Por: Enrique soto Roca (*)
El Perú es un país bendecido;
tenemos una potencial Cordillera de los Andes, pletórica de rocas volcánicas y
plutónicas, ricas en polimetales. Es dueño, asimismo, de una impresionante
estabilidad geológica, que genera admiración en el mercado mundial; siendo
reconocidos como uno de los principales líderes de la Industria Minera,
teniendo una demanda global asegurada de minerales para las siguientes décadas,
que contribuirán a la transición energética y la descarbonizacion del planeta.
Sin embargo, esta potencialidad, que nos brinda la madre naturaleza, no la
estamos aprovechando como debe ser, optimizando la exploración y explotación de
nuestros recursos naturales extractivos; promoviendo la formación de nuevos,
expertos y eficientes geólogos. Así como, mejorando los procesos regulatorios,
permitiendo que los proyectos avancen sin trabas innecesarias. En un periodo
histórico coronado por la gran demanda de minerales y sus altos precios en el
mercado internacional. Si no actuamos a tiempo y con la debida premura, solo veremos
pasar esta gran oportunidad que nos brinda la coyuntura mundial, para progresar
y crecer económicamente, generando el bienestar general a toda nuestra
población.
Consideramos una gran
responsabilidad, por parte de nuestras autoridades, saber aprovechar este trascendental
momento histórico que estamos viviendo, que favorece de manera enorme al sector
extractivo de nuestro país; impulsando su desarrollo, expansión y
consolidación. Teniendo en consideración que su contribución al erario nacional
es estratégica, representando el 40% de las recaudaciones del Impuesto a la
Renta empresarial. Asimismo, contribuye con el 15% del Producto Bruto Interno
(PBI), constituyendo el 65% del total de nuestras exportaciones anuales.
Trayendo divisas. Reconociendo al sector, como la locomotora, que mueve y
arrastra a todos los demás sectores económicos -sin pretender disminuir la
importancia significativa trascendental de las otras actividades productivas-,
generando crecimiento, promoviendo el empleo y estimulando el consumo interno.
Garantizando de tal manera, estabilidad económica en el país.
EXPORTAREMOS 60 MIL MILLONES DE DÓLARES EN
MINERALES
Asimismo, se tiene conocimiento,
que el Perú exportará este año, 60 mil millones de dólares en minerales.
Habiéndose contabilizado ingresos tributarios recaudados por la
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT),
montos, al mes de junio último, de 83,249.6 millones de soles, de los cuales el
13% corresponden a impuestos de actividades de la Industria Minera. (Gestión
23/07/25)
“Los recursos minerales son la
columna vertebral de la sociedad moderna. Esta se detiene sin el cobre -sostiene
Adam Simon, geólogo y profesor de la universidad norteamericana de Michigan-.
Sin embargo, su importancia crucial a menudo se pasa por alto y con frecuencia
está ausente de las agendas políticas de las naciones”. Así se explican, los
entendidos en la materia, estudiosos e investigadores, la importancia del
quehacer minero en el mundo. Considerándola imprescindible para el desarrollo y
crecimiento económico global.
INFRAESTRUCTURA PARA EL
DESARROLLO MINERO
Teniendo en consideración la
importancia y trascendencia de promover el desarrollo y crecimiento de la
industria extractiva minera, debemos señalar que una de las acciones a
realizar, para generar mayor producción de minerales, de manera sostenida, es la
implementación y desarrollo de una adecuada infraestructura, que incluya líneas
férreas, carreteras, electrificación, puertos, represas y canales de
irrigación. La interconexión, la energía y el agua, son algunos de los factores
básicos para sacar adelante a la industria minera. Estando bastante retrasados
en este aspecto, nuestro país, por más de tres décadas. Necesitando el Perú una
inversión gigantesca que supera los 100 mil millones de dólares. Estando en la
necesidad y obligación de hacerlo, de manera urgente, en los próximos años, si
queremos desarrollar y salir adelante.
Para lograr avanzar en el
desarrollo minero es de suma importancia lograr tener injerencia en la
promoción de clústeres económicos. Por ejemplo, la actividad minera debe
asociarse, en algún determinado territorio, con la agro-exportación y el
turismo. Actividades económicas que, actuando coordinadamente -logrando localizar
objetivos comunes- en una misma jurisdicción, mejorarían su quehacer económico,
optimizando sus procesos, elevando la productividad y la producción, apoyándose
mutuamente, generando líneas maestras de desarrollo conjunto. Tratando de
replicarse esas experiencias en otras regiones, del territorio nacional. ¿Qué
se espera para implementar esta necesaria articulación? Estando seguros que
todos apoyaríamos esta decisión estratégica.
A pesar que la industria minera
en el Perú está avanzando y creciendo, aún no se mueve al ritmo de las
exigencias del mercado global, teniendo las potencialidades necesarias para
lograrlo. ¿Qué pasa? ¿Por qué camina muy lento cuando tiene posibilidades de
acelerar el paso? Por tal pesadez, fuimos desplazados, como productores
mundiales de cobre del segundo al tercer puesto, por la República Democrática
del Congo, hace dos años continuos. Esperamos este año, recuperar el lugar que
nos corresponde, e ir más lejos, queriendo que nuestro país sea el primero. Ya
que tenemos reservas en abundancia, superiores a las de la competencia. Si nos
proponemos de verdad, nosotros podríamos superar en producción a Chile. Ya que
estamos ubicados en mejores condiciones geográficas y geológicas, teniendo
mayores potencialidades. Estamos obligados a pensar en grande. Solo es cuestión de ponernos las pilas y
afinar nuestra estrategia competitiva. Elevando nuestra producción, siendo más
agresivos empresarialmente. Ya que somos un país minero, de manera ancestral,
con experiencia y trayectoria de gran alcance, reconocidos mundialmente.
Habiendo llegado el momento de sacar y poner de manifiesto todas nuestras
capacidades. Siendo eficientes.
67 PROYECTOS POR 64 MIL MILLONES
DE DÓLARES
En tal sentido, no nos
contentemos con sacar adelante, de manera inmediata, en los próximos tres años,
11 proyectos mineros -como lo anuncia el Ministerio de Energía y Minas (MINEM)-
de los 67 proyectos que tenemos actualmente en total en cartera. Ya que es una
inversión muy ínfima que no supera los 8,000 millones de dólares, que
equivaldría a una inversión anual de menos de 3,000 millones de dólares. Cuando
en buenos tiempos la inversión minera privada alcanzaba los 10 mil millones de
dólares anuales. A ese monto debemos acercarnos. Debemos ser ambiciosos. Solo
así haremos crecer al país. Disminuyendo considerablemente la pobreza,
promoviendo el crecimiento de la clase media, que ha sido severamente golpeada
en los últimos años.
Debemos proyectarnos
optimistamente, de manera realista, hacia el 2030. Con el propósito de ejecutar
e implementar el 50% del total de nuestra actual cartera de proyectos mineros,
que asciende a 64,100 millones de dólares. Lograr ese objetivo sería un
quinquenio extraordinario, que significaría haber creado una plataforma sólida
y sostenida, para dar paso a un crecimiento acelerado en los próximos
quinquenios, con una proyección estratégica hacia el 2050. Donde la demanda del
cobre -para ese entonces- va hacer abismal en el mundo. Calculándose -según
especialistas- que se necesitarían 91 millones de toneladas de cobre, para ese
momento, para lograr el objetivo de cero emisiones de carbono en el planeta. Un
desafío gigantesco, que parece inalcanzable.
(*) Periodista