Por: Enrique Soto (*)
El gran potencial minero que
tiene el Perú se pondrá de manifiesto este año 2025; según se dio a entender a
través de la información reciente proporcionada y difundida por el Ministro de Energía
y Minas, Jorge Montero. Quien ha manifestado que la cartera de Proyectos
Mineros que tiene el país, este año ha aumentado considerablemente,
incrementándose de 51 a 68 proyectos, por un valor fabuloso de inversión de 63
mil millones de dólares, superior al del año anterior, que fue de tan solo, 54
mil millones de dólares.
Precisando, más adelante, con
mayores detalles, la tremenda expansión minera que podríamos tener en el país,
si le ponemos la atención debida al sector, que 5 proyectos ya se hallan en
etapa de ejecución, por un valor de 5,011 millones de dólares; 5 proyectos más,
se encuentran en proceso de ingeniería de detalle, por un valor de 4,631
millones de dólares; 21 proyectos se ubican en etapa de factibilidad, por un
valor de 19,832 millones de dólares; otros 25 proyectos adicionales están en
etapa de pre-factibilidad, por un valor de 23,485 millones de dólares. Y,
finalmente, 12 proyectos se encuentran en etapa conceptual, por un valor de
11,079 millones de dólares.
Como podemos darnos cuenta claramente,
estos proyectos mineros trascendentales, neurálgicos y estratégicos, podrían catapultar
-qué duda cabe- la imagen del país en el mercado internacional, ratificándonos
una vez más, como una nación líder, en el mundo, productora de minerales. Solo,
y únicamente, si logramos ponerlos en movimiento, garantizando su ejecución,
producción y comercialización.
Creemos, sinceramente, que ésta
es una brillante oportunidad, que debe ser aprovechada en el mercado global,
quien viene manifestando una exigente demanda de minerales, para cubrir
favorablemente la transición energética. Por lo que los precios de los
commodities han alcanzado valores históricos en el mercado mundial.
Asimismo, el titular de Energía y
Minas manifestó que la Cartera de Proyectos de Exploración Minera 2025
contempla la ejecución de 84 proyectos de inversión en exploración. Consignando
9 más que los 75 que se habían proyectado el año anterior. Produciéndose un
incremento significativo en la cifra estimada de inversión, pasando de 644 millones
de dólares a 1,039 millones de dólares. Esto significa un incremento
considerable del 75% en comparación con el año 2024.
DIGÁMOSLE ADIÓS A LA TRAMITOLOGÍA
Estos anuncios favorables en la
industria minera en el país, concerniente a la explotación y exploración de
nuestros minerales, es sumamente halagador, que debería consolidarse con la
atención de otros factores fundamentales que apuntalen con mayor fuerza para
hacer realidad estas perspectivas proyectadas; como, por ejemplo, profundizar
el trabajo burocrático de la agilización de trámites para la obtención de
permisos y licencias, apurando la instalación y funcionamiento inmediato de la
Ventanilla Única Digital. Superando de tal manera engorrosos procesos tramitológicos,
que ya parece una permisología. Disminuyendo drásticamente el tiempo de
duración de los procesos, que muchas veces superan los dos o tres años, algo
que se puede resolver en seis meses. Eso no existe en otros países productores
de minerales, marcando un retraso competitivo. Esto es una bofetada a la
inteligencia y la tecnología de punta que existe en los tiempos modernos. Esta
situación debe de cambiar en el aparato administrativo estatal de manera
radical, sin dejar de lado la mejora de la capacidad funcional y productiva de
los recursos humanos, implementando un disciplinado proceso de capacitación.
Por otra parte, es sumamente conveniente, para avanzar rápidamente, y sacarle
provecho y ventaja a este nuevo boom minero, acortar, es decir, disminuir los
procesos regulatorios -practicados por el Estado- haciendo más expeditivos los
expedientes que presentan los proyectos de inversión al Estado Peruano.
DIÁLOGO PREMANENTE CON LAS
COMUNIDADES
Por otro lado, es de gran
importancia instalar un diálogo permanente con las comunidades alto andinas de
influencia minera, previniendo innecesarios conflictos y enfrentamientos
sociales. El Estado debe promover el diálogo constante entre las empresas
mineras y la población, haciéndoles entender y comprender, practicando
docencia, la necesidad del quehacer minero. Hablándoles de manera transparente,
generando confianza. Explicándoles que los frutos serán compartidos. En tal
sentido, hay una urgencia histórica de incorporar a las comunidades al quehacer
empresarial minero, haciéndolas partícipes del negocio. Haciéndoles ver que
esto les conviene. Solo así lograremos apartar a los anti mineros, que azuzan
constantemente a las comunidades para que se opongan a los grandes proyectos
mineros que harán crecer la economía nacional. Estos lanzan de manera
permanente sicosociales, para atemorizar a las comunidades, como que el limón y
mango van a desparecer de las mesas de los hogares, dijeron en Tambogrande. Hoy
alborotan a la población de Arequipa, manifestando que el ajo y la cebolla va a
desaparecer, si Tía María empieza a producir. Nada más iluso. Son ideas
trasnochadas, de individuos que se han quedado con un pensamiento de la época
de las cavernas. No han logrado evolucionar. Nosotros, debemos apartar a estos
infractores, que se oponen al progreso y desarrollo de los pueblos, explicando
a las comunidades las bondades de la industria minera. Será un trabajo exigente
pero duradero. Que va a requerir de mucha paciencia.
ACABEMOS CON LA MINERÍA ILEGAL
Por otra parte, para asegurar y
garantizar la expansión minera, en el país, en el 2025, es urgente combatir la
minería ilegal y trabajar de manera esforzada en la formalización de la pequeña
minería y minería artesanal, generando una legislación justa a esa escala de
producción extractiva de minerales. Promoviendo la Nueva Ley MAPE que se debate
en el Congreso de la República.
La minería ilegal, no es una
actividad económica informal -en eso debemos estar claros-, es un accionar
delincuencial, actúa trasgrediendo las normas y las leyes, rompiendo el
principio de autoridad, utilizando la fuerza. Es decir, la violencia armada.
Aterrorizando y matando a los que se le oponen. Saqueando la propiedad privada.
Explotando -a sangre y fuego- yacimientos mineros que no son de su propiedad.
Esto definitivamente es una actividad que está fuera de la ley. Por lo que
tienen que ser perseguidos, apresados y encarcelados. No hay otra. Ya que esta
situación no se puede permitir, trasgrede el orden jurídico, social y económico
de una convivencia pacífica y democrática como manda nuestra constitución. Ahuyenta
la inversión, creando el caos. Estando el Estado Peruano en la obligación de
acabar con ellos, si queremos preservar el Estado de Derecho, y sacar adelante
al sector minero, garantía de desarrollo y crecimiento económico, que nos
conducirá inexorablemente hacia el Bien Común y el Bienestar General.
(*) Periodista