Por: Enrique Soto (*)
Estamos viviendo en el país un
periodo de incertidumbre y zozobra social, política y económica que nos
mantiene en vilo sin saber hasta cuando, debido a la inestabilidad
gubernamental, puesta en manos de una presidenta improvisada -que por azar del
destino- asumió el mando, sin saber qué hacer con el país, desde hace más de un
año, con tan grande responsabilidad.
Los enfrentamientos continuos -como
si se tratara de una pelea callejera- entre las instituciones cardinales que
representan el Estado no cesan. El Ejecutivo, el Parlamento Nacional, el
Ministerio Público y el Poder Judicial se agarran a puño limpio diariamente,
con el afán de conquistar la hegemonía
del poder político, en una correlación de fuerzas totalmente desgastadas y
desfavorables, que jamás les permitirán llegar a buen puerto; creando, más bien,
un clima perverso en la sociedad y la economía, afectando gravemente la
satisfacción de las necesidades esenciales de la población, que empiezan a generar
una especie de abominación a dichas instituciones.
El Perú va de mal en peor. Sin
que se avizore de manera inmediata una salida coherente y racional que nos dé
norte. El gobierno de turno, que tiene como capitán y timonel a la fallida presidenta
Dina Boluarte, se halla con una brújula dañada, perdida en la densidad de un océano
tormentoso.
¡LOS ROLEX DE MI WAYQUI¡
El escándalo de los costosos relojes
Rolex de la presidenta -que dio la vuelta al mundo, dejándonos mal parados a
todos los peruanos en el concierto internacional- es vista por la población
como una bofetada a la pobreza. Sin conocerse hasta el momento con certeza la
procedencia ni el financiamiento de tan valiosas joyas que exhibía en
presentaciones públicas oficiales. Solo dio a entender, Dina, que los Rolex eran de su wayki, refiriéndose al gobernador de la región Ayacucho Wilfredo
Oscorima. Anunciándose un presunto enriquecimiento ilícito. Esta actitud, deshonesta
parecía políticamente como una situación insostenible, que la iba a
defenestrar, a través de una vacancia o presentando su renuncia. Sin embargo,
nada pasa, y ella sigue firme en el gobierno con su gabinete de ministros,
allanándose, a las imposiciones legislativas, comandadas por el Congreso, que
emite normas y leyes a sus anchas para favorecer a grupos de poderes oscuros,
en una alianza tenebrosa, que la historia habrá de juzgar en algún momento.
En esa misma dirección, se derogó
en el Congreso de la República el Decreto Legislativo 1607 (a través del cual
se ponía freno a la minería ilegal buscando una salida coherente y racional al
proceso de formalización, tratando de detener el avance del crimen organizado,
que viene desangrando al país, con muertos y heridos). Ahora tenemos que vivir
en medio del vandalismo, en el sector minero, hasta fin de año, sino se da luz
verde a una nueva ampliación que se está promoviendo en el mismo recinto, en un
afán advertido de nunca querer terminar con el problema mafioso que ha logrado
enquistarse en las altas esferas del poder. Esto es sumamente preocupante, que
descalifica a la presidenta Boluarte como mandataria.
Por otra parte, se registró un
maltrato al magisterio nacional, en un afán de traerse abajo las reformas
educativas promovidas por la Sunedu. Degradando la carrera pública, han
aprobado en el Parlamento Nacional el ingreso a la carrera magisterial de 14
mil profesores que no están en condiciones de acceder al cargo, cesados, o que
no dieron el examen de evaluación docente, hipotecándose de manera perniciosa
el futuro de nuestros educandos. Y, es más, trasgrediendo autoritariamente el
proceso meritocrático. Sabiendo que sin buena educación de calidad no habrá
desarrollo en el país.
¿CRECEREMOS 3% ESTE 2024?
En medio de este laberinto
sinuoso, que impide el crecimiento como debe de ser, retrasando el progreso y
alejando el bienestar común, la economía se viene recuperando en el país -según
informa el último boletín de Banco Central de Reserva-. Pero muy lentamente. Tal
es así que es muy probable que a duras penas en estas circunstancias adversas
que vivimos llegue el PBI a crecer este 2024 a 3 %, según analistas. El Banco Mundial,
por su parte anuncia un crecimiento de nuestro PBI de 2.7% para este año. Advirtiendo
seriamente que si no se corrigen las fallas estructurales del modelo neoliberal
que promovemos, no se podrá mejorar la calidad de vida de la población.
Creemos, con sinceridad, que este
crecimiento proyectado en materia económica es insuficiente para disminuir el
nivel de pobreza que tenemos en un índice del 30%, así como revertir el álgido
problema de desempleo formal y de calidad, como no será posible atacar con
eficiencia la recesión y promover el consumo privado, que representa el 65% de
la demanda interna. Para apalancarnos medianamente estamos obligados a crecer
en un 5 0 6 % anual. Y esto si es posible, si logramos alentar la
inversión privada (que está venida a menos) y somos más eficientes con el
manejo de la inversión pública, que tiene “2,299 obras paralizadas, por un
costo de inversión cercano a los 26 mil millones de soles, de los cuales 13 mil
millones no se usan mientras el proyecto se encuentra estancado” a nivel nacional,
(según sostiene el Contralor General de la República, Nelson Shack. Perú 21, 14
de abril).
Asimismo, lograríamos elevar el
PBI, alentando proyectos de envergadura como el Puerto de Chancay, y grandes
inversiones mineras, evitando enfrentamientos sociales que imposibiliten al país
salir adelante. Así como impidiendo observaciones mal intencionales, que
atentan contra la confianza de las grandes inversiones privadas, poniendo en
descrédito el orden jurídico establecido en un Estado de Derecho Democrático.
Ahuyentando de tal manera la inversión privada. Eso no debe suceder,
necesitamos los capitales privados para seguir creciendo y poder desarrollarnos
económicamente.
En ese orden de ideas, es muy
conveniente oír las recomendaciones de Banco Mundial, que insiste en las fallas
estructurales que padecemos producto del modelo económico, que nos empujan
hacía un bajo nivel de capital y de crecimiento de la productividad a largo
plazo, por falta de competencia, que hace que los consumidores paguen más por
bienes y servicios de menor calidad. Esto debido, a la existencia de monopolios;
ya que estos obligan a los hogares más pobres a destinar más de su presupuesto
para atender necesidades esenciales. Principalmente alimentación, educación y
salud. Por lo que alienta al Estado a impulsar políticas de innovación
tecnología y constante capacitación.
NO AL AUTORITARISMO GUBERNAMENTAL
Creemos asimismo que es necesario
contener este desgobierno que nos está llevando al cadalso a toda la población.
Queriéndose imponer una dictadura desde el Congreso de la República, donde se
hallan enquistados grupos de poderes mafiosos, con la sumisión, anuencia y
obediencia del Ejecutivo, que se allana a sus polémicas decisiones
legislativas, obtenidas mayoritariamente, para poder permanecer hasta el 2026.
Y aún después de de esa fecha, poder continuar en el poder, para ello quieren
defenestrar a la Junta Nacional de Justicia (JNJ) elegida democráticamente en
orden al rigor constitucional, que el Parlamento pretende desconocer, queriendo
hacer uso del Tribunal Constitucional(TC) que está a su servicio.
Asimismo, quieren traerse abajo al
Jurado Nacional de Elecciones, y a todos los órganos electorales como el
Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) y el Organismo
Nacional de Procesos Electorales (ONPE), con propósito de tener el control
total del Estado en la próxima elección, asegurándose de que en caso no salir
elegidos impugnar el proceso, tratando de someter a juicio político a sus
autoridades, que constitucionalmente son autónomas. Esto es sumamente grave,
que el pueblo peruano organizado debe impedirlo a toda costa.
No podemos permitir un gobierno
autoritario, que niegue el estado de derecho y la democracia, que tanto ha costado
retomar a todos los peruanos. Ha llegado el momento que la ciudadanía tome
conciencia de su rol protagónico en la historia nacional para promover cambios
radicales en favor de bienestar general. “El movimiento social está latente en
el Perú. Pero hay que reconocer que esta, digamos, con sordina. La represión de
fines del 2022 e inicios del 2023 está en la memoria y dolor de muchos”-dice
Diego García-Sayán, en un artículo publicado en La República el jueves 11 de
abril: “Inercia y Colapso Institucional”. Hay que tener en consideración que en
ese periodo murieron protestando 50 luchadores sociales, cuya reclamación de
justicia sigue impune.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Finalmente, sostenemos, que es necesario
para terminar con este desorden político y económico -promovido por el
desgobierno- exigir de una vez por todas que se vayan todos. Y que la
presidenta Dina Boluarte por Honor y Dignidad, si algo de ello tiene en su
conciencia, debe renunciar al cargo, y dejar de seguir haciendo tanto daño a
toda una nación. Ello significaría, de manera inmediata, convocar a nuevas elecciones,
para elegir a nuevas autoridades que nos representen verdaderamente en el
Congreso de la República, ya que este parlamento no representa a nadie. Instalando
provisionalmente a una Junta de Notables, en un proceso de transición
gubernamental, para dar inicio a una reconstrucción nacional, con nuevos
líderes, hombres capaces de sacar adelante la patria que tanto lo necesita. Es
hora de recuperar lo nuestro. Es hora de afirmar la democracia, es hora de
acabar con el crimen organizado. Es hora de levantar en alto el honor, la
gloria, la libertad, la dignidad de nuestra nación. Que solo de nosotros
depende. Es decir, del pueblo organizado, con optimismo y valor.! ¡El futuro es
Nuestro!
(*) Periodista