Por: Enrique Soto (*)
A
pocos días de acabar el año 2019, y dar inicio a uno nuevo, es necesario hacer
algunas reflexiones que podrán ayudarnos a entender mejor el porvenir, dentro
de una coyuntura política y económica con mucha incertidumbre, que nos ha
tocado vivir a los peruanos, que siempre nos preguntamos: ¿cuándo vamos a
crecer económicamente?
Ni
el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que sostuvo en agosto del 2018, que
el PBI crecería en 4.2% en el 2019, ni el Banco Central de Reserva (BCR)que
anunció que solamente sería de 4% el crecimiento, han acertado en la
proyección, ni siquiera mínimamente. No la vieron. Y sus análisis económicos
estaban descontextualizados. A estas alturas del partido asumen la realidad que
a las justas lograremos crecer este año 2019, un 2.0 ó 2.2% ¿Qué ha pasado?
Estando el país en condiciones de crecer aún mas del 4%, según algunos
entendidos en materia económica.
Si
bien es cierto que la guerra arancelaria protagonizada por China y EE.UU., ha
golpeado severamente a las exportaciones de la región. Nosotros estábamos bien
apertrechados con un desarrollo de índices macroeconómicos sostenidos. El
problema cardinal, de no haber alcanzado la proyección es de responsabilidad
interna. Se falló en el ejercicio de una gestión de política económica
acertada. No logrando, garantizar significativamente el crecimiento de la
inversión pública, que hubiera impulsado el crecimiento de la inversión privada,
generando confianza en los inversores. Promoviéndose de esta forma el consumo
interno (que ha ido a la baja), incrementando sueldos y salarios a la masa
trabajadora, generándose una política de promoción del empleo. Nada de eso ha
sucedido.
El
gobierno ha centrado su atención –al parecer- en la lucha contra la corrupción,
aspecto que no está mal, a esa lacra hay que exterminarla. Lo malo está que se
haga solo el protagonismo del rating político. Pensando solo en cómo subir las
encuestas. Hasta ahora no hay acusación contra los delincuentes. Siguen las
investigaciones ¿hasta cuándo?
Esta
situación de carácter político, agudizó los enfrentamientos entre el Congreso y
el Ejecutivo. Viéndose el gobierno obligado a crear las condiciones para
disolverlo. Lo hizo. Cerró el Congreso. Postergándose la atención del desarrollo
económico, poniéndole más atención a la implementación de las nuevas elecciones
para reemplazar a los congresistas disueltos. En este ajetreo se nos ha ido la
segunda mitad del año 2019. Y los resultados económicos de crecimiento, saltan
a la vista.
Por
lo que se hace necesario, para este 2010, que está por iniciarse, se corrija,
las líneas maestras en materia de política económica, para lograr los
resultados esperados, en función de nuestra capacidad y fortalezas
macroeconómicas existentes.
Ya
ha señalado el Primer Ministro, Vicente Zevallos, que el primer trimestre del
año 2020, se verá el incremento de la Remuneración Mínima Vital, que se halla
en 930 soles. Esto es una burla para el trabajador. Quien va a vivir en nuestro
país, con una remuneración de ese tamaño.
Por otra parte, ha señalado que será prioridad
–en el año que se viene- la reconstrucción. “Hay 25 proyectos con expediente
técnico y 24 en cierre. Y los gobernadores y alcaldes ya podrán sacar proyectos
que tendrán impacto” ha señalado. (La República. Entrevista David Pereda.
22.12.19).
Esto
significa darle mayor impulso a la inversión pública, factor importantísimo,
para promover el consumo interno, y de esa forma mover el mercado. Generando
confianza, aperturando de tal manera la inversión privada, que es la que
apuntalará a promover el crecimiento del empleo, que al final de cuentas,
generará crecimiento económico.
Las
obras de infraestructuras en el norte, en el marco de la reconstrucción sigue
siendo un reto pendiente para el Ejecutivo. En el que aún no se ha podido
ejecutar ni el 50% de lo presupuestado.
Por
su parte, el ex ministro del MEF, Alonso Segura, es duro en su análisis, cuando
sostiene, frente al estadio económico en el que nos hallamos al cierre del año
2019, “Crecer 2.2% no sorprende dada la incapacidad de gestión, la sub
ejecución brutal de inversión pública y la ausencia de una agenda económica”.
En parte no deja de tener razón.
Sin
embargo, muy diplomáticamente, la ex ministra, Carolina Trivelli
sostiene: “Hemos podido crecer mas, (dice poniendo paños fríos a la crítica)
pero las responsabilidades nos tocaron a todos. Sería fácil decir que es culpa
del gobierno. El sistema se ha vuelto más complejo” remarca (Informe de Israel
Lozano. La República 22.12.19).
Como
podemos darnos cuenta, el panorama económico que estamos viviendo los peruanos
se halla en una encrucijada, donde el debate es una tarea necesaria para hallar
el camino correcto del crecimiento y desarrollo del país.
El
2010 dice el BCR, que el crecimiento estará sostenido por la recuperación de
las exportaciones y la inversión pública, que llegarían al 4.5% y 6%
respectivamente.
Vuelven
las proyecciones: El BCR dice que el 2020 creceremos 3.8%. Y el MEF sostiene,
que el PBI alcanzará un crecimiento de 4%. Esperemos que esta vez acierten, por
el bienestar de todos los peruanos.
(*) Periodista