lunes, 24 de noviembre de 2014

MAYOR IMPULSO FISCAL Y REFORMAS URGENTES

Por: Enrique Soto (*)

Con el propósito de frenar la desaceleración económica e impulsar la inversión privada, el Ejecutivo se ha visto en la obligación de lanzar al mercado el cuarto paquete económico reactivador. Pero, según los entendidos esta medida de inyección de 1,600 millones de nuevos soles, es insuficiente y además tardía para revertir la caída en la que nos encontramos. Por lo que si queremos retomar el crecimiento sostenido que estábamos experimentando se requiere paquetes reactivadores mas audaces, si pretendemos, al menos, alcanzar un 3% de crecimiento el próximo año.



Sin embargo, la medida es positiva, ya que amortigua el golpe, en la medida que los recursos han sido orientados a incrementar el gasto público y promover el consumo del mercado interno. Algo que no se realizaba ni en pequeña escala. Otorgar 300 nuevos soles extraordinarios de aguinaldo a más de 1 millón 500 mil trabajadores públicos, así como incrementar, por única vez, en 100 nuevos soles adicionales a favor de los beneficiarios de los programas sociales Juntos y Pensión 65, que serán abonados en diciembre, es una forma, aunque pequeña, de poner mas dinero en el bolsillo de los trabajadores. Esto redundará en una mayor liquidez en el mercado, dinamizándolo. Es decir, generándole más movimiento.

Así mismo, es de suma importancia, para reactivar la economía, que se halla comprendido en este paquete, 600 millones de nuevos soles adicionales para la realización de pequeñas obras correspondientes al sector educación y a los programas sociales a cargo del Ministerio de Inclusión Social, que serán lanzados en las próximas semanas.

Por otra parte, se sostiene que estas medidas son inmediatistas y de corto plazo, ya que no tienen orientación sostenida a mediano y largo plazo, ni es en sí misma estructural, como si podría ser el incremento significativo de la Remuneración Mínima Vital, que tiene un  retraso de más de 20 años, de manera proporcional al crecimiento del costo de la canasta básica familiar y al crecimiento económico del PBI de los últimos 14 años. Este incremento consideramos es necesario y urgente para reactivar la economía y parar el proceso de desaceleración en el que nos encontramos inmersos. Dicha medida sí sería estructural, porque reordenaría el sector laboral, ya que sería una decisión económica sostenida a mediano y largo plazo. Planteándose así mismo, una reingeniería en la producción, que se vería reflejada en la productividad del trabajador. Esto hará posible elevar la calidad de vida y disminuir ostensiblemente los conflictos.

lunes, 10 de noviembre de 2014

¿CÓMO LLEGAR A SER UN PAÍS DEL PRIMER MUNDO?

Por: Enrique Soto (*)

 “Lo que queremos ahora es articular una visión que nos permita movilizarnos es pos de este objetivo tan ambicioso, que es llegar a ser una país del primer mundo”, sostuvo,  el  presidente del Comité organizador CADE 2014,  Pablo de La Flor, en una  reciente entrevista concedida a un diario local. Mas adelante avizoró que es una meta exigente pero alcanzable, “Yo creo que nosotros vamos a llegar a ese objetivo, quizá en el transcurso de las próximas dos décadas”.

Estas declaraciones constituyen un desafío para el país, desde el punto de vista económico, político y social. Y un reto para poner a prueba a la clase política y al sector empresarial, en cuanto a su capacidad y eficiencia. Pero, antes debemos preguntarnos: ¿el país cuenta con un Plan Estratégico de Desarrollo Nacional, consolidado para ser implementado en los próximos 20 ó 30 años?, ¿nuestros gobernantes, la clase política y el sector empresarial tienen una visión clara del país que se desea construir, y el camino que se ha de recorrer, en democracia para alcanzar sus grandes objetivos de desarrollo y bienestar para todos los peruanos?

Si bien es cierto que el país desde hace 20 años reorientó su economía reinsertándose en el mercado financiero internacional y empezó gradualmente un crecimiento sostenido, con algunos pequeños baches, producto de los vaivenes del movimiento financiero y económico internacional, a raíz de las crisis de los países desarrollados, consolidándose en tal sentido la macroeconomía: reflejada en una baja y controlada inflación, un tipo de cambio en raya, superávit fiscal y un incremento continuo de las reservas internacionales netas, que superan los 62 mil millones de dólares. Así como un crecimiento sostenido del PBI, promedio en los últimos 15 años por encima del 6%. También es cierto que esta bonanza macroeconómica, a partir de la subida colosal en el mercado internacional de los precios de los metales que exportamos, no llegó a los bolsillos de los mas pobres, ya que no se incrementó como debería la remuneración mínima vital, sino que se hizo a regañadientes. No se promovió a gran escala el empleo, ni se combatió el sub empleo marginal. Así mismo no se apoyó como debió ser a la pequeña y microempresa generadora de puestos de trabajo de manera masiva, ni se impulsó acertadamente la formalización de los informales, generándose grandes conflictos violentos, que pusieron en varias oportunidades en jaque al gobierno. Asimismo, no se atendió la salud y la educación –entes pilares de la sostenibilidad de un pueblo-, generando mayor infraestructura con su respectivo equipamiento, que permita elevar la calidad de vida de la población mas necesitada. El tal sentido, todavía no se ha resuelto la deuda histórica que se tiene con los mas pobres. Los programas sociales, se han constituido en un asistencialismo, que palea en algo las necesidades de las grandes mayorías, pero no resuelve el fondo del asunto como es la disminución y/o total erradicación de la pobreza. Estos problemas tienen que ser resueltos cuanto antes, si es que aspiramos a ser un país del primer mundo en los próximos 20 años.


Desde un punto de vista de desarrollo macroeconómico, a pesar que el país está enrumbado, no debemos cantar victorias, porque desde hace algunos meses las cosas no van muy bien. Hemos empezado a padecer un proceso de desaceleración, producto de la caída en los precios de los commodities, en el mercado internacional, principalmente de China, que ha reorientado su economía hacia el consumo interno, para mejorar la calidad de vida de su población. En este escenario, el paquete de medidas enviadas por el Ejecutivo al Congreso para su aprobación, y poder de esa forma reactivar la economía, según los expertos, es insuficiente y extemporánea. Algunos analistas económicos señalan que el gobierno carece de reflejos inmediatos para afrontar estas situaciones, implementando proyectos contracíclicos, como incrementado el gasto a gran escala y promoviendo agresivamente la inversión pública, para de esta forma contrarrestar la contracción en el consumo y promover la inversión privada que está en picada. Asimismo, se critica al Ejecutivo por falta de audacia para sostener el crecimiento económico, implementado rápidamente los mega proyectos, que mueven ingentes inversiones como el Gasoducto del Sur y la Línea 2 del Metro. Aquí estamos hablando de 6 mil y 8 mil millones de dólares de inversión directa. Sin contar el revuelo que esto ocasionará al mercado.