miércoles, 20 de julio de 2016

LA NUEVA IZQUIERDA

Por: Enrique Soto

Nadie pensó que la izquierda peruana desempeñaría un rol protagónico e importante en la política nacional en el presente. Todos apostábamos porque se necesitarían muchas décadas, previas a un intenso trabajo, para que la izquierda pueda aparecer como un factor importante, en el quehacer político. Sin embargo, las cosas se presentaron, totalmente distintas a partir de las últimas elecciones generales, que después de dos procesos continuos de votación tuvimos que elegir a los nuevos parlamentarios y al nuevo Presidente Constitucional de la República, resultando la izquierda peruana configurada como una tercera fuerza política en la nueva coyuntura nacional, y quedando suscrita con una segunda fuerza representativa en el  Congreso de la República, habiendo ocupado 20 curules. Esta nueva situación hace variar radicalmente la escena política, que cualquier análisis serio debe tener en consideración, si se desea comprender a plenitud el nuevo escenario político nacional al cual estamos ingresando.


Estos logros de la izquierda peruana, representados por el Frente Amplio (un conglomerado de ciudadanos, agrupaciones y partidos), no son suficientes para garantizar la fortaleza de la tendencia política, solo apertura una posibilidad de ser opción de gobierno en las próximas elecciones generales, sí y solo sí, se trabaja con visión de país y de manera unitaria, dejando de lado, los sectarismos y el caudillismo, que en mas de dos décadas ha impedido que la propuesta política desarrolle y avance en el quehacer político en el país como un impulso de liberación de las Fuerzas Populares organizadas. En tal sentido, lo avanzado hasta el momento, debe ser visto como algo que debe crecer, ensancharse y consolidarse, para que pueda ir mas allá, como algo sostenido políticamente en el tiempo histórico. Y eso no se logra con prematuros enfrentamientos, promovidos desde afuera por los que no creyeron en la opción política en el momento adecuado, y prefirieron quedarse observando el desafío que realizaba los que decidieron lanzarse en esta cruzada. Hoy, queriendo aprovechar el nuevo escenario de éxito inicial, presionan por querer ingresar al conglomerado, utilizando cuanto medio de comunicación masiva que tengan al alcance, sin importarles la tendencia política e ideológica que representen. El pedir ser incluidos en el Frente ahora, a pesar que no desearon antes de las elecciones, nos parece aleccionador, todo lo que signifique sumar debe ser visto como algo gratificante, pero, valga razones, para realizar esta incorporación de manera ordenada, respetando reglamentos y estatutos, que todavía no existen, por ser un Frente en proceso de constitución. Todo esto, creemos va a suceder, como parte de un respeto constitucional al Estado de derecho, en un ambiente profundamente democrático.

Marco Arana, congresista electo, por el Frente Amplio, líder de Tierra y Libertad, partido que puso a disposición su inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones, para que la izquierda pueda participar en las últimas elecciones generales, ha manifestado categóricamente que dentro del partido no hay ningún ambiente de confrontación, lo que existe es debate, dentro de un mecanismo democrático. En otro momento, señaló que “el Frente es construcción reciente. Hasta ahora no tiene reglamento, sino pactos. Queremos normarnos, lo haremos en un congreso en septiembre.”(La República 10/7/16). Mas adelante, por este mismo medio, Arana se pregunta: ¿Cómo hacemos que el Frente Amplio se amplíe? Luego sostiene, que ese es el debate. Agregando: “Hemos recibido un mandato de construir una fuerza alternativa de izquierda después de mas de 20 años que no ha sido posible.” Finalmente comenta, que no solo la inscripción garantizará la unidad.

Creemos sinceramente, que las ambiciones de poder, y los apetitos personales de figuración no deben ensombrecer lo que hasta ahora se ha conseguido con mucho esfuerzo en el avance como propuesta política en la izquierda peruana. No se debe permitir retrocesos históricos, como en anteriores oportunidades. Consideramos, que nuevos y renovados vientos soplan en la izquierda, inaugurándose una nueva etapa en su evolución histórica natural. Habiéndose producido, desde nuestro particular punto de vista, una purga inadvertida, donde ellos mismos se han expulsado, aquellos que nunca quisieron el cambio y la renovación, queriéndose perpetuar como eternos dirigentes de movimientos sociales inexistentes, queriéndose afirmar como una casta inamovible, pero como todo tiene su final, tuvo que llegarles el término. Ahora presionan para que se los incluyan, consideramos que deben ingresar los que vienen con intenciones de aportar en el crecimiento y consolidación del Frente, pero deben seguir fuera quienes vengan con intención de torpedear y hacerlo estallar por dentro .Ellos no deben tener cabida en este nuevo proyecto, ya que no hicieron lo que tenían que hacer en el momento adecuado. Tuvieron su oportunidad , y no la supieron aprovechar, por lo que no tiene derecho de exigir nada, debiendo resignarse a dar pasos a la nuevas generaciones, que gallardas empuñan las banderas del bienestar común, sin odios ni revanchismos, con ganas de construir una nación nueva, próspera y desarrollada.

En tal sentido, el desafío que tiene que enfrentar la Nueva Izquierda, representada en el Frente Amplio, es sumamente grande y delicado, que pasa por comprender el rol que le toca asumir frente al nuevo gobierno, de derecha, presidido por Pedro Pablo Kuczynski, y tener a su costado, en el Congreso de la República, a una abrumadora mayoría fujimorista, que ocupa 73 escaños. El trabajo no va hacer fácil. Tendrá que hilar fino para no caer en tentaciones y en sutiles trampas que tenderá el enemigo. Por lo que es de suma importancia, tener claro hacia dónde se dirigen, cuál es su visión de país que enarbolan. En función de eso sabrán distinguir claramente, sin mayor esfuerzo, el bien del mal. Confiamos que harán su tarea sin mayores contratiempos. Ya quedó demostrado, la forma sutil, sin renunciar a los principios, como se apoyó a PPK, para impedir que el fujimorismo llegue nuevamente al Poder. En ese aspecto, Verónika Mendoza, candidata a la Presidencia de la República por el Frente Amplio, jugó un papel protagónico de suma trascendencia, impidiendo con el llamado que hizo que Keiko Fujimori, se alzara con la victoria. Para lo cual tuvo oportunidad, realizada con gran habilidad, de levantar la defensa de la institucionalidad democrática, del Estado de Derecho y la lucha contra la corrupción, superando tácticamente las diferencias que se tiene con el modelo económico neoliberal. Este apoyo incondicional que se le brindó a PPK no significa de ninguna manera una alianza con la derecha que el partido Peruanos por el Kambio representa, sino fue una forma de cerrarle el paso a una nueva versión de un gobierno dictatorial fujimorista, en tal sentido, con este nuevo gobierno, la izquierda tiene el desafío de asumir de manera coherente y responsable una oposición que defienda los intereses sociales, políticos y económicos de los sectores populares que los han encumbrado en el poder. Con ese compromiso, y teniendo como premisa de que “dialogar no es pactar”, representantes de la bancada del Frente Amplio, liderados por Marco Arana y Verónika Mendoza se reunieron con Fernando Zavala, Presidente del Consejo de Ministros del nuevo gobierno, habiendo expresado claramente la postura de la izquierda en materia de defensa de medio ambiente, de derechos laborales de los trabajadores, de lucha implacable contra la corrupción y acabar con la delincuencia que tiene en zozobra a la ciudadanía, manifestando para ello la necesidad de realizar urgentes reformas estructurales en el Estado.

Como podemos darnos cuenta el reto de la izquierda para posesionarse sólidamente, y de manera sostenida en el nuevo escenario político nacional, es todo un desafío, que tendrá que saber actuar con sutileza para no caer en contradicciones. Por ello la izquierda tiene que concentrarse dentro del Parlamento en proponer proyectos legislativos de envergadura, que se vean como aportes significativos en la nueva reestructuración de Estado, sin perder de vista su rol fiscalizador, que le confiere la Constitución, haciéndole un seguimiento a las decisiones e implementaciones en su gestión al nuevo gobierno, exigiéndole el cumplimiento de sus compromisos realizados en campaña. En esa dirección es de suma importancia diferenciarnos de la oposición que realizará Fuerza Popular, que por ser fuerzas fujimoristas, que aún no aquilatan la derrota, pueden estar empeñadas en promover obstáculos innecesarios para impedir el éxito en la gestión del nuevo gobierno. Situación que no es compartida por la izquierda peruana.

Viendo el panorama político nacional en esa dimensión, es necesario que el Frente Amplio se fortalezca, como expresión genuina de la nueva izquierda modernizada, que ha comprendido los cambios políticos, económicos y sociales que se han suscitado en el mundo en la tres últimas décadas, cambiando radicalmente nuestras formas de pensar y hacer política. Quien no asume esta nueva realidad global, va a tener dificultades para encarar una nueva visión de país, necesaria para construir un nuevo Perú. Pensando de esta manera no cave exacerbar, conflictos y confrontaciones al interior del Frente Amplio, ni dentro de las organizaciones que la componen, ya que si recrudecen podrían hacer abortar una oportunidad maravillosa que nos otorga la historia. En tal sentido, es necesario limar asperezas si los hubiera, para asumir acuerdos políticos y programáticos, encaminados a elaborar los Reglamentos y Estatutos que normen la vida institucional. Tenemos entendido que en pocos meses el Frente convocará a un Congreso Nacional, donde decidirá el rumbo político e histórico a seguir, situación bastante encomiable. Creemos que el debate aperturado, y llevado a cabo con ideas y mucho respeto, harán arribar a resoluciones de excelencia, que el pueblo peruano en su conjunto, y principalmente los mas pobres, estarán profundamente agradecidos, por haber hallado una élite de dirección política que los conducirá indefectiblemente a la victoria.

domingo, 10 de julio de 2016

BUSCANDO LA GOBERNABILIDAD

Por: Enrique Soto

El próximo 28 de julio, día de la Independencia Nacional, el nuevo gobierno presidido por Pedro Pablo Kuczynski, asumirá la conducción del destino de nuestro país, en medio de una situación de incertidumbre en cuanto corresponde a un eficaz manejo de la gobernabilidad, en la medida de que el Ejecutivo, de Peruanos por el Kambio, tendrá una Representación Nacional opositora, expresada en el Congreso de la República, mayoritariamente constituida por Fuerza Popular, que alcanza el control de 73 escaños, de los 130 existentes. Esto significa que PPK, tiene que hilar fino en la nueva coyuntura política, para llegar a buen puerto, evitando encontronazos, que desestabilicen su gestión, poniendo en riesgo la estabilidad democrática. Su vasta experiencia en asuntos gubernamentales es un activo valioso que lo pone en gran ventaja.

Sin embargo, el nuevo fujimorismo (que en el fondo es casi lo mismo) expresado políticamente a través de Fuerza Popular, a pesar de su mayoría absoluta en el Parlamento, no las tiene todas consigo, en la medida de que si se vuelve intransigente y obstruccionista con el nuevo régimen, prematuramente puede desmoronarse su aval social, y empezar a perder prestigio popular. Situación que no le conviene, pensando en las futuras elecciones regionales y municipales, como también en el 2021.En tal sentido, creemos, que la actitud de Keiko Fujimori, con respecto a mostrar un comportamiento reñido con los buenos modales democráticos (como no ir a saludar y estrecharle la mano al ganador, así como acceder a un diálogo alturado de mutuo respeto)son simples signos de inseguridad e inmadurez política, producto que no asimila totalmente la derrota, porque según ella era la ganadora, sin embargo, tiene que aceptar que en la puerta del horno se les quemó el pan. Así es el quehacer político en democracia. En tal sentido, consideramos que el fujimosismo, no tiene otra opción, en este nuevo escenario político, que dialogar, negociar y buscar consenso con el nuevo gobierno, que en materia económica y visión política no son diferentes ni opuestos. Ambas agrupaciones son representantes de la derecha, con algunos matices, que no interfiere para nada, la continuidad del Modelo Económico Neoliberal, punto neurálgico en base al cual se pondrán rápidamente de acuerdo. Así mismo, consideramos, que el punto inicial de este entendimiento, debe reflejarse en el otorgamiento del voto de confianza al nuevo gabinete, así como avalar el pedido de dar facultades legislativas al Ejecutivo, en temas decisivos de interés nacional, para que estos sean resueltos, o se inicie su proceso de solución, en los primeros cien días de esta nueva gestión.

Esto no significa, que el nuevo régimen, piense solamente como tratar, negociar y dialogar con el fujimorismo, y esperarlos, sin límite de tiempo, hasta cuando ellos decidan hacerlo, por eso bien ha señalado PPK ante la convocatoria de diálogo: “Allá ellos”, frente a su desidia. Esto lo ha dicho el nuevo mandatario como una forma de manifestar su resolución y entereza. En tal sentido, bien ha hecho PPK, en asistir al Primer Encuentro Nacional de Gobiernos Regionales y al II Congreso Nacional de Municipalidades llevado a cabo en la ciudad del Cusco, la última semana del mes pasado. Estratégicamente, después de haber sido recibido entre vítores y aplausos, ha pronunciado sendos discursos, a través de los cuales ha manifestado su ardiente deseo de gobernar a favor de toda la ciudadanía peruana, es decir en favor de “los que votaron por mí y también por los que no votaron por mi” ha señalado categóricamente. Como, también dejó claramente expuesto que trabajará desde el gobierno a partir de 28 de julio en beneficio de las regiones, profundizando el proceso de descentralización, y apoyando decididamente a los gobiernos municipales, con la realización de obras, principalmente instalación de agua y alcantarillado en todos los pueblos del país. Esto significa, que PPK, con mucha habilidad, y sin manifestarlo abiertamente, ha empezado a construir una alianza con los gobiernos del interior de país, como una forma de contrarrestar una posible avalancha que pueda provenir del fujimorismo atrincherado en el Parlamento.

Por otra parte, consideramos, en la medida que en breves días se dará a conocer quienes constituirán el nuevo gabinete, que en nada ayudará la formación de un gabinete mixto, como algunos lo proponen para garantizar de alguna manera la gobernabilidad, esto podría tergiversar el cumplimiento del Plan de Gobierno que se ofreció al pueblo peruano en la campaña electoral. Lo que mas conviene, desde nuestro punto de vista, es dar muestras de cumplimiento, desde el primer día de trabajo, de lo que se prometió, en reiteradas visitas a los pueblos del interior del país, en campaña. Eso quiere decir, trabajar con mas decisión un acercamiento a la población, que muchas veces no siente la presencia del Estado, ni de sus gobernantes. Tener como miembros del Ejecutivo, personalidades que pertenezcan a las filas del Partido Aprista, como del PPC y/o el Frente Amplio (a pesar que estos últimos no aceptarán), de nada servirá para consolidar la democracia, muy por el contrario se vería esto como un sancochado, que nublaría la línea política de acción gubernamental de Peruanos por el Kambio. Lo que sí ,pensamos, podría ayudar, a tender puentes, al nuevo gobierno, es el nombramiento de un Presidente de Consejo de Ministros con mucho carisma y liderazgo, mejor si este es independiente, con gran respeto y reconocimiento a nivel nacional. Esto ayudaría mucho, a garantizar la estabilidad de un nuevo gobierno.

Con respecto, a la izquierda, representada en el Congreso de la República, por el Frente Amplio, que ocupa 20 escaños, creemos que PPK, debe darle un trato político de mucha consideración, en la medida que es la segunda fuerza en la Representación Nacional. La forma como la derecha ha tratado a la izquierda, a través de la historia, debe ser un pasado superado, donde el quehacer político ha cambiado radicalmente en un mundo globalizado. Es mas, este nuevo gobierno, debe sentirse agradecido, de tener la oportunidad de conducir los destinos de nuestro país, gracias al apoyo desinteresado que recibió –corriendo riesgos de conducción política- de la izquierda en su conjunto, incluyendo todos sus matices. No olvidemos que el conglomerado “Keiko No Va”, atiborró las calles de Lima, la última semana de cierre de campaña, en segunda vuelta, movilización popular imposible de haberla podido hacer por ninguno de los dos bandos que se disputaban el triunfo. Esto significó verdaderamente la expresión de un sentimiento profundo del pueblo peruano, que fue abonado a favor de PPK.

Finalmente, queremos expresar, nuestro deseo, de que este quinquenio, que se inicia este 28 de julio próximo, sea de total éxito en la nueva gestión de gobierno, porque al final de cuentas será el PERÚ quien saldrá ganando. Estamos en condiciones, de subir escalones superiores de desarrollo nacional, todo depende de la voluntad política que le impriman nuestros nuevos gobernantes. Ya PPK, se ha comprometido a iniciar la industrialización, y no permitir que se sigan llevando el mineral en bruto al extranjero, sino incorporándole valor agregado. Esto es algo que nos revitaliza, y enciende nuestra esperanza. Así mismo, se ha comprometido, a acelerar el proceso de la realización de las grandes obras, como el Gasoducto del Sur, para llevar el gas barato a todos pueblos de esa zona de nuestro país, así como avanzar rápidamente en la construcción del Metro de Lima, y profundizar la modernización del aeropuerto internacional Jorge Chávez. Todo esto, y otras cosas mas que se nos quedan en el tintero, es el gran desafío que tiene que asumir el nuevo gobierno. Esperamos, sinceramente, que todos los sectores, y el pueblo en su conjunto cierre filas, apoyando al régimen que empezará a gobernar a partir del próximo 28 de julio, y nos conducirá hasta el 2021, cerrando su gestión con la celebración de Bicentenario de la Independencia.