Por: Enrique Soto
El próximo 28 de julio, día de la
Independencia Nacional, el nuevo gobierno presidido por Pedro Pablo Kuczynski, asumirá
la conducción del destino de nuestro país, en medio de una situación de
incertidumbre en cuanto corresponde a un eficaz manejo de la gobernabilidad, en
la medida de que el Ejecutivo, de Peruanos por el Kambio, tendrá una Representación
Nacional opositora, expresada en el Congreso de la República, mayoritariamente
constituida por Fuerza Popular, que alcanza el control de 73 escaños, de los
130 existentes. Esto significa que PPK, tiene que hilar fino en la nueva
coyuntura política, para llegar a buen puerto, evitando encontronazos, que
desestabilicen su gestión, poniendo en riesgo la estabilidad democrática. Su vasta
experiencia en asuntos gubernamentales es un activo valioso que lo pone en gran
ventaja.
Sin embargo, el nuevo fujimorismo
(que en el fondo es casi lo mismo) expresado políticamente a través de Fuerza
Popular, a pesar de su mayoría absoluta en el Parlamento, no las tiene todas consigo,
en la medida de que si se vuelve intransigente y obstruccionista con el nuevo
régimen, prematuramente puede desmoronarse su aval social, y empezar a perder
prestigio popular. Situación que no le conviene, pensando en las futuras
elecciones regionales y municipales, como también en el 2021.En tal sentido, creemos,
que la actitud de Keiko Fujimori, con respecto a mostrar un comportamiento
reñido con los buenos modales democráticos (como no ir a saludar y estrecharle
la mano al ganador, así como acceder a un diálogo alturado de mutuo respeto)son
simples signos de inseguridad e inmadurez política, producto que no asimila
totalmente la derrota, porque según ella era la ganadora, sin embargo, tiene
que aceptar que en la puerta del horno se les quemó el pan. Así es el quehacer
político en democracia. En tal sentido, consideramos que el fujimosismo, no
tiene otra opción, en este nuevo escenario político, que dialogar, negociar y
buscar consenso con el nuevo gobierno, que en materia económica y visión
política no son diferentes ni opuestos. Ambas agrupaciones son representantes
de la derecha, con algunos matices, que no interfiere para nada, la continuidad
del Modelo Económico Neoliberal, punto neurálgico en base al cual se pondrán
rápidamente de acuerdo. Así mismo, consideramos, que el punto inicial de este
entendimiento, debe reflejarse en el otorgamiento del voto de confianza al
nuevo gabinete, así como avalar el pedido de dar facultades legislativas al
Ejecutivo, en temas decisivos de interés nacional, para que estos sean
resueltos, o se inicie su proceso de solución, en los primeros cien días de
esta nueva gestión.
Esto no significa, que el nuevo
régimen, piense solamente como tratar, negociar y dialogar con el fujimorismo, y
esperarlos, sin límite de tiempo, hasta cuando ellos decidan hacerlo, por eso
bien ha señalado PPK ante la convocatoria de diálogo: “Allá ellos”, frente a su desidia. Esto lo ha dicho el nuevo
mandatario como una forma de manifestar su resolución y entereza. En tal
sentido, bien ha hecho PPK, en asistir al Primer Encuentro Nacional de
Gobiernos Regionales y al II Congreso Nacional de Municipalidades llevado a
cabo en la ciudad del Cusco, la última semana del mes pasado. Estratégicamente,
después de haber sido recibido entre vítores y aplausos, ha pronunciado sendos
discursos, a través de los cuales ha manifestado su ardiente deseo de gobernar
a favor de toda la ciudadanía peruana, es decir en favor de “los que votaron por mí y también por los
que no votaron por mi” ha señalado categóricamente. Como, también dejó claramente
expuesto que trabajará desde el gobierno a partir de 28 de julio en beneficio
de las regiones, profundizando el proceso de descentralización, y apoyando
decididamente a los gobiernos municipales, con la realización de obras, principalmente
instalación de agua y alcantarillado en todos los pueblos del país. Esto
significa, que PPK, con mucha habilidad, y sin manifestarlo abiertamente, ha
empezado a construir una alianza con los gobiernos del interior de país, como
una forma de contrarrestar una posible avalancha que pueda provenir del
fujimorismo atrincherado en el Parlamento.
Por otra parte, consideramos, en
la medida que en breves días se dará a conocer quienes constituirán el nuevo
gabinete, que en nada ayudará la formación de un gabinete mixto, como algunos
lo proponen para garantizar de alguna manera la gobernabilidad, esto podría
tergiversar el cumplimiento del Plan de Gobierno que se ofreció al pueblo
peruano en la campaña electoral. Lo que mas conviene, desde nuestro punto de
vista, es dar muestras de cumplimiento, desde el primer día de trabajo, de lo
que se prometió, en reiteradas visitas a los pueblos del interior del país, en
campaña. Eso quiere decir, trabajar con mas decisión un acercamiento a la población,
que muchas veces no siente la presencia del Estado, ni de sus gobernantes. Tener
como miembros del Ejecutivo, personalidades que pertenezcan a las filas del
Partido Aprista, como del PPC y/o el Frente Amplio (a pesar que estos últimos
no aceptarán), de nada servirá para consolidar la democracia, muy por el
contrario se vería esto como un sancochado, que nublaría la línea política de
acción gubernamental de Peruanos por el Kambio. Lo que sí ,pensamos, podría
ayudar, a tender puentes, al nuevo gobierno, es el nombramiento de un
Presidente de Consejo de Ministros con mucho carisma y liderazgo, mejor si este
es independiente, con gran respeto y reconocimiento a nivel nacional. Esto
ayudaría mucho, a garantizar la estabilidad de un nuevo gobierno.
Con respecto, a la izquierda, representada
en el Congreso de la República, por el Frente Amplio, que ocupa 20 escaños, creemos
que PPK, debe darle un trato político de mucha consideración, en la medida que
es la segunda fuerza en la Representación Nacional. La forma como la derecha ha
tratado a la izquierda, a través de la historia, debe ser un pasado superado, donde
el quehacer político ha cambiado radicalmente en un mundo globalizado. Es mas,
este nuevo gobierno, debe sentirse agradecido, de tener la oportunidad de
conducir los destinos de nuestro país, gracias al apoyo desinteresado que
recibió –corriendo riesgos de conducción política- de la izquierda en su
conjunto, incluyendo todos sus matices. No olvidemos que el conglomerado “Keiko
No Va”, atiborró las calles de Lima, la última semana de cierre de campaña, en
segunda vuelta, movilización popular imposible de haberla podido hacer por
ninguno de los dos bandos que se disputaban el triunfo. Esto significó
verdaderamente la expresión de un sentimiento profundo del pueblo peruano, que
fue abonado a favor de PPK.
Finalmente, queremos expresar,
nuestro deseo, de que este quinquenio, que se inicia este 28 de julio próximo,
sea de total éxito en la nueva gestión de gobierno, porque al final de cuentas
será el PERÚ quien saldrá ganando. Estamos en condiciones, de subir escalones
superiores de desarrollo nacional, todo depende de la voluntad política que le
impriman nuestros nuevos gobernantes. Ya PPK, se ha comprometido a iniciar la
industrialización, y no permitir que se sigan llevando el mineral en bruto al
extranjero, sino incorporándole valor agregado. Esto es algo que nos
revitaliza, y enciende nuestra esperanza. Así mismo, se ha comprometido, a
acelerar el proceso de la realización de las grandes obras, como el Gasoducto
del Sur, para llevar el gas barato a todos pueblos de esa zona de nuestro país,
así como avanzar rápidamente en la construcción del Metro de Lima, y
profundizar la modernización del aeropuerto internacional Jorge Chávez. Todo
esto, y otras cosas mas que se nos quedan en el tintero, es el gran desafío que
tiene que asumir el nuevo gobierno. Esperamos, sinceramente, que todos los sectores,
y el pueblo en su conjunto cierre filas, apoyando al régimen que empezará a
gobernar a partir del próximo 28 de julio, y nos conducirá hasta el 2021, cerrando
su gestión con la celebración de Bicentenario de la Independencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario