Por: Enrique Soto (*)
Con el propósito de frenar la
desaceleración económica e impulsar la inversión privada, el Ejecutivo se ha
visto en la obligación de lanzar al mercado el cuarto paquete económico
reactivador. Pero, según los entendidos esta medida de inyección de 1,600
millones de nuevos soles, es insuficiente y además tardía para revertir la
caída en la que nos encontramos. Por lo que si queremos retomar el crecimiento
sostenido que estábamos experimentando se requiere paquetes reactivadores mas audaces,
si pretendemos, al menos, alcanzar un 3% de crecimiento el próximo año.
Sin embargo, la medida es positiva,
ya que amortigua el golpe, en la medida que los recursos han sido orientados a
incrementar el gasto público y promover el consumo del mercado interno. Algo
que no se realizaba ni en pequeña escala. Otorgar 300 nuevos soles
extraordinarios de aguinaldo a más de 1 millón 500 mil trabajadores públicos,
así como incrementar, por única vez, en 100 nuevos soles adicionales a favor de
los beneficiarios de los programas sociales Juntos y Pensión 65, que serán
abonados en diciembre, es una forma, aunque pequeña, de poner mas dinero en el
bolsillo de los trabajadores. Esto redundará en una mayor liquidez en el
mercado, dinamizándolo. Es decir, generándole más movimiento.
Así mismo, es de suma
importancia, para reactivar la economía, que se halla comprendido en este
paquete, 600 millones de nuevos soles adicionales para la realización de
pequeñas obras correspondientes al sector educación y a los programas sociales
a cargo del Ministerio de Inclusión Social, que serán lanzados en las próximas
semanas.
Por otra parte, se sostiene que
estas medidas son inmediatistas y de corto plazo, ya que no tienen orientación
sostenida a mediano y largo plazo, ni es en sí misma estructural, como si
podría ser el incremento significativo de la Remuneración Mínima Vital, que
tiene un retraso de más de 20 años, de
manera proporcional al crecimiento del costo de la canasta básica familiar y al
crecimiento económico del PBI de los últimos 14 años. Este incremento
consideramos es necesario y urgente para reactivar la economía y parar el
proceso de desaceleración en el que nos encontramos inmersos. Dicha medida sí
sería estructural, porque reordenaría el sector laboral, ya que sería una
decisión económica sostenida a mediano y largo plazo. Planteándose así mismo,
una reingeniería en la producción, que se vería reflejada en la productividad
del trabajador. Esto hará posible elevar la calidad de vida y disminuir
ostensiblemente los conflictos.