domingo, 29 de julio de 2012

A UN AÑO DEL GOBIERNO HUMALISTA

¿CUÁL ES EL CAMINO?

Por: Enrique Soto(*)

Después de haber escuchado el tradicional discurso por fiestas patrias, pronunciado por el presidente Ollanta Humala, quien inició su mensaje señalando que en su primer año de gobierno se han sentado las bases para realizar la Gran Transformación que el Perú urgente necesita, es necesario hacer algunas reflexiones sobre el futuro de nuestra patria.

Consideramos que esta afirmación ha sido una exageración triunfalista de parte del primer mandatario, ya que la situación real socio-política que estamos viviendo es muy delicada y de diagnóstico reservado, producto de los grandes conflictos, principalmente socio-ambientales que se experimentan. 

No se puede decir que se han sentado las bases para iniciar la gran transformación que el país necesita, cuando existe un alto índice de inseguridad ciudadana irresuelto y la delincuencia campea por doquier, donde el narcoterrorismo domina el VRAEM, no existiendo un plan estratégico para acabar con esos remanentes, donde hay un retraso de décadas en infraestructura y modernización del país, donde la realización de la reforma del estado es urgente y necesaria para iniciar un periodo de eficaz gestión pública. Mientras esto no suceda, no podemos seguir creando falsas expectativas, que en lugar de unir y consolidar nuestra endeble democracia, divide, debilita y crea enfrentamientos sociales que  muchas veces rebasan el control gubernamental, produciéndose violencia y muerte. 



CARENCIA DE VISIÓN POLÍTICA DEL PAÍS


En el pronunciamiento del mensaje presidencial hemos percibido un ambiente dubitativo y carencia de una visión política del país para el futuro. Quizá se deba a la falta de experiencia, conocimiento y preparación política del  mandatario, como sostienen algunos analistas, aspecto que él mismo reconoce cuando afirma que está aprendiendo a gobernar, pero consideramos que hay que acelerar el paso. Carrera veloz es lo que necesitamos a fin de aprovechar la coyuntura de bonanza macroeconómica que estamos viviendo.


A un año de gobierno de Ollanta Humala, el Perú está en una gran encrucijada, producto de situaciones sociales, políticas y económicas irresueltas, en medio de una abundancia macroeconómica, que no se siente en el bienestar de la población, que vive con muchas privaciones. Tal es así que, según el último informe del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, elaborado por Enrique Vásquez Huamán "El Perú de los pobres no visibles para el Estado: la inclusión social pendiente a julio del 2012", los índices de pobreza alcanzados oficialmente por el INEI no son reales, ya que utiliza en sus mediciones la pobreza monetaria y no el Índice de Pobreza Multidimensional, que permite ver en su total dimensión a la persona pobre en base a sus elementales privaciones a largo plazo y no solo en base al gasto. Desde ese punto de vista, tenemos 3 millones 600 mil pobres más que en su totalidad suman 11 millones 930 mil, equivalente al 39.85% del total de la población, y no 8 millones 330 mil equivalente al 27.82% del total, como sostiene el INEI. La situación empeora cuando el informe revela que entre el 2010-2011 la pobreza creció y no se ha reducido como señalan oficialmente. Muy por el contrario se la incrementado en 700 mil. Por ello, el autor de dicho informe sostiene que esos 3.6 millones de pobres que no son visibles para el estado sea una causa de la conflictividad social evidente al 2012, a pesar del crecimiento económico admirable a nivel regional.

Después de escuchar un discurso ambiguo, sin precisiones concretas, nos preguntamos ¿A dónde va el gobierno de Humala?, ya que no muestra claridad ni direccionamiento.

En un último debate realizado en la Pontificia Universidad Católica del Perú, sobre el balance de doce meses de gobierno en donde fueron invitados el  sociólogo, Sinesio López, el periodista y antropólogo Jaime de Althaus y el politólogo Steven Levitsky se especulaba sobre varios escenarios de posibles rumbos que el gobierno de Ollanta tomaría en los próximos 48 meses de gestión.

Para Sinesio López, "se viene un periodo mas polarizado, el gobierno se refugiará en las fuerzas armadas y un posible endurecimiento autoritario".

Para Levitsky "el rumbo de este gobierno no está definido". Sin embargo prevé un gobierno vacilante, sin rumbo y sin aliados, con autogoles. "Ahora la derecha aplaude sus medidas, pero no lo apoyará si tiene problemas", sostiene agregando que gobiernos aislados como Bucarán, Lucio Gutiérrez, Fernando Lugo, Colllor de Melo y Fujimori no terminan bien.

Sin embargo, Jaime de Althaus, quien en campaña lo combatía, ahora lo defiende y señala que Ollanta es un hombre de izquierda coherente con lo que dice y hace: "pocas veces en el Perú hemos visto a un presidente que cumpla sus compromisos como lo hizo Humala", señala.

Mientras para Sinesio, Ollanta se ha ido políticamente a la derecha, para Jaime siendo siendo de izquierda y para Steven es un gobernante de centro. Cada uno con su posición expresan claramente la delicada situación de coyuntura que se vive. 

DEBEMOS PREVER Y PROYECTAR

Nadie es adivino, ni poseemos una bola de cristal para predecir el futuro. Sin embargo, muchas cosas se pueden prever y otras proyectar. El tal sentido, démosle sentido y rumbo a nuestra patria, esquivando todo lo que pueda desestabilizarla. Por consiguiente, los conflictos sociales deben resolverse mediante el diálogo, si deseamos vivir en democracia, si se utiliza la fuerza y se endurece el estado, estaríamos inaugurando una dictadura, que ensombrecería el desarrollo histórico del país.

Por otra parte, es necesario que el gobierno afiance la descentralización modificando la legislación existente, ya que no es coherente con la realidad. Para afianzar esta reforma es necesario que esta concuerde con el real sentido de las regiones y no con una departamentalización. La descentralización y la reforma del estado son dos grandes ejes estructurales para innovar el país encaminándolo a la modernización y desarrollo, aprovechando al máximo el crecimiento macroeconómico. Por ello hay necesidad urgente de preparar al hombre nuevo promoviendo a los recursos humanos y dotándolos con un alto nivel educativo y capacitación permanente. 

(*) Periodista   

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