sábado, 24 de octubre de 2015

LA INCERTIDUMBRE DE UN GOBIERNO

Por: Enrique Soto Roca

Una mega crisis política sin precedentes, en lo que va de este gobierno nacionalista presidido por Ollanta Humala, se ha presentado esta semana, poniendo en graves aprietos la estabilidad democrática institucional del país, por lo que algunos analistas políticos señalan que “se armó  la pampa”, como una forma de expresar las  impredecibles repercusiones que esta pueda traer como un vendaval incontenible.

¿Cómo sucedieron los hechos que han puesto en apuros la política nacional? ¿Qué situaciones graves han acontecido para poner en jaque la estabilidad democrática del país? El fondo del asunto es la falta de tino, prudencia y experiencia en el manejo de los asuntos de Estado por parte del gobierno, que se ven reflejadas en decisiones políticas torpes y autoliquidadoras que son muy bien aprovechadas por la oposición, en una coyuntura electoral que empezó con fuerza.

Este tsunami político, comienza dando sus primeros atisbos, con la renuncia de la vicepresidenta y congresista de la República, Marisol Espinoza al nacionalismo, confirmada con la publicación de una carta que esta le envía a la Presidenta del Partido Nadine Heredia, por el semanario Hildebrandt en sus Trece. Este hecho fue catalogado, en el quehacer político, como  un terremoto para la estabilidad de la pareja presidencial  y un duro golpe para el gobierno. Uno de sus mejores cuadros en posición expectante, y en cargo estratégico de dirección nacional de gobierno, como la vicepresidencia de la República, abandonaba el barco partidario, para afirmar su autonomía e independencia, manifestando de esta manera su total desacuerdo por la forma como se venía conduciendo el gobierno, y poniendo fin a los continuos maltratos que era objeto.


La situación comenzó a empeorarse cuando el ministro de Justicia Gustavo Adrianzén, estaba a punto de ser censurado por el Congreso, através del debate de una moción presentada, por pretender silenciar a la procuradora especializada en lavado de activos Julia Príncipe, por lo que se vio obligado, antes que ello suceda, a renunciar irrevocablemente al cargo. Pero ,antes de irse, comete un error gigantesco en asuntos de Estado, destituir del cargo sin razón valedera a la procuradora Julia Príncipe, con la anuencia, que confirma su rúbrica, de Ollanta Humala y la de su Presidente del Consejo de Ministros Pedro Cateriano. Esta situación incendió la pradera, porque fue vista por la ciudadanía como una decisión que golpea los esfuerzos de lucha contra la corrupción, y que la encarnaba una mujer honesta como la procuradora Príncipe.

Con estas acciones a cuestas se caldearon los ánimos del quehacer político nacional, desatando la incertidumbre. El pueblo presiente que con estas decisiones se pretende blindar a la primera dama y presidenta de Partido Nacionalista Nadine Heredia, que viene siendo investigada por el Ministerio Público por lavado de activos. Esta delicada situación de gobierno, que hace tambalear el quehacer político ha permitido que muchas personalidades, líderes de opinión y políticos salgan a expresar su malestar. Beatriz Merino, ex Defensora del Pueblo, no tardó en decir enfáticamente: “Yo soy Julia Príncipe”. Asimismo, cuadros importantes del nacionalismo se mostraron en contra de las decisiones tomadas. Tal es así, que Ana Jara manifiesta a través de su cuenta en twitter: “¿Era necesario, prudente, oportuno, tomar la decisión de cesarla en su cargo? En lo personal, me muestro crítica? Lo mismo hace Daniel Abugattás, congresista de la República: “Esto es un disparo a los pies. Ha sido una torpeza.” Como podemos comprender a través de estas manifestaciones, las decisiones poco racionales de este gobierno nos ponen al borde de la inestabilidad institucional.

Por su parte, Keiko Fujimori, una de los candidatos de mayor peso a ganar las próximas elecciones, se ha expresado de manera radical, en el sentido que el Presidente Humala debe alejar a su esposa del cargo de primera dama, por usurpar funciones de gobierno que desestabilizan la democracia. Asimismo, Alan García, candidato por cuarta vez a la Presidencia de la República, por el APRA, sostuvo, refiriéndose a la destitución de la procuradora: “No se atreve a decirlo (Adrianzén) pero saca a la Dra. Príncipe por orden de la reina”. Estas declaraciones sacaron de quicio a la primera dama, quien arremetió con todo diciendo que se está consolidando una alianza aprofujimorista. Y con respecto a las declaraciones de Keiko manifestó: “Aquí no hay impunidad, señora Keiko, esa impunidad es la de su familiares… Usted usurpó el lugar de su madre sin ningún remordimiento”. Esta lucha política por el poder tiende a radicalizarse sin miramientos. Sin embargo, lo que preocupa al ciudadano de a pie, a raíz de esta mega crisis, es la profunda inestabilidad política y el derrumbe de la democracia que el pueblo peruano no lo va a tolerar, y va a responder con la misma vehemencia como actuó para traerse abajo a la dictadura fujimontesinista, porque sabe del gran valor que significa una democracia.

La situación política, de esta semana, termina empeorando la defensa de los intereses de la pareja presidencial, cuando el Tribunal Constitucional falló a favor del recurso de agravio constitucional presentado por el procurador del Ministerio Público ante el fallo del 43 Juzgado Penal de Lima. Declarando se proceda a investigar a Nadine Heredia por el presunto de lavado de activos. Teniendo, como premisa que la Comisión del Congreso que investigó a Martin Belaúnde Lossio, ex asesor de Ollanta, halló responsable a la primera dama del delito de lavado de activos. Estos hechos, ponen a la pareja presidencial, entre la espada y la pared, de allí su desesperación, debido a su falta de capacidad para gobernar y resolver asuntos de Estado.

La temperatura puede aumentar, haciendo convulsionar al paciente, si es que el Congreso aprueba la interpelación del Presidente de Consejo de Ministros Pedro Cateriano, por haber manifestado en tono desafiante que el presidente Humala pudo haber disuelto el Congreso, si hubiera querido. Pero, parece que el fujimorismo, inteligentemente, lo quiere pasar por alto, para no atizar la hoguera. Su vocero, ha manifestado que ellos no van a promover esa interpelación, por lo que no se alcanzaría con los votos suficientes, para acometer tamaña hazaña. Esto nos da a entender que empieza la mayor oposición a poner paños fríos a tremenda calentura. Sinembargo, valgan verdades la cosa no está resuelta, y es necesario que Pedro Cateriano, tienda puentes, para estabilizar la convulsión política, dando de esta manera confianza a la ciudadanía, que la democracia, que tanto nos ha costado instituirla, no va s ser interrumpida por ningún motivo, convocando, oficialmente, las próximas elecciones, en la fechas establecidas, y respetando escrupulosamente el cronograma programado por los órganos electorales  respectivos. Así mismo, debe quedar claro que la lucha contra la corrupción no debe detenerse, dando todo el apoyo a los procuradores para que cumplan con su objetivo. La persecución al corrupto debe ser implacable, tenaz “Caiga quien caiga”, como dice en su libro el ex procurador José Ugaz.

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