ECONOMÍA
Por: Enrique Soto (*)
Ahora
que ya sabemos que Barack Obama, presidente de los EE.UU. de Norteamérica
seguirá por cuatro años mas, al mando de la administración del gobierno del
país mas poderoso del mundo, nos preguntamos qué decisiones se tomarán en los
próximos meses en materia económica y de qué forma ello pueda repercutir en el
Perú, dada su situación de emergencia económica por la que atraviesan, teniendo
una tasa de desempleo de alrededor del 8%.
En EE.UU., la situación económica y social es dramática a pesar de
los grandes esfuerzos por estabilizarla, desde que sufrió la gran debacle del
2008, por ello las grandes mayorías de ciudadanos norteamericanos e inmigrantes
latinos, principalmente, escuchan con suma prudencia las entusiastas
declaraciones del reelegido presidente Obama acerca de "lo mejor está por
venir", porque saben que la situación es de sumo cuidado.
Lo que mas teme la gente es el llamado
"abismo fiscal", situación que de no resolverse hasta fin de año
diríamos que "lo peor está por venir". Y ello pasa por una
negociación entre demócratas y republicanos, ya que de lo contrario, a partir
del primero de enero del 2013 habrá un severo ajuste fiscal que eliminará gran
parte de los beneficios tributarios que dio el presidente Bush, así como también habrá una
reducción significativa de la expansión del gasto público. Es decir un aumentar
impuestos y reducir gastos en un equivalente de 5% de su PBI en un año, que al
decir de los estudiosos en materia económica es una barbaridad.
Si esto ocurriese de manera brusca, el país norteamericano se vería sumido en una
gran recesión, elevándose la tasa de desempleo y permitiendo que la economía
mundial se desacelere a mayor velocidad de lo previsto. Esta situación
trastocaría la economía mundial, ya que vivimos en un mundo globalizado y a nosotros,
obviamente nos tocará nuestra parte.
¿Qué
debemos hacer?
¿Qué debemos hacer para que
en caso ocurriera esta situación no nos golpee demasiado o en caso extremo no
nos desestabilice económica y socialmente?
Hay que tener en consideración que nuestro país está en buenas
condiciones macroeconómicas, con un nivel de inversión privado alto y
sostenido, y con unas reservas internacionales netas en constante crecimiento,
que ya sobrepasan los 60 mil millones de dólares, nunca antes visto en los
últimos 20 años.
Creemos, al margen de las decisiones que tome la
administración Obama, para resolver la crisis económica que los golpea, que nosotros
debemos enfocarnos en seguir creciendo, a ritmo moderado, pero de manera
sostenida.
Como dirían algunos políticos entusiastas, “el Perú no debe parar”
y para ello es necesario centrar nuestra atención en modernizar nuestro país
aceleradamente, con una infraestructura que incorpore tecnología de punta,
agilizando la inversión pública y dando mayores facilidades a la privada. Eso
significa realizar de manera urgente algunas reformas, para consolidar la
eficiencia del servicio del aparato del estado, apuntando principalmente a
elevar su capacidad de gestión al recurso humano. Sólo así garantizaremos el
avance sostenido. No podemos permitirnos que muchas obras cruciales para el
desarrollo no se ejecuten por simples trabas burocráticas. Tenemos que alentar
la inversión pública, ya que estamos en un momento de crecimiento económico en
el que debemos correr.
En tal sentido, para evitar ser golpeados por un posible
ahondamiento de la crisis mundial, debemos apuntar en inversión pública en
sectores estratégicos como son: Infraestructura vial, modernización de la infraestructura
del transporte para mantener comunicados a todos los sectores del país y sus
mercados, esto impulsará con mayor rapidez el crecimiento y desarrollo. Así
mismo debe dársele atención prioritaria al sector educativo, tenemos que
preparar a nuestras generaciones para conducir y administrar un país moderno,
evitando estar rezagados tecnológicamente y preparando al hombre del futuro.
Esta situación de crisis mundial afectará principalmente a los
países desarrollados como EE.UU. y Europa, y en menor grado a los países
emergentes como China, Rusia, Brasil, India. Y también repercutirá en los
países menores como el nuestro. Sin embargo, podemos decir con satisfacción que
nosotros nos encontramos mejor ubicados para resistir la tempestad que todos
nuestros pares, pero por ello no debemos dormirnos sobre nuestros laureles y
empezar a construir la Gran Transformación que todos los peruanos estamos
esperando y a gestionar la refundación de la República. La historia nos está
dando una brillante oportunidad de construir un país desarrollado para los próximos
veinte años. ¡Manos a la obra!
(*) Periodista
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