Por: Enrique Soto Roca (*)
La aprobación del Presidente de la República,
Ollanta Humala, cayó estrepitosamente en el mes de junio 8 puntos, superando al
mes anterior cuya caída fue de 3 puntos. Es decir, que en los últimos dos meses
la aprobación del primer mandatario ha caído significativamente 11 puntos,
situándose de 52% que ostentaba en abril a 41% actualmente. Según fuente de la
última encuesta nacional urbana realizada por la empresa GFK.
Esta situación, a pesar de no ser alarmante, es
preocupante, por lo que amerita una profunda interpretación de los hechos, ya
que según algunos analistas esta tendencia podría seguir precipitándose si es
que el gobierno no adopta medidas contundentes y decisivas para evitar el
descalabro, como el dar un buen golpe de timón en la conducción gubernamental.
ALGUNOS
JUICIOS DE VALOR
El
periodista y politólogo Álvaro Vargas Llosa, en una entrevista concedida al
diario La República (10 de junio 2012), afirma que existe urgencia de realizar
un cambio de gabinete ministerial “este es el problema esencial que yo veo y
por eso creo que hay que tener un gabinete con una dimensión política”,
sostiene, dejando entrever que dicho cambio debe darse principalmente
incluyendo la renovación del Presidente del Consejo de Ministros, Oscar Valdés
“yo no creo que sea desmerecerlo (…) pero es un hombre al que evidentemente le
falta una capacidad de reflejo político” añade. Asimismo manifiesta que “los
sectores radicales aprovechan esa ausencia de política en un gabinete
evidentemente técnico”, agregando que realizando dicho cambio se evitaría que
dentro de seis meses, el presidente Ollanta esté con 20% de popularidad.
Consideramos
que la caída de popularidad del presidente Ollanta se inicia con el cambio del
primer gabinete ministerial, denominado “Gabinete Lerner”, que según la opinión
pública era visto como mas tolerante, flexible y político. Reemplazándolo por
otro liderado por un hombre de formación militar al que la población lo vio mas
duro, represivo y autoritario y quien a la fecha no puede resolver los
conflictos sociales medio ambientales mas significativos como Conga, en
Cajamarca y Espinar en Cusco. Y a quien según refiere el sociólogo
Julio Cotler, nadie lo quiere por esos lugares por su “incompetencia política”,
recomendando que debe ser cambiado de manera inmediata.