa dirección el modelo económico neo liberal no está en
debate sino en peligro. Ello va a continuar con el próximo gobierno, salga
quien salga elegido. Lo que sí está en debate y en proceso de reajuste, que ésta
administración ya no lo podrá realizar, porque está agotada y de salida, es el
quehacer político y la acción social, de allí parte, como una actitud
desesperada para levantarse, por parte de la bancada nacionalista la reforma
electoral, aunque mediocre, inmediata, incompleta y tardía negando la
reelección de alcaldes y presidentes regionales y cambiándoles de nombre al
cargo de estos últimos por el de gobernadores, en un país con una constitución presidencialista. Sin embargo, esta misma
medida no es aplicada a los congresistas que son los que legislan.
Asimismo, el nacionalismo
pretende levantar cabeza con la aprobación de la Ley Pérdida de Escaño, más
conocida como “Curul Vacío”, que será aplicada a congresistas condenados por
narcotráfico, terrorismo, trata de personas y lavado de activos, perdiendo el
escaño y no siendo reemplazado por su suplente.
Estas dos leyes son insuficientes
en el accionar político nacional. Para
que dicho acto sea llamado un proceso de reforma electoral, hace falta debatir
el transfuguismo y la eliminación del voto preferencial, que de alguna forma
ayudarían a consolidar los partidos políticos que tanta falta nos hacen para
acabar con los caudillos, que, sin lugar a dudas, los volveremos a ver en las elecciones
generales del próximo año.
PPK EN CARRERA
En esta competencia, no siempre
llegará primero el que más corra, sino quien sea dueño de mayor habilidad y
recursos económicos, porque ya está dicho que para estas competencias hay que
invertir millones, y esto muy bien lo sabe Pedro Pablo Kuczynski, ex ministro
de economía y ahora un experimentado político, después de haber aprendido en
esta nueva actividad, luego de su derrota en las elecciones generales pasadas,
donde quiso juntar perro, gato y pericote.
Este fracaso le ha permitido
tener una nueva visión pragmática de la política, en la que ha considerado que
para moverse con eficiencia es necesario tener automóvil propio, por lo que ha
adquirido su propio partido, y aliarse con personas ligadas a las finanzas,
como Susana de la Puente y la abogada Cecilia Blume. Asimismo, decidió
cambiarle de nombre a su partido, ahora denominada Peruanos por el Cambio-PPK.
Con esta nueva imagen Pedro Pablo está listo para empezar la carrera y
enfrentarse a sus más conspicuos competidores como Alan García y Keiko
Fujimori.
PPK, promotor del liberalismo, ha
empezado a atraer a sus predios a los jóvenes y a los movimientos regionales, y
pretende realizar, de llegar al gobierno, inversión pública por 10 millones de
dólares en obras de agua potable y saneamiento y otros 6 mil millones de
dólares en infraestructura educativa, sosteniendo que todo eso se puede
financiar, sin mayores problemas, gracias a las reservas fiscales, que son de
30 mil millones de dólares. Esperemos que esto no sea pura demagogia.
Asimismo, pretende confundir al
comunismo llamando a sus seguidores “camaradas”.
KEIKO AVANZA
Por otra parte, Keiko Fujimori,
recorre el país sin pausa, realizando mítines y concentraciones a diestra y
siniestra en el interior. Visitando poblados alejados, donde según dice el
estado no llega. Y su grupo político se mueve con gran cautela, ya que en
negociación con el gobierno no pudieron sacar a Alberto Fujimori del
cautiverio. Y esa mancha de corrupción y de violación a los derechos humanos,
le salpica a Keiko, por lo que ha querido tácticamente alejarse políticamente
de su padre, pero consideramos que es un lastre muy difícil de superar y tendrá
que arrastrar con él hasta el fin de la campaña.
A pesar que el fujimorismo
siempre ha puesto en jaque al gobierno de Humala, ya que es la primera mayoría
en el Congreso, hoy se rumorea que habrían hecho un pacto secreto para sacarlo
del camino a Alan García, ya que lo consideran un competidor peligroso. De ser
cierto sería grave para la estabilidad democrática, porque se estarían jugando
con las cartas bajo la mesa, cuya repercusión social sería de diagnóstico
reservado. Ya que se pondría en duda un proceso electoral limpio y
transparente, con reglas de juego claras.
CERCAN A ALAN
Por su lado, Alan García, no las
tiene todas consigo. A pesar de estar en una frenética campaña, ha decidido
consolidar el frente interno anunciando la renovación del partido y elecciones
de los nuevos secretarios generales distritales y provinciales, como una forma
de renovar los cuadros dirigenciales, que era una exigencia al interior del
aprismo.
Asimismo, la alianza con Alex Kouri, le está
dando réditos, ya que se ha construido un bastión fuerte que lo apoya en el
Callao, mientras que el Lima, Enrique Cornejo ha limpiado de alguna forma la
mala imagen que el partido se estaba construyendo. Quedar segundo y haber
puesto seis regidores en el Consejo Metropolitano, en las elecciones
municipales pasadas, es un éxito.
A pesar que no confirma su
candidatura, todos sabemos que será el postulante a la presidencia -por cuarta
vez- en las próximas elecciones si la jurisprudencia lo permite, ya que existen
dos informes de la desactivada mega comisión presidida por el congresista
Sergio Tejada que lo afectan. Estas sobre los casos de los Colegios
Emblemáticos y el caso Business Track (BTR), que avalan una acusación constitucional
contra su persona, que lo perjudicaría no sólo a nivel judicial sino también
electoral, ya que haría mella en su imagen de candidato.
Todas estas situaciones aparecen
con apasionamiento en una coyuntura como la que hemos empezado a experimentar
de inicio de campaña electoral. Sin embargo, hay que investigar hasta llegar a
la verdad y actuar con justicia dentro de un estado de derecho y en democracia,
respetando las leyes y los reglamentos que regulan nuestra conducta.
A pesar de todo Alan García sigue
corriendo, convenciendo a tirios y troyanos con su Plan de Gobierno denominado
“Plan Bicentenario”, elaborado por un grupo de intelectuales técnicos
comandados por Jorge del Castillo. Asimismo, piensan atraer al partido a Juan
Sheput y Carlos Bruce, disidentes de Perú Posible y a Hernando de Soto,
renombrado economista del Instituto Libertad y Democracia, hoy defensor de los
mineros informales. De lograrse estos objetivos, la candidatura de Alan García
se consolidaría.
¿TOLEDO YA FUE?
Por su lado, Toledo no logra
tener mucho arrastre electoral por más que se esfuerza, ya que el caso Ecoteva,
lo ha puesto al borde del abismo político. Perú Posible fue un movimiento que
tuvo su oportunidad en una coyuntura muy delicada para el país, y que halló en
Toledo a su líder que lo sacaría de ese atolladero. El rol ya fue cumplido y la
historia avanza.
Con el PPC no pasa nada. Sus
guerras intestinas han terminado desapareciéndolo a nivel nacional. Es un
partido de élite que sólo tiene presencia en Lima y en un pequeño sector ligado
a San Isidro. Lourdes Flores tuvo la oportunidad de llevarlo al poder, pero no
lo logró. Y desde ese entonces la organización vino en picada. En estas
elecciones generales su presencia no será trascendente.
...Y LA IZQUIERDA
Después de la caída de Susana
Villarán como candidata a la reelección al sillón municipal y después de
tumbarse a todo el plantel de regidores en una revocatoria, la izquierda pasó
al olvido. Es que no hay capacidad para superar los pequeños liderazgos de capilla
desde hace más de tres décadas. Las reflexiones -en torno al tema- que realiza
Sinesio López, en su columna del diario La República, “Razones, pasiones e
intereses”, deben ser leídas, analizados y meditadas por todo ciudadano que se
considere de izquierda. Ya que son ideas bien pensadas, sesudas, que
contribuyen a entender este fenómeno político. Es necesario reconocer la
realidad para pisar sobre duro.
¿MAURICIO PRESIDENTE?
Por otro lado, la política, como
la que vemos no está exenta del folclor, que son una amenaza para el profesionalismo. Y en este proceso
electoral la constituyen por el momento Daniel Urresti y Mauricio Diez Canseco.
Y es que en el ambiente político que vivimos, todo puede pasar, ya que somos
una sociedad despolitizada, donde los ciudadanos idóneos para asumir estas
responsabilidades no quieren saber nada con el quehacer político nacional.
(*) Periodista