lunes, 7 de septiembre de 2015

¿CÓMO SALIR DEL ENFRIAMIENTO ECONÓMICO?

Por: Enrique Soto (*)

La economía peruana continúa en un  proceso de desaceleración, no habiendo hasta el momento, de parte del gobierno, disposición para implementar medidas económicas cíclicas y contracíclicas para salir del entrampamiento que nos encontramos desde el 2013. Parece que, ya no le interesa la recuperación económica del país, al fin y al cabo, ellos se marchan en pocos meses, dejándonos una bomba de tiempo, para que el próximo gobierno que se instale, esté en la obligación política, económica y técnica de desactivarla.

La situación económica nacional es delicada, las proyecciones para este año, y para el 2016, son bastantes desalentadoras, hasta podría decirse pesimistas, en comparación a los más de 10 años de crecimiento continuo que experimentamos. Las proyecciones oficiales, de finales del año pasado para este 2015, de parte del gobierno, así como del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM) y del Centro de Estudios Económicos para América Latina (CEPAL), parecen haber fracasado. Ya que entre una y otra proyectaban un crecimiento para este año del Producto Bruto Interno (PBI) del país de 3.5% y 4.5%, algo que parece, a estas alturas, inalcanzables.


Esta polémica realidad nacional, en materia económica, ha servido para que el Instituto  de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), pongan los puntos sobre las íes sosteniendo públicamente, que según sus análisis macroeconómicos, ellos estiman que el PBI nacional crecería a penas 2.7% en el presente año, y se proyectan hasta el 2016, anunciando un crecimiento para ese año de solo 3%, y no de 5 y 6% como consideran algunos funcionarios de gobierno, especialistas en materia económica.

César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP, sostuvo, en la presentación de las “Perspectivas para el planeamiento 2016” realizada por la CCL que la economía peruana continúa en un proceso de desaceleración y las proyecciones para el bienio 2015-2016 estarán supeditadas a la evolución de las expectativas de las inversiones y al consumo, como también a las exportaciones, así como al impacto del Fenómeno El Niño, que afectará –según dijo- al sector primario, construcción y comercio.

Como podemos darnos cuenta la situación del país es delicada, dejando sin piso el excesivo optimismo que manifestaba el ministro de Economía Alonso Segura cuando aseguraba que en el segundo semestre de este año se vería un repunte de la economía, en base al inicio de las grandes obras de infraestructura, esto se convirtió en un sueño. Es que ¿quedaron chicas las grandes inversiones, como la línea 2 del Metro de Lima y el Gasoducto del Sur, entre otras, o es qué estas avanzan a paso de tortuga? Creemos sinceramente que la situación de enfriamiento económico que padecemos no fue ni es atendida con acierto por este gobierno nacionalista que recibió en el 2011 una economía en crecida. No actuó oportunamente, con agresividad, cuando la situación lo requería. La incapacidad y la soberbia los llevaron a cometer errores garrafales en materia económica. Hoy no tienen la voluntad política de acometer con fuerza para revertir este frenazo, porque se consideran fuera del gobierno, y sin ninguna responsabilidad. Más preocupados están en defenderse de las denuncias de corrupción, que como una avalancha de lodo se cierne sobre sus cabezas. Sin embargo, estamos en la obligación de exigirles, asuman su responsabilidad de gobernantes, y no dejen el barco al garete.

En tal sentido, el ministerio de Economía y Finanzas MEF, con el propósito de contener esta avalancha de desaceleración económica, debe de profundizar la promoción de la inversión pública y privada, bastión del crecimiento económico, para motivar el consumo interno, base de una economía de mercado. Hay que tener en cuenta que la inversión privada está contraída desde el año pasado, se cree que este año siga igual; sino se implementan medidas motivadoras. Los empresarios no quieren invertir porque consideran que hay mucha incertidumbre, que promueve la desconfianza. Este es el bloque de hielo que el gobierno central tiene que romper empezando a impulsar las inversiones público-privadas, como las concesiones y las obras por impuesto, mecanismos efectivos de inversión.

Asimismo, creemos necesario darle mayor impulso a la inversión pública, exigiendo a los gobiernos regionales y locales que cumplan con sus metas presupuestadas. La inversión pública es decisiva para avanzar aceleradamente en el retraso histórico que tenemos en infraestructura, por eso se habla de una brecha de más de 60 mil millones de dólares en infraestructura. Es urgente promover e implementar grandes obras, para de esa manera impulsar el desarrollo nacional. Puertos, aeropuertos, carreteras, colegios, hospitales, es necesario construir y renovar para acercarnos más a la prosperidad. En tal sentido, tenemos que elevar la productividad y constituir un país más competitivo.

No debemos esperar el próximo gobierno para empezar a construir el país desarrollado que deseamos,   por lo que se hace necesario, ahora, implementar medidas y acciones que logren reactivar la economía y sacarla del enfriamiento en el que se haya. En tal sentido, creemos también necesario, incrementar significativamente la Remuneración Mínima Vital (RMV),  tal como lo ha manifestado un candidato, que también ofrece bajar el Impuesto General a las Ventas (IGV) de 18% a 15%, así como el Impuesto a la Renta (IR) a las micro y pequeñas empresas (MYPES) a 10% de 30% como es lo que se paga ahora.

Por otro lado, hay que tener en cuenta, el contexto internacional, que de una u otra manera golpea nuestra alicaída economía. La desaceleración china, reflejada en la caída de las bolsas del mundo recientemente, es un punto de gran importancia que hay que tener en consideración. Esta  situación afecta a todo el mundo. EE.UU., Europa, Japón se vieron golpeados con la caída de la Bolsa de Shanghai, la mayor de China. Hoy, felizmente empieza a recuperarse. A nosotros nos puso de vuelta y media, ya que el dólar empezó una crecida que parecía ingobernable, fue necesario que el Banco Central de Reserva (BCR) intervenga en el mercado cambiario vendiendo 81 millones de dólares, estas intervenciones periódicas nos hacen perder Reservas Internacionales netas (RIN), que han caído en aproximado de 9 mil millones de dólares a raíz de estas operaciones, por lo que el BCR está analizando otra medida, como incrementar las tasas de interés, para que el inversos se sienta en adquirir nuevos soles. Además, hay que tener en consideración que somos un país primario exportador, en tal sentido de todas maneras la desaceleración china nos afecta, ya que es uno de los principales compradores de nuestros productos, como nos afecta la caída de los precios de los commodities. En tal sentido, es necesario promover la industrialización en nuestro país, poniéndole valor agregado a nuestros productos primarios, situación que este gobierno no lo tiene en sus planes. Asimismo es necesario fortalecer nuestra pequeña y microempresa promoviendo su desarrollo tratando de impulsar el mercado interno, y el consumo nacional.

Hay que tener en cuenta que la economía mundial no se haya en muy buena condiciones a pesar que los EE.UU. han empezado a recuperarse de su mega crisis financiera. Sin embargo, Europa, todavía la ve negras, su recesión es preocupante.

Creemos finalmente, que estamos en condiciones desde el punto de vista económico, de revertir esta situación de desaceleración y/o enfriamiento de nuestra economía que padecemos, lo que nos hace falta es decisión política. Es decir, ver hacia el futuro, a largo plazo, el país que deseamos construir, levantar una visión estratégica de desarrollo nacional.  Nuestros políticos y gobernantes actuales se enfrascan en ver la coyuntura, el corto plazo. Que les de dividendos y rentabilidad política inmediata. Piensan, como ganar las elecciones. Cómo conseguir la mayor votación posible. Así no se va a construir un país desarrollado, sin un proyecto histórico, que resuma las necesidades de toda la ciudadanía, poniendo especial énfasis en educación, para construir el recurso humano necesario que permita forjar el hombre del futuro. No podemos dejar de señalar que en los últimos 25 años hemos avanzado considerablemente. Pero podemos avanzar mucho más. No debemos frenar nuestro desarrollo y prosperidad, hasta llegar a ser un país desarrollado con ciencia y tecnología.
(*) Periodista.Analista político 

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