miércoles, 25 de diciembre de 2019

¿CUÁNDO VAMOS A CRECER?

Por: Enrique Soto

A pocos días de acabar el año 2019, y dar inicio a uno nuevo, es necesario hacer algunas reflexiones que podrán ayudarnos a entender mejor el porvenir, dentro de una coyuntura política y económica con mucha incertidumbre, que nos ha tocado vivir a los peruanos, que siempre nos preguntamos: ¿cuándo vamos a crecer económicamente?

Ni el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que sostuvo en agosto del 2018, que el PBI crecería en 4.2% en el 2019, ni el Banco Central de Reserva (BCR)que anunció que solamente sería de 4% el crecimiento, han acertado en la proyección, ni siquiera mínimamente. No la vieron. Y sus análisis económicos estaban descontextualizados. A estas alturas del partido asumen la realidad que a las justas lograremos crecer este año 2019, un 2.0 ó 2.2% ¿Qué ha pasado? Estando el país en condiciones de crecer aún mas del 4%, según algunos entendidos en materia económica.

Si bien es cierto que la guerra arancelaria protagonizada por China y EE.UU., ha golpeado severamente a las exportaciones de la región. Nosotros estábamos bien apertrechados con un desarrollo de índices macroeconómicos sostenidos. El problema cardinal, de no haber alcanzado la proyección es de responsabilidad interna. Se falló en el ejercicio de una gestión de política económica acertada. No logrando, garantizar significativamente el crecimiento de la inversión pública, que hubiera impulsado el crecimiento de la inversión privada, generando confianza en los inversores. Promoviéndose de esta forma el consumo interno (que ha ido a la baja), incrementando sueldos y salarios a la masa trabajadora, generándose una política de promoción del empleo. Nada de eso ha sucedido.

El gobierno ha centrado su atención –al parecer- en la lucha contra la corrupción, aspecto que no está mal, a esa lacra hay que exterminarla. Lo malo está que se haga solo el protagonismo del rating político. Pensando solo en cómo subir las encuestas. Hasta ahora no hay acusación contra los delincuentes. Siguen las investigaciones ¿hasta cuándo?

Esta situación de carácter político, agudizó los enfrentamientos entre el Congreso y el Ejecutivo. Viéndose el gobierno obligado a crear las condiciones para disolverlo. Lo hizo. Cerró el Congreso. Postergándose la atención del desarrollo económico, poniéndole mas atención a la implementación de las nuevas elecciones para reemplazar a los congresistas disueltos. En este ajetreo se nos ha ido la segunda mitad del años 2019. Y los resultados económicos de crecimiento, saltan a la vista.

Por lo que se hace necesario, para este 2010, que está por iniciarse, se corrija, las líneas maestras en materia de política económica, para lograr los resultados esperados, en función de nuestra capacidad y fortalezas macroeconómicas existentes.

Ya ha señalado el Primer Ministro, Vicente Zevallos, que el primer trimestre del año 2020, se verá el incremento de la Remuneración Mínima Vital, que se halla en 930 soles. Esto es una burla para el trabajador. Quien va a vivir en nuestro país, con una remuneración de ese tamaño.

 Por otra parte, ha señalado que será prioridad –en el año que se viene- la reconstrucción. “Hay 25 proyectos con expediente técnico y 24 en cierre. Y los gobernadores y alcaldes ya podrán sacar proyectos que tendrán impacto” ha señalado. (La República. Entrevista David Pereda. 22.12.19).

Esto significa darle mayor impulso a la inversión pública, factor importantísimo, para promover el consumo interno, y de esa forma mover el mercado. Generando confianza, aperturando de tal manera la inversión privada, que es la que apuntalará a promover el crecimiento del empleo, que al final de cuentas, generará crecimiento económico.

Las obras de infraestructuras en el norte, en el marco de la reconstrucción sigue siendo un reto pendiente para el Ejecutivo. En el que aún no se ha podido ejecutar ni el 50% de lo presupuestado.

Por su parte, el ex ministro del MEF, Alonso Segura, es duro en su análisis, cuando sostiene, frente al estadio económico en el que nos hallamos al cierre del año 2019, “Crecer 2.2% no sorprende dada la incapacidad de gestión, la sub ejecución brutal de inversión pública y la ausencia de una agenda económica”. En parte no deja de tener razón.

Sin embargo, muy diplomáticamente, la ex ministra, Carolina Trivelli sostiene: “Hemos podido crecer mas, (dice poniendo paños fríos a la crítica) pero las responsabilidades nos tocaron a todos. Sería fácil decir que es culpa del gobierno. El sistema se ha vuelto mas complejo” remarca (Informe de Israel Lozano. La República 22.12.19).

Como podemos darnos cuenta, el panorama económico que estamos viviendo los peruanos se halla en una encrucijada, donde el debate es una tarea necesaria para hallar el camino correcto del crecimiento y desarrollo del país.

El 2010 dice el BCR, que el crecimiento estará sostenido por la recuperación de las exportaciones y la inversión pública, que llegarían al 4.5% y 6% respectivamente.

Vuelven las proyecciones: El BCR dice que el 2020 creceremos 3.8%. Y el MEF sostiene, que el PBI alcanzará un crecimiento de 4%. Esperemos que esta vez acierten, por el bienestar de todos los peruanos.     

lunes, 28 de octubre de 2019

ENFRIAMIENTO ECONÓMICO

Por: Enrique Soto

A pesar que el Instituto Nacional de Estadística (INEI) acaba de reportar un crecimiento del PBI nacional en el mes de agosto, de 3.39% (la tasa mas alta en lo que va del año), no significa que el país, esté saliendo de un proceso de enfriamiento y desaceleración económica, que se inició, en el año 2015, y se ha ido agudizando a lo largo de los últimos tres años, producto de la “incertidumbre política” interna y la guerra comercial global protagonizada por China y EE.UU.


La realidad económica que el país está atravesando es bastante delicada, que se manifiesta claramente, por la caída estrepitosa del empleo, que se vio agravada por el ingreso de mas de 1 millón de venezolanos a nuestra patria, promovida por una decisión política al inicio del nefasto gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. Esto golpea tremendamente a mas de un millón de jóvenes peruanos que a diario buscan empleo, y a los mas de 300 mil nuevos trabajadores, que cada año se incorporan a la alicaída masa laboral.

Esto obliga a reflexionar, a cualquier ciudadano de a pie, sin necesidad de ser economista y/o líder de opinión, tratando de comprender este deterioro económico de los últimos cuatro años, después de haber vivido una bonanza de mas de diez años consecutivos (2003-2013).

¿Por qué el país está padeciendo este enfriamiento prolongado? ¿A qué se debe la desaceleración que amenaza estancar nuestro crecimiento económico?

Creemos sinceramente, que uno de los factores que impide que progrese la inversión privada, y el consumo interno, palancas primarias del crecimiento económico de una nación, es la incertidumbre política que padecemos, a partir de la inestabilidad gubernamental, producto del enfrentamiento, a muerte, entre el Ejecutivo y el Legislativo, que parece haber terminado con el cierre oportuno y constitucional del Congreso de la República.

Esta situación interna de inestabilidad política fue gravada con el descubrimiento de una escandalosa corrupción, promovida por la empresa Odebrecht, donde todos los presidentes de los últimos periodos gubernativos estaban comprometidos hasta el tuétano. Uno terminó suicidándose. Otro está preso en EE.UU., esperando su extradición, para ser juzgado en el país. Otro espera se le abra juicio, junto a su esposa, sin poder salir del país. Otro purga prisión preventiva con arresto domiciliario. Estos hechos alientan la desaceleración económica, que se refleja en el menor empleo, y la disminución del consumo interno, por parte de la población. Los grandes inversores esperan, que se calme la tormenta, para así asegurar sus capitales. Exigiendo seguridad jurídica para sus compromisos económicos. Y esto solo se conseguirá con una clara legislación, en democracia, con un sólido estado de derecho, donde reine el imperio de la ley.

Mientras tanto, poco, o casi nada, hace el gobierno de turno, presidido por Vizcarra, para relanzar la economía, y sacarla del enfriamiento, y de aguda desaceleración, que según nos parece, sinceramente, se acerca a la peligrosa línea que separa de la recesión, a pesar que el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde señala al respecto: “Hay una sensación que estamos en recesión, pero o lo estamos. El crecimiento es menor simplemente”.

El gobierno, tiene un reto por delante, frente a esta realidad económica de gran preocupación para los 32 millones de ciudadanos peruanos. Y el reto, va a significar, en primer lugar promover de manera efectiva la inversión pública, destrabando un sin número de procesos burocráticos paralizados. Alentando la inversión privada, combatiendo con severidad la corrupción, “caiga quien caiga”. Esto último es de suma importancia y trascendencia para dar seguridad dentro del marco jurídico al inversor. Así vendrán capitales, sintiéndose seguros.

 Es mas desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), debe promoverse una política económica expansiva en el área fiscal, que eleve el techo de la inversión pública, y el déficit fiscal, para incentivar el consumo. Asimismo desde el BCR, debe promoverse una política monetaria, que aliente el crédito, bajando las tasas de interés de manera agresiva, como se hizo en la crisis que padecimos el 2008 y 2009, no tímidamente, como se ha efectuado en el 2017. Tenemos que ser mas enérgicos, mas audaces para contrarrestar este inmovilismo económico. ¡Cuidado con la recesión! Si esta se presenta en grado sumo, sería catastrófico. Hay que prevenir este cáncer económico, que es altamente destructivo. Ya lo hemos padecido en la década del 90. No permitamos que esto vuelva. Por consiguiente, el MEF, no debe preocuparse tanto, en estos momentos, en mantener bajo el superávit fiscal. Como el BCR, no debe tener solo como objetivo, controlar la inflación, teniéndola al ras del suelo.

Es bien cierto, y hay que tenerlo en cuenta, que lo que se haga internamente, como gestión política en materia económica, no es suficiente, cuando en el frente externo, la economía mundial, es zarandeada por una guerra comercial entre China y EE.UU., ya que somos un país dependiente.

Por lo mismo, hay que estar preparados, ante la continua subida de los aranceles de estas dos potencias mundiales, que son nuestros socios estratégicos. Nosotros exportamos a estas dos grandes potencias, principalmente minerales y en menor escala alimentos. Y les compramos bienes de capital de mando medio.

Por lo que es muy necesario, tener en cuenta, los informes del Fondo Monetario Internacional en ese aspecto, que señalan que el crecimiento económico global caerá a 3%, producto del “agudo deterioro” de la actividad manufacturera y el comercio global. La subida de los aranceles, en el mercado internacional, genera una “incertidumbre prolongada”, dañando inversión y la demanda de bienes de capital. La economía global atraviesa, en estos momentos, un frenazo. Debemos estar advertidos.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

ADELANTO DE ELECCIONES AHORA

Por: Enrique Soto

En medio de una crisis política profunda que vive el país, no se avizora otra salida, que fortalezca la democracia y sus endebles instituciones, que no sea la Reforma Constitucional; que permita la realización del adelanto de elecciones generales, para el 2020, con referéndum; tal como ha sido propuesta por el Ejecutivo.

En las próximas semanas debería definirse la cuestión. Estamos contra el reloj. El tiempo apremia. Ya sentaron postura los representantes del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC), ante la Comisión de Constitución que preside la fujimorista Rosa Bartra, en el sentido que técnicamente sí es viable organizar y llevar adelante las elecciones para el mes de abril del 2020.

En tal sentido, el Ejecutivo, con el apoyo de mas de ocho bancadas legislativas, que están a favor de la propuesta, debe ponerle –en estos días- mas punche a la iniciativa. Teniendo en consideración que la mayoría fujimorista, maniobra temerariamente, para que esto no suceda, promoviendo bajo la mesa, la vacancia presidencial. Algo sumamente peligroso, para la estabilidad democrática y la gobernabilidad del país.

La situación de emergencia política que padece el país, ha entrado, desde nuestra opinión, a la recta final, que ninguna Comisión Internacional, lo va a resolver, que no seamos nosotros como peruanos. Estamos a portas que esto acabe. Contra viento y marea.

La mayoría fujimorista, que controla el legislativo, autoritariamente, de manera despótica, sin apoyo popular. Es decir, sin representatividad, debe entender, que como legisladores, dictando leyes y fiscalizando, han fracasado, frente al mandato que el ciudadano les otorgó en el 2016, y por lo tanto tienen que irse. El pueblo ya no los necesita.

En esa perspectiva, las movilizaciones populares en las calles deben de seguir promoviéndose, como una muestra digna de querer superar esta crisis. Por ello, al grito de “que se vayan todos” el pueblo entero, debe exigir, la realización del adelanto de elecciones para el 2020.

Si esto no sucede, al Ejecutivo no le queda otra alternativa, para salvar la democracia, y la gobernabilidad en el país, que plantear la Cuestión de Confianza, orientada hacia el cierre del Congreso. Para ello se requiere valentía, serenidad y firmeza. Haciendo cumplir de esta manera, el mandato constitucional.

Si ello, no se implementa, el país entraría, a una situación de desgobierno, donde reinaría el caos y la violencia. Ya que el fujimorismo, queriendo generar el desorden y la anarquía, plantearía la vacancia presidencial, creciendo a grados de insostenibilidad política, la incertidumbre.

Esto de manera definitiva, no debe suceder, ya que repercutiría enormemente en el quehacer económico, ahuyentando de manera acelerada las inversiones, promoviéndose el desempleo, y la contracción del mercado, en lo que se refiere al consumo.

Por eso debemos estar claros en esta coyuntura y entender a ciencia cierta que el diálogo con el fujimorismo, para hallar una salida a la situación ha sido agotado. Los peruanos, creemos, firmemente que no tenemos otra salida mas viable para mantener la gobernabilidad y afianzar la democracia y sus instituciones, que se logre la Reforma Constitucional, y se de paso al adelanto de elecciones, para el 2020, por única vez. Esa sería una salida democrática y constitucional, respetando, como debe ser, el Estado de Derecho, dentro de una convivencia civilizada.

lunes, 16 de septiembre de 2019

¿ES NECESARIA UNA NUEVA LEY MINERA?

A PROPÓSITO DE LA PROPUESTA PRESIDENCIAL PARA REFORMULAR LA LEY GENERAL DE MINERÍA
Por: Miguel Ángel Soto
Revista Minería y Energía. Edición N° 61
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domingo, 25 de agosto de 2019

ENCUENTROS CERCANOS

MARTÍN VIZCARRA Y PEDRO OLAECHEA

Por: Enrique Soto

Con el propósito de encontrar una salida negociada, a la situación de crisis política e ingobernabilidad que padece el país, promovida por el fujimorismo, con su mayoría absoluta, desde el Congreso, esta semana se reunirán en palacio de gobierno, el presidente Martín Vizcarra y Pedro Olaechea, en su condición de presidente del parlamento.

Este encuentro ha generado expectativas en algunos sectores de la población, pero quienes somos escépticos, en base a un seguimiento, que le estamos haciendo a los sucesos políticos del país, consideramos, que dicha reunión no servirá de nada. Y mas aún creemos que es parte de la estrategia dilatoria, que viene desarrollando el fujimorismo, para que no haya una reforma constitucional que garantice un adelanto de elecciones, con referéndum. En tal sentido, el presidente Vizcarra, debe de estar advertido de esta maniobra política, al haber aceptado dicha reunión.



Lo que pretende el fujimorismo, con su mayoría en el Congreso, es salirse con la suya, para así encubrir a los corruptos y evitar que vayan a la cárcel. Por eso va a impedir a toda costa, que no haya adelanto de elecciones, promoviendo bajo la mesa, con sus aliados incondicionales, vacar al presidente, llegar a acuerdos con la vicepresidenta, Mercedes Aráoz, y así tener el poder hegemónico de todo el estado. Ya que la lucha contra la corrupción emprendida por Vizcarra “caiga quien caiga” es una amenaza peligrosa a su supervivencia. El fujimorismo tiende a desaparecer.

Al ser vacado Vizcarra, y en caso no se llegue a un acuerdo satisfactorio con Mercedes Aráoz, pondrían a Pedro Olaechea, como presidente de transición, y en el periodo que dure su mandato, este tendría la tarea obligatoria de lavar los trapos sucios, tratando de impedir que los delincuentes vayan a la cárcel.
Por eso, sostenemos, no pedir peras al olmo.

Ellos no piensan en el bienestar común, en el bien del país, en el bien de la república, que estamos a portas de celebrar el bicentenario. Ellos piensan en sus bolsillos, en sus intereses particulares y de grupo. En tal sentido, hay que tener en claro la situación para la toma de decisiones. Vizcarra, tiene una gran tarea por delante, si quiere ser registrado por la historia. Tiene que actuar con mano firme, e impedir que le adelanten la iniciativa. “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”, dice el dicho popular, y es bien cierto.

Por eso es de suma importancia, seguir apuntando la propuesta, con mayor determinación, sobre el adelanto de elecciones generales, con referéndum, protegida con una reforma constitucional, promovida por el ejecutivo, y que ahora debe hacerla suya, la comunidad organizada en colectivos sociales. Eso es democracia, participativa, donde el pueblo manda, y promueve sus reformas de gobierno.

Esta crisis política, la estamos padeciendo, desde el 2016, cuando el fujimorismo, perdió la presidencia de la república, y hasta ahora no quiere aceptarlo. Ya nos advirtió Keiko Fujimori, cuando anunció: “Gobernaremos desde el Congreso”, dando realce a su mayoría absoluta. Esto es una aberración jurídica. El parlamento no gobierna. Solo legisla y fiscaliza. No es ejecutivo. No maneja presupuesto. Pero ellos no quieren entender, y siguen con la sangre en el ojo.

Dentro de esa realidad, el Ejecutivo, debe evitar, con la Constitución en la mano, que el presidente Vizcarra, sea vacado. Eso no se lo debemos permitir. Por eso sostenemos, con firmeza y precisión, que antes que ello ocurra, el Congreso de la República, debe ser cerrado, convocando inmediatamente a nuevas elecciones.

La situación está sumamente difícil y no da para mas.

En los próximos treinta días, esta debe estar finiquitada. Ya que la economía ha empezado a languidecer. Las inversiones se han empezado a contraer; el consumo interno ha empezado a disminuir, así como el desempleo está aumentando, producto de la incertidumbre. Ya se está anunciando que este año no creceremos un 3.5% como se creía a inicios, solo creceremos 2.5%, ya que también estamos siendo golpeados por la crisis global, generada por el enfrentamiento comercial de EE.UU. con China.

Por lo expuesto, en estos momentos, solo hay dos alternativas para resolver la crisis política que padecemos: El primero; adelanto de elecciones generales, vía referéndum (previa reforma constitucional) o segundo; cerrar el Congreso de la República, y convocar inmediatamente a nuevas elecciones. Y esto último es lo que mas exige, a gritos, el pueblo peruano mayoritariamente. ¡Hagámosle caso! Eso es democracia.     

martes, 30 de julio de 2019

DISOLVER O RENUNCIAR

Por: Enrique Soto

La crisis política que asfixia al pueblo peruano desde hace algunos meses, impidiendo reactivar la economía, ha llegado a su máximo nivel de sostenimiento, con la propuesta pronunciada por el presidente Martín Vizcarra, en su discurso del 28 de julio ante el Congreso de la República, donde sugiere adelanto de elecciones generales para el 2020.

Esta postura del Ejecutivo –a pesar de no haber sido presentada, todavía, oficialmente, como un Proyecto de Ley de Reforma Constitucional- es sumamente delicada para la estabilidad política y de gobierno. Abre un espacio mas amplio para la incertidumbre; que se reflejará en el quehacer económico, deprimiendo, aún más, la inversión y el consumo, alentando el desempleo, la recesión y la pobreza.


Estando a dos años, del Bicentenario de la Independencia, como país republicano, esta crisis política que el Perú está padeciendo, es una gran irresponsabilidad de nuestros gobernantes, de los cuales la mayoría de ciudadanos no se sienten representados, por lo que vienen exigiendo cambios radicales y reformas políticas.

Sin embargo, el Parlamento, institución encargada de legislar, emitiendo nuevas normas y leyes que impulsen el cambio y la modernización republicana, se niega a hacerlo; promoviendo, un severo enfrentamiento con el Ejecutivo, impidiendo implementar políticas avanzadas para promover el crecimiento y desarrollo del país.

La negación de reformar el Estado, en estos momentos, es un atentado contra el progreso, y desarrollo de la nación. Es una forma de seguir promoviendo un Estado de corrupción; a través del cual gobiernan las mafias. Esta situación de todas maneras tiene que cambiar. Estas escaramuzas son el principio del fin. Y estos malos legisladores muy bien lo saben, y se atrincheran en su curul, para no ir a la cárcel.

Estamos viviendo políticamente un periodo de definiciones; donde muchos políticos tradicionales serán jubilados, y tendrán que replegarse en sus cuarteles de invierno, porque una nueva clase política, avanza inexorablemente a reemplazarlos.

Sin embargo, la actitud, que se adelanten las elecciones generales, propuesta por el Presidente de la República, es una sugerencia bastante riesgosa, que ha sido dejada en manos del Congreso. Si no es atendida oportunamente, Martín Vizcarra, tendrá que hilar fino y de manera acelerada, implementando una maniobra bastante creativa, para no poner en juego su futuro profesional como político; ya que sólo tiene dos salidas: 1° presentar su carta de renuncia, él y su vice-presidenta, y dar un paso al costado; o 2° disolver el Congreso, y convocar a nuevas elecciones parlamentarias, para terminar el periodo. No tiene otra alternativa, sino quiere caer en la humillación y quedar mal parado ante la historia.

En ese sentido, todos estamos notificados, que esta situación convulsionará mas al país, pero también estamos convencidos que será para bien. Todos los cambios políticos en la historia de la humanidad han venido con forcejeos, con luchas y enfrentamientos. Nada ha sido fácil. Todo ha requerido de esfuerzo y sacrificio.

La Refundación de la República, es una necesidad a gritos, que tiene que iniciarse con cambios radicales en las instituciones tutelares que conducen el Estado Peruano, como son el Poder Judicial y el Congreso de la República. Instituciones que deben ser renovadas desde sus cimientos; si en verdad queremos instalar en nuestra sociedad el principio de justicia con equidad. Y promover el bien común para todos nuestros conciudadanos.

Llegaremos de esta forma al Bicentenario, con una Nueva República y de manera verdadera respiraremos un aire puro de libertad, tal como lo quisieron y soñaron quienes cayeron luchando en la gesta emancipadora por entregarnos una patria libre.  

miércoles, 24 de julio de 2019

TÍA MARÍA

Por: Enrique Soto

No hay diálogo con “el traidor de Vizcarra”, mientras no se cancele la licencia de construcción otorgada a la empresa Southern, para el Proyecto minero Tía María, ha sentenciado, el gobernador Elmer Cáceres, de la región Arequipa.
En esa perspectiva, el proyecto minero, que podría significar un relanzamiento de la inversión privada, con inyección de grandes capitales, dentro de una economía paralizada, se ha convertido en una papa caliente, con pronóstico reservado.

Este lunes 15, se inició en el Valle de Tambo, un paro indefinido, con el lema: “Agro Sí, Mina No”; con el propósito “no negociable”, de lograr la cancelación de la licencia de Construcción del Proyecto Minero Tía María, por parte de la empresa Southern; a pesar que esta ha manifestado que no iniciará dicha construcción otorgada por el estado peruano, mientras no se logre la licencia social, que significa la aprobación de la población.

Sin embargo, la situación empieza a calentarse, movido principalmente por intereses políticos, pretendiendo obtener algunos gananciales, con proyección a las elecciones generales del 2021.

Por su parte, cabe mencionar, que el gobierno cometió un grave error, dejándose presionar por el sector empresarial, representado en la Confiep, al otorgar la licencia de construcción, sin antes hacer “la consulta previa”, y lograr obtener la “licencia social”, a través del convencimiento y la utilización del diálogo, como debe ser en un gobierno democrático.

Ahora la situación de ha complicado. Utilizar la fuerza, para lograr el cometido se haga realidad la inversión privada, no es lo mas adecuado, ni lo mas prudente. Por mas que se quiera argumentar, el uso del principio de autoridad. Dicha disposición sería sumamente peligrosa. Recordemos lo que sucedió en el 2015, donde hubieron varios muertos. A pesar que el Ministro del Interior, Carlos Morán, ha manifestado a Vizcarra, que esas muertes no se van a volver a repetir. Que ahora actúan con estrategia y mas profesionalismo.

Tampoco es hora de los insultos, para ver quien saca mas provecho del conflicto. En tal sentido, las frases vertidas por el gobernador Cáceres, son desproporcionadas y en nada ayudan a resolver el enfrentamiento. Por el contrario, lo agudiza y alienta. Creemos que es el momento de corregir la postura, buscándole solución a la encrucijada.

Tal como está la situación, antes que se recaliente y se funda el motor (hablando metafóricamente), es necesario, por no decir urgente, que se instaure el diálogo, sin mas condiciones y prerrogativas. Sentarse a conversar es un asunto de gente civilizada dentro de un estado democrático, donde nos escuchemos e intercambiemos ideas.

Ya marcó la pauta la empresa Southern, manifestando que no iniciará la construcción del proyecto, si no logra la licencia social, que no es otra cosa que el consentimiento de la población.

¿Hay necesidad que se revise minuciosamente el Estudio de Impacto Ambiental, con el que se le otorgó la Licencia de Construcción? Pues hagámoslo. Todos estamos de acuerdo que no queremos un desarrollo minero tradicional, como se venía haciendo en décadas pasadas, que dejaban las áreas donde operaban hecho un basural. Eso no se quiere reeditar. Y se exige estándares internacionales, de producción minera, supervisada y fiscalizada.

Cuidar el medio ambiente, se ha vuelto una necesidad de sobrevivencia humana. Y en ello debemos ser intolerantes. Pero impedir, la inversión minera limpia, donde halla la posibilidad de hacerla, podría convertirse en algo que atente contra el desarrollo económico del país, cuando estamos padeciendo un proceso de desaceleración económico. Y las proyecciones de crecimiento para este año, cada mes retroceden. De 4.5% que pronosticaron el BCR y el MEF, a principios de año, ahora dudan y ubican el crecimiento 3% y 3.5%. Algo alarmante, que no resuelve la pobreza y alienta el desempleo.

La situación económica que estamos padeciendo en el país, no amerita manipular políticamente un conflicto como el que se está presentando. Seamos responsables. No arrastremos a la población a enfrentamientos, donde al final de las batallas, todos vamos a ser perdedores.

Ganar y ganar, es la nueva alternativa, de los tiempos actuales. Por eso no tenemos otra salida que sentarnos a dialogar. Negociemos: Qué me das, qué te doy y busquemos soluciones. El país entero, estará muy agradecido, si se supera este enfrentamiento, y se encuentre un acuerdo satisfactorio. Hagamos todos los esfuerzos necesarios para hallar una salida. La violencia a nada bueno nos conducirá. Seamos realistas hagamos lo imposible.

ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS FRENTE A UN NUEVO CICLO DE INVERSIÓN

viernes, 14 de junio de 2019

¿REFORMAR EL ESTADO O UNA NUEVA CONSTITUCIÓN?

Por: Enrique Soto

¿Las escaramuzas y enfrentamientos entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo han concluido? ¿El asunto de conflicto quedó resuelto con la aprobación del pedido de confianza solicitado por el Presidente del Consejo de Ministros? o ¿Algo desesperanzador se cocina al interior del Parlamento, promovido por la mayoría apro-fujimorista, para fin de la legislatura?


Entendamos de una vez por todas, partiendo de la realidad. Fuerza Popular y el aprismo, no desean reformar sustancialmente el Estado, porque los cambios a realizar atentarían contra sus intereses, y mas aún en una coyuntura de alta vulnerabilidad (por la situación de corrupción), que comprometería definitivamente su existencia, en el quehacer político nacional, haciéndolos desaparecer. En tal sentido –sin decirlo- ellos pretenden pelear hasta que el agua les llegue a las narices. Situación muy delicada para la estabilidad democrática y de gobierno del país.

Por ello, todos debemos estar preparados para lo que pueda suceder al final de esta legislatura. Es decir en las próximas semanas. Ya parece muy difícil que el Congreso cumpla con la aprobación –sin modificar su esencia- los seis proyectos de reforma constitucional, que el Ejecutivo le ha enviado, y lo haga en el plazo señalado (antes de terminar esta legislatura).

Para ese entonces, el Presidente Vizcarra, debe estar claro en lo que va hacer –con mano firme-, si el Congreso no cumple con el compromiso ofrecido, no le queda otra cosa que, aplicar la Constitución, y disolver el Parlamento, convocando a nuevas elecciones, para que  culminen el periodo. En ese extremo todos habremos perdido, pero no hay otra salida, desde mi modesta opinión, si queremos mantener el principio de autoridad, apuntalar y hacer respetar los principios democráticos.

El estado de derecho, tal y como está no da para mas, se necesita urgente, renovar el andamiaje, implementando inicialmente, estas reformas ofrecidas por el Ejecutivo, si en verdad queremos, cambiar y renovar  el modo de hacer política, y combatir la corrupción. De lo contrario estaríamos arando en el mar, ya que sin las herramientas jurídicas adecuadas es imposible combatir el bandolerismo político, que ha festinado, en las últimas décadas, con el erario nacional.

Ha llegado el momento de parar este pandillaje político. Y es tarea del presidente Vizcarra hacerlo, si desea trascender, de lo contrario pasará a la historia como un cómplice mas, que conversa, dialoga, negocia y se acomoda nefastamente en esta danza funesta.

Esto no significa que el diálogo se agotó, que llegó el fin de la conversación. Conversar y dialogar son actitudes democráticas, pero de manera transparente, de cara al pueblo, que escuche y vea lo que su gobierno hace.

Es que la situación en el país en los últimos 25 años, con todos los presidentes comprometidos en actos de corrupción, con excepción de Valentín Paniagua, se ha vuelto sumamente delicada e inestable, que impide seguir desarrollándonos y crecer económicamente, ahuyentando la inversión privada, que golpea la promoción del empleo y genera mas pobreza. Esto tiene que cambiar.

Por ello, algunos sectores políticos, que ven con mas profundidad los cambios estructurales del estado peruano, plantean –con razón- una Nueva Constitución. Que se convoque a una Asamblea Constituyente para Refundar la República. Ya estamos a dos años para celebrar el Bicentenario de la Independencia. Y todavía seguimos inmersos en problemas profundos que impiden nuestro desarrollo y la consolidación de la República. Por eso decimos: ¡Al toro por las astas! Y paremos este pillaje. ¡Caiga quien caiga!

lunes, 29 de abril de 2019

LA CONFESIÓN DE BARATA


Por: Enrique Soto

La reciente confesión de Jorge Simões Barata, ex CEO de Odebrecht, compromete seriamente a casi todos los gobernantes de nuestro país de los últimos veinte años, con el escandaloso caso de corrupción mas grande de nuestra historia republicana, denominado Lava Jato.



Con gran genialidad, el reconocido caricaturista Carlin, grafica en su última publicación (La República 28 abril 2019) la forma como varios de los implicados, quieren eludir su responsabilidad, manifestando que ellos nada tuvieron que ver con el dinero recibido, es mas, ni lo recibieron, fueron sus mas cercanos colaboradores y hombres de confianza los corruptos.

Esto, como peruanos, nos obliga a reflexionar muy hondamente sobre la coyuntura política, y lo que está sucediendo en el Perú. Ya que a todos nos compromete como ciudadanos de asumir la historia –con sus activos y pasivos- y visionar el futuro. ¿Qué está pasando? ¿Qué nos está sucediendo? Es hora de actuar, con dignidad y firmeza. Sin temores, ni medias tintas.

Cómo va a ser posible que hasta una lideresa de izquierda, como Susana Villarán, ex alcaldesa de Lima, también esté comprometida en esta olla de grillos, igualándose a todos los demás, sin haber hecho un esfuerzo por diferenciarse. Con razón muchos ciudadanos dicen que la política es sucia, y está podrida. Por ello, mas del 80% de peruanos desaprueban al Congreso (Primer Poder del estado) y el 70% quiere que cierren esa institución, según la última Encuesta nacional urbano-rural del Instituto de Estudios Peruanos Peruanos (diario La República 28.04.19). Esta situación es muy preocupante, que enloda la imagen de buena reputación, que nuestra nación debe tener, en el concierto internacional, que le permita atraer inversiones. En estas circunstancias, la situación se pone muy difícil, y el despegue económico, va a necesitar de mucho esfuerzo.

Barata señaló, claramente, y todos nos hemos quedado anonadados que, el 2013 aportó 3 millones de dólares americanos a la campaña del No en el proceso de revocación contra Susana Villarán para –según dijo- mejorar su relación con el Municipio de Lima. Destinándose 2 millones para pagar a la empresa del publicista Valdemir Garreta. Y otro millón de dólares se entregó a su gerente general, José Miguel Castro. Y esta situación, es bien difícil de creer que se halla hecho, sin conocimiento y/o espaldas de Susana Villarán.

Asimismo, se ratificó en los pagos ilícitos hechos al ex presidente Alejandro Toledo, a través de su amigo Josef Maiman, que asciende a la suma, nada menos, que de 31 millones de dólares, por la Vía Interoceánica Sur. El soborno se empezó a pagar durante su gobierno y continúo pagándose a través del gobierno de Alan García –sostuvo en el interrogatorio, ante los fiscales peruanos.

También dijo que los principales ejecutivos de las constructoras peruanas consorciadas Graña y Montero, JC Contratistas Generales, e ICCGSA tenían conocimiento de los pagos de sobornos por la Interoceánica Sur, en el gobierno de Alejandro Toledo, y en el Metro de Lima en la gestión de Alan García. Por lo tanto, estas compañías peruanas están implicadas en el Caso Lava Jato, hasta la coronilla, y tendrán que responder penalmente por sus actos ante los tribunales del país.

Detalló en su interrogatorio, que casi a todos les dieron dinero para sus campañas electorales. Empezando por Toledo, pasando por Alan García, apoyaron a Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Keiko Fujimori y Lourdes Flores. Así como a los gobernadores regionales Félix Moreno y Jorge Acurio. Es decir, repartieron el dinero a diestra y siniestra, para llevarse bien, con cualquiera que saliera elegido y continuaran ejecutando obras en el Perú, ganando licitaciones.

Ahora que todo está claro se debe avanzar rápidamente en las definiciones, formulando las denuncias penales correspondientes, y acelerando el paso, para evitar –como ha ocurrido a través de la historia republicana- la impunidad. ¡Caiga quien caiga! Sanción y castigo ejemplar a los corruptos, dentro del marco de la ley y el estado de derecho.

sábado, 20 de abril de 2019

¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO EN EL PERÚ?

Por: Enrique Soto

¿Qué está sucediendo en el Perú?, se preguntarán muchos compatriotas, ante el enardecimiento del quehacer político, que llegó al nivel irracional de intolerancia, exacerbando las pasiones, con la muerte del ex presidente Alan García, quien decidió suicidarse antes de ser detenido y encarcelado, acusado de corrupción.



Este luctuoso suceso ha impactado sobremanera la conciencia nacional, llevándonos obligatoriamente a realizar una reflexión profunda sobre el quehacer político nacional, la crisis de valores y la concepción de vida del ser humano. Nadie imaginó que esto podría suceder en una situación de enfrentamientos jurídicos, por esclarecer –y sancionar severamente a los culpables- escandalosos hechos de corrupción registrados en los últimos veinte años, que comprometen seriamente a varios gobiernos.

La situación registrada, parece incontrolable; sin embargo, creemos que ha llegado el momento de serenarnos, actuando con prudencia y firmeza. Sin dar tregua, a la lucha implacable que se le debe imprimir a la corrupción -¡caiga quien caiga!-. Es un deber moral, político e histórico, defender el patrimonio económico del país. No permitiendo, que las arcas fiscales sean saqueadas, por ladrones, disfrazados de autoridades, que se hacen pasar por gobernantes.

Creímos, ingenuamente, que la corrupción había sido detenida y controlada, cuando el pueblo peruano, luchó denodadamente por traerse abajo a la dictadura jufimontesinista, logrando encarcelar a sus mas conspicuos representantes. Sin embargo, eso no fue cierto. Solo hubo un cambio de ladrones. Quien encabezó la caída de la dictadura de ese entonces –Alejandro Toledo- hoy está prófugo de la justicia, por haber recibido 20 millones de dólares en sobornos, para adjudicar obras de gran envergadura a la empresa Odebrecht.

En tal sentido, aun siendo profundamente humanos y sensibles, creemos que la decisión tomada por el ex presidente Alan García, de suicidarse antes de verse encerrado en una celda, no debe detener, ni en un ápice, las indagaciones por llegar a la verdad y sancionar penalmente a los responsables. En tal sentido, el Ministerio Público y los fiscales encargados deben ahondar su trabajo y esforzarse al máximo en hacerlo con precisión. No se le debe dar ni una sola concesión a los corruptos.

Sentimos, que el país ingresa a una nueva etapa de su historia republicana, a pocos años de cumplir su Bicentenario de la Independencia. Sentimos que grandes cambios se avecinan en el quehacer político. Sentimos que una nueva generación empieza a aparecer para tomar las riendas de la conducción de la nación, y tenemos la esperanza que las cosas van a cambiar, en función del bien común, como debe ser el fin supremo del quehacer político.

El país pide a gritos nuevos gobernantes, capaces de guiar a la nación por el sendero del crecimiento y desarrollo. Ya que los anteriores han fracasado en ese objetivo, porque han preferido enfocarse en resolver su bienestar personal, familiar y de grupo, afectando el erario nacional. Por eso muchos están yendo a la cárcel a purgar sus culpas.

Finalmente, sostenemos que es muy doloroso lo sucedido, con el ex presidente Alan García. Este hecho humanamente, nunca debió suceder. Y debe quedar escrito en la historia de la vida republicana, como una lección tristísima para el futuro de los nuevos gobernantes. Sinceras condolencias a la familia del occiso y por extensión a toda la militancia del partido aprista.