sábado, 30 de junio de 2012

¿POR QUÉ CAE POPULARIDAD DE OLLANTA?

Por: Enrique Soto Roca (*)

La aprobación del Presidente de la República, Ollanta Humala, cayó estrepitosamente en el mes de junio 8 puntos, superando al mes anterior cuya caída fue de 3 puntos. Es decir, que en los últimos dos meses la aprobación del primer mandatario ha caído significativamente 11 puntos, situándose de 52% que ostentaba en abril a 41% actualmente. Según fuente de la última encuesta nacional urbana realizada por la empresa GFK.

Esta situación, a pesar de no ser alarmante, es preocupante, por lo que amerita una profunda interpretación de los hechos, ya que según algunos analistas esta tendencia podría seguir precipitándose si es que el gobierno no adopta medidas contundentes y decisivas para evitar el descalabro, como el dar un buen golpe de timón en la conducción gubernamental.


ALGUNOS JUICIOS DE VALOR

El periodista y politólogo Álvaro Vargas Llosa, en una entrevista concedida al diario La República (10 de junio 2012), afirma que existe urgencia de realizar un cambio de gabinete ministerial “este es el problema esencial que yo veo y por eso creo que hay que tener un gabinete con una dimensión política”, sostiene, dejando entrever que dicho cambio debe darse principalmente incluyendo la renovación del Presidente del Consejo de Ministros, Oscar Valdés “yo no creo que sea desmerecerlo (…) pero es un hombre al que evidentemente le falta una capacidad de reflejo político” añade. Asimismo manifiesta que “los sectores radicales aprovechan esa ausencia de política en un gabinete evidentemente técnico”, agregando que realizando dicho cambio se evitaría que dentro de seis meses, el presidente Ollanta esté con 20% de popularidad.

Consideramos que la caída de popularidad del presidente Ollanta se inicia con el cambio del primer gabinete ministerial, denominado “Gabinete Lerner”, que según la opinión pública era visto como mas tolerante, flexible y político. Reemplazándolo por otro liderado por un hombre de formación militar al que la población lo vio mas duro, represivo y autoritario y quien a la fecha no puede resolver los conflictos sociales medio ambientales mas significativos como Conga, en Cajamarca y Espinar en Cusco.  Y a quien según refiere el sociólogo Julio Cotler, nadie lo quiere por esos lugares por su “incompetencia política”, recomendando que  debe ser cambiado de manera inmediata.



Asimismo, señala Cotler, que el presidente carece de formación política y de allí parte su falta de seguridad personal y reflejos políticos para resolver los problemas que desestabilizan y generan desgobierno. Por ello sostiene, que el gobierno de Humala está en un profundo proceso de indecisiones, indefiniciones, no sabe a dónde va, es decir está confundido. (Entrevista Canal N, 24 de junio 2012).

Estas apreciaciones son delicadas que tienen que ser aclaradas y/o revertidas con manifestaciones coherentes y efectivas que impulsen al país en su conjunto a salir del atolladero.

Por otro lado, analizando la caída de 11% de aprobación -en menos de dos meses- de popularidad del presidente Ollanta y teniendo en cuenta que según Alvaro Vargas Llosa, en los próximos seis meses esta podría llegar al 20% su aprobación, el contexto se torna crítico. Creemos que esta situación se agudizó con la crisis del VRAE, donde la sangre derramada, los muertos registrados, la incompetencia de las autoridades gubernamentales, hicieron que los ministros de Defensa, Alberto Otárola y del Interior, Daniel Lozada,  tengan que renunciar obligados por una interpelación y sanción del Poder Legislativo, que de todas maneras los iba a defenestrar, siendo considerado por parte del Ejecutivo como un golpe político indignante. Razón por la que antes que ello sucediera, dichos ministros tuvieron que retirarse.

Sin embargo, los cambios no fueron inteligentes y mas aún incrementaron el socavamiento de la popularidad del presidente Ollanta. En Defensa fue nombrado, José Urquizo, ayacuchano, ligado a las huestes fujimoristas en los 90, cercano al Obispo de Ayacucho de ese entonces Juan Luis Cipriani y por lo tanto ligado al Opus Dei, movimiento religioso de la Iglesia Católica, de extrema derecha. Fue llamado a asumir el cargo, por su amistad con el coronel EP(r) Adrián Villafuerte, hombre de inteligencia, asesor de confianza del presidente Humala. Devolviéndole el favor que este le hizo cuando era Congresista (2006-2011), al nombrarlo como su asesor en el parlamento.

Asimismo, Humala comete otro grave error, que hoy le pasa la factura en contra de su popularidad, al nombrar como Ministro del Interior al Gral. EP (r) Wilber Calle, quien fue uno de los firmantes del acta de sujeción impuesta por Vladimiro Montesinos. Meses antes Humala había reiterado textualmente con  respecto a los firmantes del acta que no perdonaba nada y exigía cortarles la cabeza a todos los que la suscribieron. Esta contradicción lo dejaba mal parado ante la opinión pública. He allí la caída de su popularidad. Podemos afirmar que ambos ministros han dado muestras de incapacidad para resolver los problemas en sus respectivos sectores. La incompetencia e incapacidad en el Ministerio de Defensa Nacional continúa con el nombramiento del Gral. (EP), Ricardo Moncada Novoa, como Comandante General del Ejército, quien en el 2008 fue jefe del VRAE, cuando se desarrolló la operación “Excelencia”, que según expertos en asuntos bélicos fue un desastre.

“NO TODO ESTÁ PERDIDO. HAY MARGEN DE MANIOBRA…”

A la par de realizar cambios profundos en el gabinete, para evitar la caída, el presidente Humala, debe escuchar el clamor popular, que fue quien lo llevó a donde está. Porque como dice Aldo Panfichi, sociólogo de la Pontificia Universidad Católica “No todo está perdido. Hay margen de maniobra”. (La República 22 junio 2012). Y esto debe hacerse asumiendo de manera directa, valiente e integra el liderazgo que el pueblo peruano le exige en un 75%, según la encuesta analizada. Viajando a las zonas que se hallan en conflicto y negociando de manera directa. Cumpliendo con las promesas ofrecidas como candidato en la defensa de los intereses del pueblo, ya que un 71% de la apreciación popular considera que está mas ligado al de los empresarios.

Sinceramente, no todo está perdido y el “margen de maniobra” debe pasar por la reflexión, poniendo mas atención a los problemas que sufre la mayoría de los peruanos, a pesar de la bonanza económica macro existente. Reconocemos la sinceridad del presidente Humala cuando manifiesta que “reconozco que el crecimiento económico sostenido del país no va de la mano con mejor calidad de vida y para revertirlo mi gobierno liderará una nueva relación con las industrias extractivas”. (Mensaje a la Nación 23 junio 2012).

Revertir la baja de popularidad presidencial, pasa además por apuntalar el reforzamiento del mercado interno. Ello no se logra solo con pequeños paliativos como Pensión 65, Cuna Más, entre otros programas asistencialistas, sino inyectando mayor circulante en el mercado y eso puede lograrse de manera sostenida y planificada, incrementando sueldos y salarios, la segunda parte del incremento a la Remuneración Mínima Vital de 75 nuevos soles, es prioritario.
Ha quedado demostrado que con austeridad y ajuste de los cinturones sin sustento no se logra avanzar en el desarrollo económico, ni salir de la crisis. Es por ello que los países Europeos sumergidos en profundas crisis económicas y financieras están logrando frenarlo inyectando ingreso líquido de ingentes recursos frescos monetarios. Como por ejemplo EE.UU. que está logrando parar el desempleo, al igual que España y Grecia que bregan en la misma lucha.

Apuntar con un Plan Estratégico de Desarrollo Nacional, el fortalecimiento del mercado interno, incrementar el consumo para fortalecer nuestras pequeñas empresas y afianzar el crecimiento económico sostenido, deben constituirse en los pilares fundamentales para frenar la baja popularidad del presidente Humala. Así como, la restructuración del gabinete presidencial, por uno mas político y menos técnico. Convocando a los mejores operadores políticos altamente calificados que existen en el país, como lo realizado, en torno a la pacificación de la provincia cusqueña de Espinar, por el Ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal y que le ha valido para situarse en el espacio político nacional como el posible reemplazante del Primer Ministro Oscar Valdés.

Necesitamos políticos honestos, con alta formación académica y científica para poder seguir avanzando en el crecimiento económico sostenido. Creemos que el presidente Humala, adoptará con sabiduría tal decisión.
(*) Periodista

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