viernes, 30 de noviembre de 2012

¿CÓMO CONSOLIDAR NUESTRO CRECIMIENTO?

Por: Enrique Soto (*)

Como nunca antes visto en la historia republicana nuestro país avanza incontenible en su crecimiento en materia económica. Según demuestran los indicadores macroeconómicos que anuncian que el año en curso cerrará con un crecimiento del PBI, de alrededor al 6% superior al 5% y 5.5% que  anunciaban a inicios del año un entusiasta Julio Velarde del BCR y el Ministro de Economía Luis Miguel Castilla. Asimismo,  se prevé que la inflación será baja, de aproximadamente 3%.  El ahorro interno, expresado sólidamente, a través de las Reservas Netas Internacionales RIN, ha sobrepasado los 60 mil millones de dólares. Considerando que las exportaciones han disminuido alrededor del 11% de enero a setiembre del 2012, siguen significativas, a pesar de la galopante crisis internacional. Y la inversión privada extranjera se prevé que se mantendrá al igual que el año pasado, que cerró en 7 mil 300 millones de dólares, ya que el primer trimestre del año, se registró en el Perú en 3 mil 400 millones de dólares. En medio de este escenario económico positivo se anuncia que el superávit fiscal será superior al del año 2011 que alcanzó el 2%.

Según este panorama de abundante éxito, pareciera que la crisis económica mundial que viene angustiando y desesperando a los países desarrollados e industrializados, es ajeno a nuestra realidad. Sin embargo, la repercusión en nuestra región y en el Perú particularmente puede ser catastrófica si es que la crisis internacional se incrementa saliéndose del control y provocando un desplome, ante lo cual debemos estar preparados y poder acometer con firmeza esta adversidad. Por eso con mucha razón el presidente Ollanta Humala, en la XXII Cumbre Iberoamericana realizada en Cádiz, España, ha advertido que no debe haber un exceso de triunfalismo en América Latina, como tampoco sobredimensionar el crecimiento económico en esta parte del mundo, pues dijo, no seremos inmunes a la crisis mundial. Asimismo, señaló que nuestra región tiene un “Talón de Aquiles” que es la dependencia de las exportaciones de materias primas. Luego agregó “no conozco país desarrollado que dependa de las materias primas”, para lo que necesitamos implementar una profunda industrialización y eso significa innovación tecnológica y científica si queremos consolidar nuestro crecimiento, acotó.

Con estas declaraciones el país queda claramente advertido que para crecer de manera sostenida es necesario superar nuestra situación de país dependiente económicamente por ser primario-exportador y avanzar agresivamente hacia la industrialización. Es decir, ponerle valor agregado a todos nuestros productos que exportamos. Por ejemplo, en lugar de exportar cobre en bruto, porque somos los segundos productores de cobre y zinc en el mundo, porque no exportamos tubos de cobre. Para ello es importante que el estado promueva la innovación.


Es el momento de revolucionar nuestra economía y ponerle valor agregado a nuestras materias primas, empecemos por lo mas fácil, práctico y de menor inversión.

En esa misma dirección debemos remarcar que para crecer de manera sostenida y para defendernos acertadamente de una posible embestida y/o coletazo de una remesón económica mundial, hay que consolidar nuestro crecimiento, consolidando nuestro mercado interno, incrementando nuestro consumo, sin dejar de controlar las variables macro-económicas que nos dan estabilidad.

Es decir, tenemos en primer lugar que mejorar sueldos y salarios, teniendo en cuenta que estas reclamaciones están generando desórdenes sociales, promoviéndose paros y huelgas en diferentes instituciones especialmente públicas. Asimismo, contener los conflictos sociales, producidos a raíz de la implementación de grandes inversiones sobre recursos naturales en la industria extractiva, manifestada principalmente con las comunidades nativas, a pesar que el gobierno central viene participando en alrededor de 80 mesas de diálogo. Esta situación de conflictividad tiene que desaparecer para afianzar el crecimiento económico. Debemos considerar en las negociaciones que de mantenerse una situación como esta todos saldremos perdiendo. La flexibilidad, la cordura y la responsabilidad social empresarial son de suma importancia en este momento histórico de crecimiento económico que nos ha tocado vivir.

Asumamos con ponderación los cambios que se vienen. Al estado le toca la función de mediador y promotor del desarrollo con justicia e inclusión social.


No politicemos ni ideologicemos los conflictos que son prácticos y recurrentes, en función de intereses económicos y bienestar para la población. El empresario y el inversionista deben entender que su porcentaje de ganancia no puede estar por encima de estándar aceptado en el mercado internacional. Querer mas es generar conflicto. Entendamos que la situación no muy favorable en el mundo para las inversiones. Tengamos en cuenta que el Perú apuesta por una economía abierta al mercado internacional. Es decir, por una economía globalizada, poniendo en riesgo muchas veces su mercado interno. 

Esa es la situación asumida en materia de política económica. Las reglas están claras para la inversión extranjera.

Por ello, es necesario, para crecer de manera sostenida, poner atención a nuestra infraestructura y educación principalmente. Si poseemos una infraestructura moderna y adecuada a las grandes exigencias del mercado, seremos competitivos. La que tenemos actualmente es retrasada, por lo que tenemos urgencia de acelerar el proceso de construcción en las diferentes áreas y rubros que sean necesarios, como carreteras, puentes, puertos, aeropuertos, hospitales, escuelas, parque automotor, etc. a fin de impulsar el crecimiento.

Asimismo, debemos lanzar un  gran operativo de envergadura en la construcción de grandes fábricas que impulsen la industrialización. Debemos vivir “el boom de la industrialización”, teniendo en cuenta que grandes capitales vendrán a nuestro país debido a la debacle de la economía mundial.

Debemos mirar como un reto, los gigantescos mercados del Asia y la India, con más de 2,800 millones de consumidores. Sin despreciar a EE.UU. que tiene 400 millones de consumidores y/o Europa. Todos estos mercados son trascendentes para el Perú, sin dejar de lado nuestra región.

Nos encontramos frente a un inmenso desafío. De nosotros depende asumir el reto.
(*) Periodista

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